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“Ustedes deben sentirse muy afortunados de formarse en la escuela médica más avanzada del mundo”, les dijo este martes a los estudiantes de la Escuela Latinoamericana de Medicina Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas, durante su visita en el marco de la II Cumbre de Celac.
El alto funcionario, quien fue recibid en la ELAM por el ministro de salud de Cuba, Roberto Morales Ojeda, y el rector de esa escuela, doctor Rafael González Ponce de León, destacó los aportes de la institución, por estar al frente de la cooperación Sur-Sur y estar en la primera fila en defensa de la salud en el mundo.
‘’Ustedes hacen más que formar médicos, crean trabajadores milagrosos”, enfatizó.
Narró que, por su propia experiencia, se ha encontrado con los médicos cubanos o formados en Cuba en los lugares y situaciones más difíciles, y que muchos expertos y funcionarios de la salud de los países en desarrollo que ha conocido han sido formados en la Isla, lo cual demuestra una larga historia de solidaridad y colaboración en este terreno.
Ki-moon manifestó su admiración porque los médicos cubanos llegan a las comunidades afectadas por desastres u otras calamidades antes que los demás, y permanecen hasta mucho tiempo después. “Son los primero en llegar y los últimos en retirarse”, reconoció.
Abundó también sobre la formación de médicos en otros países como Bolivia y Timor del Este por especialistas cubanos, y elogió los indicadores de salud de la Isla, en cuanto a mortalidad infantil, esperanza de vida y cobertura médica universal. “Son un modelo para muchos países en el mundo”, dijo.
En particular se refirió a la labor de la brigada médica cubana en Haití, donde los profesionales de la salud de la Isla fueron un factor clave para disminuir las muertes y los casos de cólera; así como a la Operación Milagro, que “ha ayudado a muchas personas a poder ver, pero también a tener una visión de la generosidad, de la solidaridad”.
Luego de escuchar un saludo que en nombre de los estudiantes realizó Rosi Narváez, de Perú, y apreciar estampas danzarias de Asia, América Latina y África protagonizadas por los mismos jóvenes, el secretario general de la ONU conversó con ellos.
“En América Latina y en Cuba en específico la gente se caracteriza por disfrutar de la música y la danza, que nos pone felices, y cuando estamos felices, estamos sanos”, bromeó con los jóvenes, al reconocer los méritos de los artistas aficionados.
Después exhortó a los estudiantes a aprovechar la oportunidad que les ofrece Cuba de estudiar medicina y a colaborar y trabajar junto con Naciones Unidas en la prevención de enfermedades prevenibles entre niños y niñas, mujeres embarazadas y todas las personas.
Contó que cuando era un muchacho, en la Corea de la postguerra, no había médicos cubanos y que él mismo fue un joven mal nutrido que perdió a muchos amigos por enfermedades prevenibles. “No teníamos aulas, ni libros, ni comida, y casi pasábamos hambre, también hambre de estudios y conocimientos”, les confesó.
Puso como ejemplo que por esas ansias de aprender él llegó a secretario general de la ONU, y les dijo a los estudiantes que eso es lo que el gobierno cubano les está brindando, por lo que deben aprovechar la oportunidad y trabajar con la ONU para hacer del mundo un lugar más saludable.
El rector de la ELAM explicó al distinguido visitante las características de la formación que allí reciben actualmente mil 15 jóvenes de 94 países, que luego de su segundo año pasan a estudiar y trabajar en las trece universidades médicas del país, donde en total están en formación más de 11 mil médicos de 123 naciones.
Desde que se inauguró la ELAM en 1999 han habido nueve graduaciones con más de 20 mil egresados, precisó.
