Esta terminal de contenedores y la poderosa infraestructura que la acompaña son una muestra concreta del optimismo y la confianza con que los cubanos miramos al futuro socialista y próspero de la patria, expresó el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, al inaugurar este lunes la primera etapa de la terminal de contenedores del Mariel.
En el acto, presidido también por la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, el líder cubano reconoció el esfuerzo y dedicación de constructores, proyectistas,inversionistas, operadores, así como la colaboración de otras empresas nacionales y extranjeras.
Concluye un periodo de ardua labor —remarcó—, en el cual se ha alcanzado el objetivo común de la construcción de la terminal de contenedores del Mariel, que desde este momento se inserta en sistema portuario cubano y latinoamericano.
Raúl destacó que el proyecto ha contado con un importante financiamiento del gobierno brasileño en condiciones ventajosas, que comenzó durante la presidencia del presidente Luis Inacio Lula da Silva y continuó bajo el mandato de Rousseff.
Esos recursos se destinaron no solamente a la nueva terminal, sino también a otras obras de infraestructura, como carreteras, redes, líneas férreas y el dragado de la bahía, puntualizó el mandatario, quien agradeció a la presidenta Dilma en nombre del pueblo cubano por su contribución solidaria a un proyecto trascendental para la economía nacional.
Debemos seguir trabajando con intensidad en la red ferroviaria para darle valor de uso durante el primer semestre del 2014, anunció el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, para luego exhortar a que la terminal, a cargo de uno de los mayores operadores portuarios del mundo, sea un ejemplo de eficiencia, seguridad y calidad en los servicios.
Además, explicó que la nueva instalación será la principal puerta de entrada y salida del comercio exterior cubano, y su ubicación geográfica en la ruta de las principales vías de transportación marítima en el hemisferio propiciará que se consolide como plataforma logística de primer orden a nivel regional.
El General de Ejército amplió que a partir de esta etapa se prevé fomentar inversiones nacionales y extranjeras en la Zona de Desarrollo Especial de Mariel, para favorecer el incremento de las exportaciones, la sustitución efectiva de importaciones y proyectos de alta tecnología y desarrollo local que sirvan además como fuente de empleo.
Por su parte, la presidenta brasileña, en su segunda visita a Cuba como presidenta, destacó los lazos profundos que unen a ambos países, y expresó el orgullo de Brasil al asociarse con la Isla en esta obra que podrá integrarse al canal interoceánico y recibir buques portacontenedores de gran porte, que permitirán recibir hasta un millón de contenedores de veinte pies al año.
Dio detalles sobre la participación de unas 400 empresas brasileña en el respaldo al proyecto, y adelantó que para la segunda etapa se prevé una inversión de unos 290 millones de dólares.
Varias empresas del gigante austral han manifestado su interés de instalarse en la zona especial, según Rousseff, quien anunció que están organizando una misión empresarial para Cuba, y expresó el interés por aumentar el flujo bilateral de comercio entre ambas naciones.
Son grandes las posibilidades de desarrollo industrial conjunto, apuntó la mandataria, por ejemplo en los sectores de equipamientos para la salud y medicamentos.
Agradeció igualmente al pueblo y al gobierno cubanos por la contribución al sistema brasileño de salud a través del programa Más médicos, como ejemplo del espíritu de solidaridad y cooperación que preside la relación entre los dos países.
La presidente encomió el papel de Cuba en las relaciones internacionales del continente, y en particular en el ámbito de la Celac, y concluyó diciendo que el puerto inaugurado permanecerá como símbolo de una amistad duradera.
En el acto inaugural de la primera etapa de la terminal de contenedores participaron también los presidentes de Bolivia y Venezuela, Evo Morales y Nicolás Maduro, así como los mandatarios Michel Joseph Martelly, de Haití, y Donald Ramotar, de Guyana, junto con la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson Miller.
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