A finales de 1998 cinco jóvenes fueron arrestados en la ciudad norteamericana de Miami por el FBI. Se intentó encausarlos por espionaje pero solo después de dos años de prisión, con tejes y manejes diversos, fue que el caso puedo llegar a los tribunales. El proceso, que ya figura como uno de los más largos para la justicia estadounidense, estuvo plagado de insólitas irregularidades tras las cuales se intentó ocultar la evidente politización del caso.
Si no hubieran existido las presiones, componendas y compromisos de la ultraderecha cubano americano con el gobierno de este país, el litigio ahora solo sería un ejemplo del mal proceder en materia judicial. Pero los encausados eran agentes cubanos y aun se encuentran cumpliendo injustas condenas.
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, los Cinco, fueron condenados a la pena máxima en los delitos por los que finalmente pudieron acusarlos. No pudieron sostener la historia del espionaje pues no hallaron documento clasificado alguno. Tampoco encontraron evidencias que buscaran o intentaran acceder a información secreta alguna. Su pecado fue poner en evidencia el proceder de un país que se dice enemigo del terrorismo, pero cobija a los aliados que lo practican.
Si de algo se declararon culpables los Cinco fue de infiltrar a las organizaciones anticubanas que desde hace décadas intentan derrocar a la Revolución. Emplearon para ello las herramientas a su alcance y de paso iluminaron las sombras tras las cuales el gobierno de Estados Unidos disimula su odio visceral por la Revolución.
Muchas personalidades y artistas se han sumado a una campaña de solidaridad por los Cinco que se articula cada vez con más fuerza en el mundo. A ella ha contribuido, de manera inobjetable, el libro Los últimos soldados de la Guerra Fría, del escritor brasileño Fernando Morais (Minas Gerais, 1946), autor de best sellers como Olga, y El Mago, este último acerca de su coterráneo Pablo Coelho.
Tal como contara el ex presidente cubano Ricardo Alarcón en el 2013 a propósito de una de las primeras presentaciones del libro, Fernando se entregó “en largos meses de búsqueda incesante, devorando páginas incontables, hablando con protagonistas y testigos, a un lado y otro de esta historia, discutiendo con amigos, indagando hasta convertirse en un verdadero especialista. El resultado es un texto que ningún lector puede abandonar antes de llegar a la última frase. Un libro que, ahora en su edición norteamericana, abre camino a la esperanza”.
El texto, cuya edición en Cuba ha corrido a cuenta de Arte y Literatura, cuenta con 15 capítulos, un epílogo y otros anexos. Narra, de manera casi cinematográfica, la historia de los protagonistas y su contexto. Escrito en un lenguaje director y claro, tras el cual se aprecia el oficio periodístico de Morais.
En menos de un año Los últimos soldados de la guerra fría lleva dos ediciones. La segunda, corregida por el autor, va por su segunda reimpresión. En total suman ya más de 26 mil ejemplares. Varias decenas de ellos quedaron entre los que asistieron a la presentación que organizara la delegación de la Unión de Periodistas (UPEC) del periódico Trabajadores que contó con la participación de Víctor Rolando Malagón, Premio Nacional de Diseño y director Arte y Literatura quien no solo convenció al auditorio de la necesidad de leer el libro, sino que despertó los deseos de disfrutarlo: “Todo hombre con decoro que lea este libro terminará sumándose a la campaña por la liberación de los Cinco”, concluyó.
Fernando Morais (Minas Gerais, Brasil, 1946) es periodista, político y escritor. En su extensa obra sobresalen las biografías y reportajes. Es el autor de Olga, El rey de Brasil, Montenegro y El mago. Trabajó en el Jornal da Tarde y en la revista Veja. Fue diputado estadual durante ocho años y Secretario de Cultura (1988 – 1991) y de Educación (1991 – 1993) del Estado de Sao Paulo.
Los últimos soldados de la Guerra Fría recibió el Premio Brasilia de literatura en la categoría de Reportaje en el 2012, durante la Bienal del Libro y la Literatura de Brasilia.
Índice del Libro
- René, veterano de la Guerra de Angola, roba un avión en Cuba, aterriza en Miami y es recibido como héroe.
- El comandante de un MIG nada siete horas por la bahía de Guantánamo, infestada de tiburones. Al llegar a la Base Aeronaval de Estados Unidos sale del mar gritando: “Soy un oficial cubano, estoy desertando”.
- De la noche al día, ciento treinta mil personas huyen de Cuba a los Estados Unidos, y derrotan a Jimmy Carter y a Bill Clinton.
- El cubano Gerardo Hernández abandona la carrera diplomática, cambia de identidad y desembarca en Miami como el puertorriqueño Manuel Viramontes.
- A mediados de 1995, la Red Avispa tiene trece cubanos infiltrados en organizaciones anticastristas, pero el FBI los tiene vigilados.
- El amor ataca a los agentes secretos: Tony se casa con la norteamericana Maggie, y René González consigue llevar a Olga y a su hija para Miami.
- José Basulto desafía a la Casa Blanca y a los MIGs cubanos, y decide volar una vez más sobre La Habana.
- La torre cubana autoriza a los cazas MIG a disparar: segundos después, dos CESSNAs son pulverizados sobre el Estrecho de la Florida.
- El mercenario Cruz León no quería matar a nadie, su sueño era ser igual a Silvester Stalone.
- Por 7500 dólares el salvadoreño regresa a Cuba a colocar cinco bombas más en hoteles y restaurantes.
- Los servicios de inteligencia de Cuba articulan una trampa, pero no consigue apresar al Panzón, quien reclutaba mercenarios contratados por Miami.
- Fidel Castro envía a Bill Clinton una carta con denuncias contra las organizaciones de extrema derecha de la Florida. El mensajero es el Premio Nobel Gabriel García Márquez.
- Seis agentes del FBI llegan discretamente a La Habana y regresan a los Estados Unidos con un contenedor lleno de informes sobre las organizaciones de la Florida producidos por orden de Fidel Castro.
- Un retrato de la Miami Cubana: El militante anticastrista Rodolfo Frómeta, el periodista pro-Cuba Max Lesnik y el escritor marxista Norberto Fuentes.
- Leonar Weinglass, abogado de Jane Fonda, Ángela Davis y de los Panteras Negras entra a defender a los Cinco, pero la suerte de ellos ya estaba echada.
- Epílogo.
- Este Libro.
- Entrevistados.
- Bibliografía.