Fue también el momento histórico que vio surgir y destacarse, entre otros preclaros líderes sindicales, a quien guiaría a los trabajadores durante décadas, enarbolando las banderas de la unidad del proletariado cubano en los múltiples y complejos escenarios que seguirían al acontecimiento fundacional de la Confederación de Trabajadores de Cuba, el 28 de enero de 1939: el genialmente calificado años más tarde por Fidel como Capitán de la Clase Obrera: Lázaro Peña.
Aquellas tempestades de duro batallar del pueblo y sus trabajadores, nos condujeron a la triunfante Revolución de Enero de 1959, lidereada por nuestro invicto Comandante en Jefe, y al comienzo de una nueva y no menos complicada etapa de permanente combate por la libertad, la independencia y la soberanía del país, pero esta vez sí, con el pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Y quiso, asimismo, la concurrencia histórica que en apenas unos días, del 20 al 22 de febrero próximo, los trabajadores y su movimiento sindical estemos celebrando el XX Congreso de la CTC, que tiene como premisa la de desarrollarlo Por un socialismo próspero y sostenible.
Para nosotros, trabajadoras y trabajadores sobre quienes recae el papel protagónico de tan abarcador objetivo, en tanto somos los hacedores capaces de convertirlo en realidad, las semanas venideras tienen que ser especialmente significativas. Deben ser para cada uno en lo individual y para todos los colectivos laborales un lapso esperanzador por la lógica expectativa que ha motivado la magna cita, a la que desde cada puesto de trabajo hemos aportado nuestras ideas, y un período para que nos empeñemos en acompañar sus preparativos finales y sus deliberaciones dando lo mejor de cada cual en la producción y los servicios.
El país, para nadie es un secreto, atraviesa adversidades económico-financieras que obligan a fuertes restricciones materiales. Como se les está presentando y presentará a los trabajadores la información sobre sus planes y presupuestos anuales, no en todos los casos es posible satisfacer aspiraciones e intereses a favor de lograr los incrementos que todos quisiéramos. Pero ello no es impedimento para que en las entidades donde se dispone de condiciones y recursos, se haga el máximo esfuerzo por cumplir los indicadores productivos y de eficiencia que se han planificado, con las normas de calidad exigidas.
Ello nos impone el reto de movilizar las extraordinarias reservas que en términos de eficiencia hemos reconocido existen en los colectivos laborales.
Actividades hay particularmente comprometidas que reclaman energías y dedicación superiores: en la zafra, las producciones agrícolas y pecuarias, la ejecución de importantes inversiones, la fabricación de renglones industriales para la exportación, la sustitución de importaciones y los destinados a programas en beneficio de la población, como los materiales de construcción, y otras producciones.
Consagración y atención especiales debemos disponernos a dar desde cada unidad donde se preste un servicio, se oriente un trámite o brinde una información.
Escuchar a los trabajadores, atender sus inquietudes y responder sus planteamientos, son enseñanzas a mantener y perfeccionar en el funcionamiento sindical, como fue reiterado en los procesos políticos desarrollados durante los preparativos del XX Congreso.
Aprovechemos las jornadas que lo anteceden para dar un vuelco en nuestro quehacer cotidiano; hagamos de cada centro relevante escogido para que recorra la Bandera del XX Congreso, un ejemplo de lo que queremos sean todos los colectivos.
Convirtamos las motivaciones que nos brinda este Congreso, en una fiesta de trabajo eficiente y con resultados cualitativamente superiores, despojada de exhortaciones y consignas vacías, y sí como consecuencia de una real y consciente movilización de los trabajadores.
Continuemos enarbolando, como nuestro principal estandarte de lucha, la unidad de los trabajadores en torno a la Revolución y el Partido, junto a Fidel y Raúl.
…saber andar… es saber ascender, afirmaba nuestro Héroe Nacional, cuyo natalicio 161 celebraremos mañana.
Y con él aseveramos que el XX Congreso de la CTC colocará a los trabajadores cubanos en el edificante camino de ascender por el bien de la patria y de nuestro pueblo.
Comisión Organizadora del XX Congreso de la CTC