Tomo prestado el título del interesante y conocido libro escrito por Tom Peters y Nancy Austin (Pasión por la excelencia) porque define con exactitud meridiana el sentimiento motivador de quienes conforman el colectivo de la Empresa de Tecnología de Avanzada de la Construcción, conocida comercialmente por Micalum, radicada en la centro meridional provincia de Cienfuegos, a quienes están dedicadas estas líneas.
La obra, en una de sus partes, indica que en toda entidad deben ver qué está a su alrededor; analizar el entorno actual, siempre cambiante, no solo de puertas adentro, sino comprobar qué quiere el cliente, qué opina, y cómo están los empleados. Se trata, en fin, de fijarse bien en qué está pasando, agrega.
Esas indicaciones se ajustan para cualquier tipo de estructura empresarial, pero no siempre se tienen en cuenta. En Micalum, al tenerlas presentes, junto con otros factores de influencia, han podido garantizar excelentes resultados integrales en las gestiones productiva y económica.
Esa empresa fue creada el 5 de septiembre de 1997 con el propósito de introducir tecnologías de avanzada en el sector de las construcciones, fundamentalmente en las obras turísticas y de otros sectores importantes. Hoy las huellas del accionar de sus trabajadores están presentes a lo largo y ancho del país, sobre todo con la denominada carpintería de aluminio.
Desde el año 2007 aplican allí el sistema de perfeccionamiento empresarial, el cual ha posibilitado obtener mejores resultados. Faustino Cruz López, director general, considera que la elevación gradual y constante de los indicadores de eficiencia que logran demuestra la efectividad que puede alcanzar la empresa estatal socialista, a partir de la preparación y atención adecuadas a los trabajadores, el establecimiento de un correcto control interno y la elevación del sentimiento de pertenencia, el cual se ve reflejado, por ejemplo, en el bajo índice de fluctuación de la fuerza laboral.
“Las limitaciones de recursos, debido a la crisis económica mundial y también al bloqueo, nos obligó a cambiar el pasado año la estructura de la producción, pues el colectivo se transformó de fabricante en montador. No obstante, cumplimos el plan de producción, en unidades físicas y valores, con 27 días de anticipación al cierre del 2013 y todos los indicadores de eficiencia tuvieron un comportamiento satisfactorio”.
La obra más difícil
Entre las obras ejecutadas por los trabajadores de Micalum sobresale, por su complejidad y reducido tiempo disponible para la ejecución, la colocación del falso techo y de paneles divisorios ligeros en la terminal No. 3 del aeropuerto internacional José Martí, en la capital del país.
“Se pusieron 23 mil metros cuadrados de falso techo en condiciones muy complicadas. Debido al alto riesgo, sobre todo por la altura, fue preciso adoptar medidas especiales para evitar accidentes. Debido a la demora en la llegada de los materiales necesarios, lo que estaba planificado para un año se realizó en la mitad. Fue un esfuerzo extraordinario”, explica el director general.
Huellas de Micalum pueden encontrarse también en los aeródromos de Santiago de Cuba y Holguín, así como en infinidad de viviendas de los programas con prioridad, como las destinadas a los colaboradores internacionalistas del sector de la Salud, y en muchas otras obras ejecutadas en el país.
“Nuestro sistema de calidad está certificado por las Normas ISO-9001 del 2008. Tenemos prestigio y reconocimiento a nivel nacional e internacional y seguimos siendo líderes, a pesar de la competencia. Contamos con clientes muy fuertes, como el Ministerio de Turismo”, reconoce Rigoberto Sosa Carrasco, director técnico, quien también tiene palabras de elogio para la constante búsqueda de soluciones.
“Todos los años se concretan un número notable de innovaciones y racionalizaciones para mantener activo el equipamiento tecnológico, que ya no es tan joven”, afirma.
Uno de los trabajadores con notables aportes en ese sentido es Pablo Acea Lago, tornero, quien ya está jubilado, pero mantiene una vinculación estrecha con Micalum.
“Siempre que necesitan mi colaboración, aquí estoy, sobre todo para mantener activos los equipos que garantizan la producción. Ya preparo mi relevo, pero pueden contar conmigo. Esta empresa es mi casa, es mi vida”, asegura.
Para el 2014 la entidad cienfueguera continuará la producción, comercialización y el montaje de carpintería metálica y de PVC (plástica) y de paneles divisorios y cubiertas y la elaboración y ensamblaje de muebles de oficina y habitacionales. También mantendrán, a partir de los recortes y sobrantes, las denominadas producciones alternativas: vianderos, bases de refrigerador y televisor, mesas, repisas, persianas de cristal para ventanas y otras muy demandadas por la población. Todas se venden en las red de comercio minorista en moneda nacional.
“¿Los retos principales?: Seguir superando esos resultados y trabajar con la misma calidad y empeño”, apunta el director general.