Sereno e inspirador el rostro de José Martí se multiplica por cientos de rincones. Desde el pedestal desde el cual se encumbra en cada escuela, contempla gozoso la obra bella, esa por la que entregó aliento y vida.
En el gesto de un niño que “en sus manecitas de hombre fuerte” lleva una flor para el Maestro va el amor por el patriarca de todos.
Cada busto de él es un símbolo que lleva implícito, aun cuando no se perciba a simple vista, el empeño de manos trabajadoras que jornada tras jornada se dedican a moldear la efigie de ese cubano universal de todos los tiempos, para que los centros escolares de Santiago de Cuba tengan a su Martí.
“Desde hace 20 años yo reproduzco en yeso o en asbesto cemento la imagen del Apóstol, dice con visible agrado el santiaguero Antonio Guzmán, soy fundador de este combinado de producción y servicios, perteneciente a la Empresa Provincial de Abastecimiento y Servicios a la Educación (EPASE), y mire usted si esto me gusta de verdad que ya cumplí 67y todavía sigo aquí, aportando”.
Vaya que resulta notable la contribución de Guzmán a la fabricación de los bustos destinados a los centros educacionales de los diferentes niveles de la enseñanza en el territorio santiaguero, así se hizo notar en los inicios y también a las luz de estos días.
“Al principio de comenzar aquí, en 1992, apreciamos que el cabello salía muy encrespado, además de que el bigote tenía algunas imperfecciones, acota Guzmán, y enseguida realizamos los ajustes necesarios a los moldes; más recientemente Sandy destruyó todo el taller y tuvimos que comenzar de cero, pero recuperamos todo y ya usted puede que las cosas marchan muy bien”.
El criterio de este sexagenario trabajador lo refrendan aquellos que han aprendido de él y hoy lo acompañan en la tarea diaria, díganse Iraí, Carlos, Alberto, Rolando y Cándido.
“Uno se siente orgulloso de este trabajo, expone Cándido Ruiz, cada paso del proceso lo realizamos con rigor: poner la grase protectora en el molde, sellarlo, verter la mezcla dentro de él, esperar que fragüe, lijar la figura y finalmente pintarla.”
Al interés personal que cada uno de los operarios le pone a su quehacer, a sabiendas de lo que significa reproducir la imagen de Martí, le acompaña el hecho de que dicha producción está certificada con las normas ISO 9001.
“Es la única que cuenta con un aval de calidad dentro de todas las que asume la Epase, explica Odris Serrano Chaveco, directora del mencionado Combinado, además, recientemente fue sometida a una auditoría y salió con evaluación satisfactoria, algo que habla en muy alto grado de la manera en que se abraza esta especial encomienda.
“El pasado año realizamos los 262 bustos encargados, todos para el sistema de educación, como había sido hasta ahora, pero en este 2014 estamos abiertos no solo a las solicitudes de las escuelas sino a la que nos hagan organismos y organizaciones que así lo entiendan; garantía material tenemos, tanto en yeso como en asbesto cemento, fabricación esta última en la que no enfrentamos competencia en el país, pues únicamente aquí se reproduce la imagen de Martí en este tipo de material”.
En medio de la cotidianidad de su labor, un poco anónimamente, los trabajadores santiagueros que asumen la producción de bustos de José Martí sienten día a día el placer de lo que hacen y muy interiormente se reconfortan al saber que en cada escuela, renacido con el amor de millones, el Apóstol y su imagen han plantado raíces.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.
Siempre estaremos defendiendo sus pensamientos
Ver a Martí es ver una Revolución sin Armas
Ser cultos para ser Libres
Cuba territorio Libre De America Latina
Con Cuba y Con Fidel
Hasta la Victoria Siempre