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| Dahomy Darroman, Estudiante de Periodismo
La Moneda Conmemorativa 50 Aniversario de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) fue entregada ayer en la capitalina Casa de la Prensa, por Antonio Moldó Martorell, presidente de la organización, a la prolïfera documentalista Estela Bravo y a su esposo Ernesto Mario Bravo, por la contribución de ambos a la obra de la Revolución.
En el encuentro se proyectó su documental El Santo Padre y la Gloria, el cual testimonia la visita del Papa Juan Pablo II a Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet y la feroz represión sufrida por ese pueblo. También cuenta la historia de Carmen Gloria Quintana, una sobreviviente de 18 años a quien los impunes militares de la tiranía prendieron fuego en una calle chilena y luego arrojaron medio muerta a un basurero, junto a un compañero que no corrió con la misma suerte de ser hallado a tiempo.
A las pancartas que sentenciaban Su santidad, en Chile se tortura y al enérgico recibimiento del pueblo a aquella joven que estuvo hospitalizada durante cinco años en los Estados Unidos y retornó a su tierra para ver al Papa, se debe el título de la obra, según contó Estela.
La laureada, una neoyorquina de nacimiento radicada en Cuba durante medio siglo, compartió con los presentes experiencias de su trabajo, además de referirse a algunos de sus multipremiados filmes como Maurice y Fidel, la historia no contada; y a las vicisitudes para transmitir otros como Los que se fueron, una película sobre cubanos que emigraron hacia los Estados Unidos al triunfo de la Revolución y 10 años después retornaron a Cuba.
Este reconocimiento fue conferido también, durante el IX Congreso de la Upec, a Marta Rojas, la periodista del Moncada, a Armando Hart Dávalos y a los compañeros Fidel y Raúl Castro Ruz.
Entre los asistentes se encontraba, además, Ernesto Vera, presidente de honor de la Upec; así como colegas de varios órganos de prensa y público en general.
