Los jóvenes cubanos al igual que en otros ámbitos, asumen responsabilidades frente a sus colectivos laborales. Rectorear las tareas sindicales puede ser un reto para muchos de ellos por la falta de experiencia, pero la poca edad no impide que asuman con convicción la noble tarea de servir a sus compañeros.
Disímiles son las motivaciones que impulsan a la nueva generación a asumir puestos de dirección en los sindicatos. Unos, en agradecimiento a la confianza depositada por sus compañeros; otros, por sus principios patrióticos y hasta algunos, que llegan casi por accidente, pero optan por responder al llamado de sus colectivos con disposición y entrega.
Para Yuliet Castellano Suárez, secretaria del buró sindical de la escuela primaria capitalina Vicente Ponce Carrasco, fue muy gratificante que sus colegas la viesen como ejemplo, “pero realmente acepté este reto porque mis trabajadores son dignos de dirigirlos. Cumplimos todas nuestras metas. Estoy identificada con ellos, me siento útil”, refirió.
“Me gusta hacer el bien ─continuó─. Logro identificarme muy rápido con las personas, las escucho y las comprendo. Ya llevo dos años y aquí seguiré mientras mi colectivo lo decida, porque me motivan mis principios”.
Los 33 años de la Termoeléctrica de Cienfuegos como vanguardia nacional, es el principal incentivo del ingeniero Denis Escalona Tillet, quien ocupa desde marzo del 2013 la responsabilidad de secretario general del buró sindical en esta empresa. “Tenemos el deber de mantener esos logros. Otro motivo lo encuentro en la actitud de mis compañeros a la hora de enfrentar cualquier quehacer, teniendo siempre presente que no hay nada imposible y que en la unión está la fuerza”, apuntó.
“Los jóvenes en la dirección de los sindicatos son una fortaleza. Acogen las responsabilidades con mucho entusiasmo. Son polémicos y con sus razonamientos y reflexiones son capaces de comprender que es necesario transformar estilos, métodos, formas de gestión del rol y desempeño del sindicato”, resaltó Ismael Druyet Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte.
El respaldo de los colectivos laborales y de los ejecutivos sindicales contribuirá, en buena medida, a que los continuadores de la obra de Lázaro Peña continúen cultivando la pasión de servir.