Desde la selección de los refuerzos, Pinar del Río se robusteció con tres jardineros y dos lanzadores, imprescindibles para la estrategia de su mentor Alfonso Urquiola, uno de los más callados e inteligentes de esta Serie Nacional. Y el terreno de juego ha demostrado sus aciertos: cinco victorias en igual cantidad de salidas en esta segunda fase.
Sin embargo, lo más llamativo de la tropa vueltabajera es la unidad y cohesión que logra su dirección con casi los mismos peloteros campeones de hace par de años. Es cierto que Vladimir García le redondea ahora el staff de lanzadores más completo de la campaña y que Roel Santos, Giorvis Duvergel y Dennis Laza mejoran la ofensiva y la defensa en los bosques; pero el olor a tabaco se respiraba desde antes y promete extenderse hasta los play off.
Hay quienes aseguran desde bien temprano que los occidentales discutirán el banderín; aunque su receptoría todavía sigue con deudas y necesitan más concentración en partidos cerrados. Urquiola lo sabe de sobra. Por eso da mayor confianza para robar bases a sus jugadores, toca la bola sin abuso y prefiere producir carreras con cualquier variante que aferrarse al batazo.
Trabucos son hoy los ocho conjuntos y el que garantice un ritmo avanzado en estos primeros desafíos ante el descanso por la Serie del Caribe (desde el 24 de enero hasta el 11 de febrero) despejará mejor el camino para los últimos 33 juegos. Pinar del Río lo ha concientizado como pocos y se aferra a la punta de la tabla de posiciones junto a Matanzas, una selección reforzada también con piezas claves, pero que continúa basando su juego en esa energía incansable de un Víctor Mesa cada vez más táctico y con el mérito indiscutible de extraer a cada pelotero su mayor rendimiento.
En la cara opuesta andan las avispas santiagueras con cinco derrotas en hilo y a siete juegos de los punteros. No faltan los que culpen al director Luis Danilo Larduet por haber preferido a Alfredo Despaigne antes que un lanzador (Vladimir o el camagüeyano Norge Luis Ruiz) en la primera ronda de los refuerzos. Y la realidad parece darles la razón, pues el pitcheo sigue siendo el 70 % de una victoria.
Nadie duda de las tremendas potencialidades de ese conjunto para reaccionar, pero con un bateo tan pobre (235), nueve errores en cinco desafíos y un cuerpo de serpentineros que no encuentra un líder, mucho tendrá que levantar para no quedar fuera de la fiesta final, a la cual apuntan con más precisión Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara e Industriales.
No quería despedir estas líneas sin abordar los posibles refuerzos de los monarcas nacionales a la venidera Serie del Caribe, que se conocerán el próximo 25 de enero. Al menos tres lanzadores, dos jugadores de cuadro y par de jardineros deben ser llamados por Ramón Moré si quiere armar un equipo que tenga herramientas para pelear con los campeones de México, Puerto Rico, Venezuela y Dominicana. Cualquier otra variante menor sería un suicidio táctico.
Resultados del domingo: INDVCL 3-13; MTZ-SCU 4-3; PRI-IJV 11-4 y ART-HOL 7-6 y 6-7.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.