Desde hace más de un año, la flota langostera de Casilda reforzó su precisión en la captura de las especies marítimas. La llegada del sistema de posicionamiento global (GPS) a las embarcaciones implicó, entre otras cosas, enrumbar certeramente la proa hacia lugares con gran presencia de un crustáceo exquisito al paladar.
Ubicar el sitio exacto donde operan las distintas tripulaciones y reducir el gasto de combustible a la mitad de cuanto se consumía anteriormente para extraer la langosta devienen beneficios de un sistema empleado alrededor del mundo para seguir los movimientos migratorios de los peces, velar el cumplimiento de las reglamentaciones y localizar los abundantes bancos de pesca.
De acuerdo con declaraciones a la prensa de Adalberto Carrazana Saroza, director de la unidad empresarial de base Pescasilda: “La navegación es más segura y por zonas de mucha riqueza marina luego de implementar la avanzada técnica en la provincia. Las posibilidades de encallar son mínimas y en caso de averías, sabemos el punto exacto donde está el navío. Esta tecnología supone tranquilidad para los pescadores, sobre todo para quienes zarpan en las noches”.
Con la Base de Control de Flota de Casilda como puesto de mando, el GPS envía hacia esa sede la información sobre sitios específicos donde hay múltiples manifestaciones de la especie para evitar recorridos en vano y planificar mejor el tiempo de los tripulantes.
La experiencia espirituana propició un encuentro nacional entre los técnicos encargados de controlar la actividad en unidades homólogas del resto del país, pues “gracias a los elevados niveles de captura luego del montaje del novedoso método, la UEB Pescasilda está a la vanguardia del programa”, concluyó Carrazana.
