Sonia Virgen Pérez, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y primera secretaria de la organización en la provincia de Granma, presidió la ceremonia, iniciada con la colocación de una ofrenda de orquídeas ante el monumento de Celia.
La máster en Ciencias Marbelis Terry, directora del museo que ocupa la casa natal de la combatiente, afirmó que sigue presente, bella como las orquídeas, pura como las mariposas y erguida como la palma real.
Añadió que la primera mujer incorporada al Ejército Rebelde vive y vivirá en el corazón de su pueblo porque, desbordada de sensibilidad humana, se identificó con los humildes de Cuba y del mundo.
Terry recordó que Celia organizó una red humana para ayudar a los expedicionarios del yate Granma, y fue exigente dirigente política y administrativa, además de celosa guardiana del legado documental de la Revolución cubana.
Se necesita, dijo, que las virtudes de la heroína caractericen a las nuevas generaciones de cubanos.
Tras el acto, efectuado en el Parque de los Mártires, el citado museo fue escenario de un intercambio entre estudiantes de Media Luna y mujeres de la ciudad de Manzanillo, entre ellas Caridad Pantoja y Virginia Cosme, compañeras de Celia en la lucha clandestina.
En la actual semana, niños plasmaron en dibujos sus visiones de la heroína, quedaron inauguradas exposiciones de serigrafías y artesanías, y se proyectaron documentales referidos a la revolucionaria, todo ello en el museo.
Este sábado también sobresalieron los homenajes efectuados en Pilón, donde Celia se incorporó a la Guerra de Liberación Nacional (1956-1958), y Manzanillo, escenario de varias de sus acciones clandestinas.
(Con información de la AIN)
