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Arte, belleza y utilidad desandan la Isla

La vajilla, decorada con singulares pinturas, llama la atención de todos, pues se sale de lo común y, a su vez, contribuye a ofrecer ese otro alimento tan necesario para los humanos: la espiritualidad.

Reproducir lo mejor del quehacer artístico cubano en todos los ámbitos de la vida, desde un plato o abanico hasta alguna cortina, ha sido la divisa de Arte en Casa, proyecto nacido con la intención de fomentar y sensibilizar el espíritu de quienes habitamos en la Isla.

Varios de estos creadores, entre ellos Roberto Fabelo y Yasbel Pérez, pintores de diferentes generaciones, consideran, respectivamente: “Se trata de una contribución al embellecimiento de la vida de la gente”, y de “tener el placer de llegar a muchas personas mezclando el arte con lo útil”.

A la distancia de un decenio, y con la inteligencia de haber sorteado múltiples escollos en los orígenes, esta suerte de ventana al arte cubano ha logrado imponerse a fuerza de creatividad y loables intenciones de que lo mejor de la cultura nacional llegue hasta el más recóndito sitio del país.

Su antecedente fueron las confecciones que, con la rúbrica Natural Cuba, nacieron bajo la premisa de llevar el arte cubano contemporáneo a las confecciones juveniles.

Transcurridos dos años de aquella iniciativa, Arte en Casa se planteó la proyección más abarcadora en sus propósitos, y amplió su espectro al estampar la obra de los creadores del patio en una gama superior de productos utilitarios y decorativos.

Aparecieron platos, abanicos, rompecabezas y otros objetos de uso cotidiano, estampados con obras de afamados pintores cubanos de diferentes generaciones.

Al cabo de estos dos lustros, Arte en Casa ha plasmado las creaciones de más de un centenar de artistas cubanos en cerca de 500 productos variados.

De acuerdo a declaraciones de Yasser Cardosa, gerente general de Comercial Lauros: “Hemos conquistado la aceptación y el reconocimiento de la población, artistas e instituciones culturales y comerciales, presentes a lo largo y ancho del país, y nos hemos convertido en una línea exportable abierta a nuevas propuestas e iniciativas”.

La principal resultante es trasladar las creaciones artísticas a los hogares y sitios públicos, así como la imbricación de estas con esos artículos, muy demandados; pero a la vez, generar financiamiento para la cultura.

Al final, se trata de llevar la obra artística al concepto de lo cotidiano y se traduce en suerte de galería que las personas exhiben y disfrutan en sus hogares.

El viernes último, en el Museo de Bellas Artes, incorporado también al proyecto al facilitar obras de los clásicos para ser empleadas en los diferentes artículos que se comercializan, sirvió como sede para la celebración del décimo aniversario del proyecto.

Allí fueron presentadas nuevas líneas de confecciones para jóvenes y niños bajo la rúbrica de Patatos, así como una gama de souvenir titulada Yo amo a Cuba.

Arte en Casa ha logrado la aceptación de personas e instituciones culturales y comerciales, presentes a lo largo y ancho del país, y se ha convertido en línea exportable abierta a nuevas propuestas e iniciativas. Disponen de tiendas especializadas en toda Cuba, la más reciente, la del complejo cultural El Sauce.

Al decir de Cardosa: “somos un camino para llevar el arte a nuestros hogares, promocionar a noveles y reconocidos artistas, y trasladar el arte y la cultura a nuestro pueblo de manera original y utilitaria”.

Reconforta ver en las calles la obra de los mejores artistas del patio en sombrillas o abanicos; los hogares decorados con cortinas, vajillas y otros utensilios, y degustar el café criollo en una taza estampada con la Gitana Tropical de Víctor Manuel.

(Tomada de la AIN)

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