Por María de las Nieves Galá y Francisco Rodríguez Cruz
Luego de un amplio debate con diversas opiniones no siempre coincidentes, el Parlamento cubano aprobó este viernes la nueva Ley de Código de Trabajo por el voto de la mayoría de sus integrantes durante la primera jornada del segundo periodo ordinario de sesiones de su octava legislatura.
Preocupaciones sobre las condiciones de trabajo y los salarios en sectores como educación, la salud y la ciencia; dudas sobre la cobertura de seguridad social para los trabajadores no estatales y propuestas para perfeccionar el principio de igualdad en el trabajo fueron algunas de las propuestas de los diputados.
Una interesante polémica se produjo alrededor del tema de las causales de posible discriminación en el ámbito laboral, a partir de la propuesta de la diputada Mariela Castro Espín de incluir entre ellas la identidad de género, el seroestatus de las personas y la discapacidad.
También se discutió acerca de la necesidad de un enfoque de género en la legislación y la inclusión más explícita del problema de la violencia en el trabajo, aspecto que fue apoyado por otros diputados.
Otras posturas concordaron con la redacción del proyecto por ajustarse a las técnicas jurídicas usuales en el derecho cubano hasta ahora.
Al fundamentar su punto de vista, el diputado Homero Acosta catalogó al proyecto de Ley como revolucionario y renovador, y enfatizó en la necesidad de la adecuación del código en correspondencia con la actualización del modelo económico, que ha traído nuevas relaciones en el mundo laboral Mientras Cuba hace eso, significó, en Europa se va desmontando el llamado sistema de bienestar. “Hay que pensar que un código de trabajo es un bien preciado y precario en el mundo”, porque no puede haber ningún derecho si no hay trabajo, y hoy en muchas partes prevalece el código de los sin trabajo.
También resaltó que este código está atemperado a la nueva realidad económica. “En Cuba están reconocidos derechos que en otros lugares son sueños”, apuntó.
El diputado Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, propuso encargar a una comisión parlamentaria la incorporación de la esencia política y de técnica jurídica de los planteamientos de todos los diputados, lo cual fue apoyado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido, y aceptado por los parlamentarios.
Además hubo propuestas para perfeccionar artículos relacionados con los derechos de las trabajadoras en estado de gestación, así como para la fiscalización de los procesos de admisión y contratación por las organizaciones sindicales.
En la sesión vespertina el Parlamento conocerá sobre la marcha de la implementación de los Lineamientos del VI Congreso del Partido para la actualización del modelo económico cubano.
