El análisis del cumplimiento integral del plan de la vivienda fue uno de los temas debatidos en la Comisión Industria, Construcción y Energía de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones de la capital.
Según Santiago Lage, presidente de la comisión, al cierre del mes de octubre, por el sector estatal, debían terminarse por cronograma 10 mil 450 viviendas y solo se cumplió con el 80 % del plan, para unas 8 mil 403 casas y por esfuerzo propio se terminaron 9 mil 604.
Los problemas con los suministros de materiales, la inestabilidad de la fuerza laboral, así como la poca correspondencia de los planes con las necesidades de los territorios, son alguno de los factores que repercuten en el cumplimiento de lo planificado a juicio de los diputados.
Otro elemento que provoca los malos resultados es la baja preparación de operarios y técnicos. “Lo que no se hizo bien se tiene que rehacer y esto ocasiona más gastos”, comentó Rafael López diputado de La Habana.
Jorge Acosta, parlamentario de Santiago de Cuba, considera la poca capacitación como una justificación. “Creo que el asunto pasa por la falta de planificación, control y seguimiento de las obras. Lo que se puede hacer en unas semanas tarda meses”.
“La mala calidad -continuó- es igual a desvió de recursos, falta de control.
Para cumplir hacemos maratón y eso lleva a la chapucería”.
Una de las deficiencias, que detectaron los parlamentarios durante un recorrido por 59 municipios del país, fue la necesidad de ampliar y cumplir el programa de habilitación de cuarterías y la venta de solares yermos u otros espacios para la construcción de viviendas.
“Es significativo el deterioro acumulado del fondo habitacional. Se ha perdido la cultura del mantenimiento, no se aprovechan los recursos disponibles para hacerlo”, explicó Santiago Lage.
El hacinamiento y la poca integralidad en el análisis de la situación de la vivienda es otra de las preocupaciones de los diputados. “No se evalúan las consecuencias sociales que engendra esta situación y no se concretan medidas para atenuarla”, refirió Lage.
“Aunque hay problemas de índole material en la solución de las problemáticas, se puede avanzar mucho más. Nuestro deber es controlar y exigir más a todos los niveles”, concluyó.
También se plantearon preocupaciones sobre la fluctuación de la fuerza de trabajo, los sistemas de pago y la atención al hombre. “No se ha logrado implementar pagos que inciten a elevar la productividad”, opinó Saraí Corría, diputada de Guantánamo.
Al respecto Isbel Guilarte Reyes de la misma provincia, invitada a la comisión, comentó que “sin estimulación por resultados no se avanza, por eso, los constructores prefieren trabajar en las obras del turismo. Hay que poner al hombre en el centro para que se solucionen los problemas”.
El control, la exigencia y la organización del trabajo son las fórmulas fundamentales para encauzar el tema de la vivienda en el país según lo expresado por los diputados.
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