El Ministerio de Transporte da en el blanco con las 13 guaguas marca Diana, destinadas al “tiro” de pasajeros en las dos principales ciudades de la central provincia de Ciego de Ávila.
Identificados con el rótulo de la simbólica piña y el nombre de: Ómnibus avileños, salieron a las calles 11 de esos equipos en la capital provincial y dos en Morón, los cuales fueron ensamblados en la empresa productora de ómnibus de Guanajay, en La Habana.
Cada uno de los medios tiene capacidad para 43 personas (28 sentados y 15 de pie), por lo que constituye un paliativo para la situación del transporte urbano en el territorio. Todos funcionando mueven miles de viajeros y, como son recién estrenados, garantizan más estabilidad en la prestación del servicio.
Sin embargo, todavía no satisfacen la demanda de la población. El ingeniero agrónomo José Carlos Castellanos, uno de los que esperaba en la parada del parque José Martí, opinó que “la guagua número 22, que circula principalmente por la carretera central, corre con frecuencia, en cambio tardan mucho las rutas 2 y 7, por citar solo dos ejemplos”.
En el instante, corroboró tal afirmación Daisy Hernández, jubilada: “Hace más de una hora no pasa la 2 y, si me pongo fatal porque falle el carro grande, seguiré esperando ya que las nuevas son chiquitas”. “Esas están bonitas, pero vale un peso el pasaje”, añadió otra compañera.
Miguel Enrique Mojena Medina, director de la base de ómnibus urbanos, del municipio de Ciego de Ávila, explica que resulta sensato no sobrepasar la capacidad de las tipo Diana, con vistas a cuidarlas para prolongar su vida útil y cumplir el tiempo de garantía en la actualidad que es de 60 mil kilómetros per cápita.
“Nuestra intención es reforzar todos los itinerarios con los ómnibus nuevos para que haya opciones en los precios, las que cuestan 0,20 centavos y las de 1,00 peso, ya hemos logrado el objetivo en las rutas 1, 3 y 22”, ejemplifica el directivo.
“¿Por qué un peso?, esto obedece a una tarifa nacional puesta en vigor a partir de la aplicación de la resolución 387/2013, del Ministerio de Finanzas y Precios”.
Comenta Mojena que el incremento del parque automotor facilitó el traspaso de 9 camiones ruteros a varios municipios avileños, donde refuerzan la transportación hacia comunidades rurales.
“Con dos de esos semiómnibus que quedaron en nuestro centro, creamos las rutas 4, rumbo a la periferia de la ciudad, y la 207 hasta el contingente agrícola III Frente, cercano al poblado rural de Vicente”.
Dejar la ruta crítica
De mal a mejor transita el estado del equipamiento en la base de la capital avileña. Cuando Trabajadores asistió en enero pasado a la asamblea de afiliados para la presentación del plan de la economía 2013, el coeficiente de disponibilidad técnica era de 47 %, hoy llega a 61.
Los resultados fueran aún superiores si también rodaran los 23 carros paralizados en los talleres de dicha base. Siguen inactivos debido a la falta de bombas de inyección, motores de arranque, alternadores, filtros. Estos componentes corresponden a la demanda de recursos del 2012 en algunas líneas de equipos, según Mojena Medina, y ya se avecina un nuevo año.
Lógicamente, el Mitrans no ha podido acortar la gran distancia en el ciclo de confección de la demanda, las importaciones y la llegada de las piezas y accesorios a sus destinos, a diferencia de la alentadora gestión en neumáticos y baterías.
De todos modos, el colectivo avileño timonea el déficit de piezas. “Mi súper bus lo arreglo yo…”, afirma Félix Poll y sigue ajustando el motor en fase de mantenimiento. Muchos como el experimentado chofer ayudan a los mecánicos para esquivar los baches del aseguramiento material.
Así la unidad transportista gana velocidad con el sobrecumplimiento hasta la fecha del plan de ingresos y la optimización de los recursos energéticos. Tal eficiencia eleva el salario promedio mensual por trabajador y la estimulación les ha beneficiado todo el año, durante el 2012 la disfrutaron solo un mes.
Los nuevos ómnibus Diana, no solo mejoran el índice promedio general de consumo de combustible de 2,60 a 4,25 kilómetros por litro, han coadyuvado también a que el transporte urbano avileño vaya dejando atrás la ruta crítica, a pesar del largo trecho por andar.