Icono del sitio Trabajadores

Millones provenientes del mar

Los empacadores, en su mayoría mujeres, laboran a menos de 12 grados Celsius.
Los empacadores, en su mayoría mujeres, laboran a menos de 12 grados Celsius.

La entrega de los trabajadores de la Empresa Pesquera e Industrial de Sancti Spíritus (Episan) compite con la paciencia de una novia que espera a su amor eterno sin moverse del puerto. El personal aguarda la entrada de cargamentos con especies marinas para procesarlas todavía frescas; los horarios no importan. Y si ahora presumen de una industria remozada estructural y tecnológicamente, fue el empuje colectivo el “material estrella” para erigir cada palmo de la fábrica.

“Nuestros obreros levantaron todo con su esfuerzo; al inicio lo hicimos al estilo vikingo, pues con el casco de un viejo barco atado a largas cadenas derribamos las antiguas construcciones que ocupaban estos terrenos”, precisó Gilberto Fontanil Placeres, director del capital humano de Episan.

Entre 2012 y 2013, el Estado ha invertido unos 3 millones de pesos en la revitalización de esta industria, en pos de ampliar sus capacidades y certificar las producciones en un mercado internacional que cada vez paga más caro los frutos del mar. “Hoy la tonelada de langosta, por ejemplo, está valorada en 28 mil USD y nosotros la exportamos principalmente hacia Europa y Asia”, acotó Fontanil.

Considerada entre las tres mejores empresas de su tipo en el país, la instalación compuesta por 6 unidades empresariales de base (UEB) y ubicada en las zonas costeras de Tunas de Zaza y Casilda, puede recepcionar unas 20 toneladas (t) de pescado por día.

La adquisición de nuevos refrigeradores permite congelar los productos en solo cuatro horas.

Vitalidad para la industria

La adquisición de una trilladora para clasificar mejor al camarón, la imagen renovada de la barrera sanitaria y el incremento de la congelación devienen elementos dentro de una empresa que se nos presenta modernizada. Enfocada a capturar, industrializar y comercializar todas los productos de la plataforma, Episan contribuye a afianzar el sello cubano en predios del orbe y sus condiciones van in crescendo para el 2014.

“Pretendemos aplicar las normas cubanas de calidad ISO-9000 para certificar la terminación del producto y mercantilizarlo sin intermediarios. El año que viene venderemos al turismo directamente a través de PescaCaribe, eliminando a Pescapir como mediador; eso permitirá que el margen comercial sea nuestro y el dinero vaya a las arcas de la empresa”, advirtió Fontanil.

Episan destila integralidad al procesar camarón de cultivo y de mar, langosta, pescado y otras especies procedentes de la plataforma. Cuestiones de financiamiento a inicios del 2013 presionaron a la mencionada entidad, sin embargo, no faltaron las estrategias que permitieran el cumplimiento de los planes de captura y de procesamiento industrial, de mil  262 t y mil 342 t respectivamente.

“Complementamos la falta de la biomasa pescable con otros animales; capturamos alternativamente: jaiba, cangrejo blanco y moro, cobos, ostiones,  así como claria y tilapias aclimatadas a las aguas salobres en las desembocaduras de los ríos. También los 300 pescadores no estatales, reconocidos como los más productivos del país, resultan un apoyo invaluable para cubrir las cifras pactadas”, aclaró el director del capital humano.

Aunque las carencias logísticas impiden la pesca de un número de camarones presentes en aguas del territorio, la industria asume cargamentos de provincias como Cienfuegos y Ciego de Ávila, dada la incapacidad tecnológica de las mismas para consumar la tarea. Además, el aprovechamiento a la hora de industrializar a ese tipo de crustáceo procedente de la Perla del Sur llegó hasta un 96 %, récord histórico en Cuba.

El montaje de una máquina de picadillo y del sistema de GPS en los barcos langosteros enriqueció también a la infraestructura pesquera en Sancti Spíritus. Según Yoislán Rodríguez Urquiza, director de la UEB Induzaza: “La máquina es de procedencia alemana, separadora de piel y espina, su costo ascendió a los 110 mil USD y solo hay dos en el país. Elabora una tonelada de picadillo por hora y usa como materia prima especies de pequeñas tallas y bajo valor comercial, entre ellas, la mojarra y el machuelo.

“Otrora, esos peces se desechaban, hoy conforman un picadillo de primera calidad, aunque nos falta garantizar su destino. De otro lado, tenemos los buenos resultados de los GPS adheridos a los barcos langosteros, esa tecnología facilita el encuentro de los puntos con mayor presencia de la especie”, aseguró el funcionario.

Las perceptibles condiciones técnico-organizativas confieren indudables fortalezas a una empresa que suma más de 12 millones en moneda total dentro de sus ingresos. Sin embargo, sus directivos reconocen que es sobre los hombros y la competencia de los profesionales donde descansa la materialización de cada meta.

Recursos humanos: el todo del proceso

Transitar por las distintas áreas de la Planta de Proceso de Tunas de Zaza es como pasar en poco tiempo por las diferentes estaciones. Las temperaturas extremas y variables, de acuerdo con los espacios, climatizan la cotidianidad de las pieles ya curtidas por el salitre y acostumbradas a un ambiente gélido o a un aire hirviente.

“Aquí laboramos a menos de 12 grados Celsius y empacamos 240 kilogramos de pescado cada cinco minutos y esa misma cantidad de camarón en diez, a veces sin recesar en todo el día. Pero, nos motivan constantemente para continuar”, afirmó Amelia Baño, quien pertenece al área de empaque.

En la instalación espirituana aplican sistemas de pago por resultados para impulsar a su mano de obra. “La tripulación de un barco que cumpla el plan durante una campaña puede obtener hasta mil 300 CUC y 10 mil pesos. Por su parte, los operarios del área de empaque, por ejemplo, obtienen alrededor de 90 CUC de estimulación, sumados a su salario regular.

“A veces, cuando la pesquería aumenta, tenemos inconvenientes burocráticos con los pagos a pescadores particulares que tributan a la empresa y reciben el dinero tardíamente; pero ese es un problema que deberemos saldar en el 2014”, sustentó Fontanil.

Índices favorables y calidad reconocida caracterizan las producciones de Episan;  lugar que brinda al mundo especies marinas que, aun cuando se ausentan de nuestras mesas, devienen “tabla salvadora” para que el país adquiera productos de primer orden, entre ellos medicamentos y alimentos. Solución valedera para una isla que busca subsistir dentro del mercadeo que cada vez dificulta más la existencia.

 

Compartir...
Salir de la versión móvil