Archivo histórico provincial: guardianes del tiempo

La casona situada en Martí y Cuarteles no parece, desde el exterior, el lugar de preservación de la memoria histórica de Vueltabajo. A través de las altas ventanas enrejadas, ideales para la circulación del aire, se escapa también el aliento temporal que se respira en la institución, la cual celebró recientemente su aniversario 30.

El Archivo Histórico Provincial de Pinar del Río acumula importantes documentos custodiados, permanentemente, por 24 trabajadores que enfrentan al enemigo más silencioso y mortal: el paso de los años. En su colección se encuentran valiosos tesoros referidos a Fidel Castro Ruz, Julio Antonio Mella e Isabel Rubio, entre otros.

La fiesta de los 30

“Nuestra misión consiste en atesorar el patrimonio documental de las diferentes etapas históricas y por eso se pueden consultar papeles de cuando Guanajay, Artemisa y Cabañas pertenecían a Pinar del Río”, explicó Ania Pampillo Cheda, especialista principal del departamento de servicios y automatización.

La institución surgió el 1 de diciembre de 1983, período en el cual se articuló la red de archivos en el país. Entonces, la Ley 714 pautó las funciones a desempeñar por los centros provinciales y municipales de este tipo, aunque en Pinar del Río solo existe el provincial.

“Los documentos estaban dispersos en los mismos organismos de origen y por eso se creó una comisión por el Partido encargada de recopilarlos. Antes de que existiera este centro mucho material relativo a nuestra zona se guardaba en el Archivo Nacional y allí se conservan todavía”, añadió Pampillo Cheda.

Como señaló la directora Vivian de la Caridad Méndez, la Ley 265 del año 2009 fortaleció aún más la gestión de la red de archivos y en la actualidad se ha creado un sistema de coordinación que funciona con las empresas y organismos.  

El proceso de selección minuciosa se mantiene hasta nuestros días. Según explican los especialistas del centro, en el archivo de gestión los materiales se retienen durante cinco años hasta ser evaluados por una comisión de valoración que decide si ingresan o no en el archivo central. Una vez en este, deben transcurrir 25 años hasta que los expertos determinan cuáles poseen valor para incorporarse al archivo histórico, paso final para su conservación. La institución, además, posee un departamento de procesos técnicos encargado de clasificar y organizarlos atendiendo a normas internacionales.

Tesoros valiosos

La incalculable colección está constituida por 37 fondos y colecciones y unos mil 383 metros lineales de documentos. El más antiguo de estos es un protocolo notarial de la Escribanía de Gobierno correspondiente al período 1175-1789, aunque algunos tesoros más jóvenes destacan por su relación con personalidades sobresalientes de nuestras luchas.

En el fondo del Instituto de Segunda Enseñanza se encontró un expediente perteneciente a Julio Antonio Mella. El folio aparece registrado bajo el nombre de Nicanor Mc Partland -nombre del padre y apellido de la madre- ya que Mella, por sus posiciones políticas en la Universidad de La Habana, se vio obligado a cursar asignaturas a distancia en Pinar del Río y bajo otro nombre.

En los estantes del centro se halla también una causa, dentro del fondo del Tribunal de Urgencias –fundado en 1934-  que presenta como acusados a Fidel Castro Ruz, Pedro Téllez y Blas Roca, quienes tampoco hicieron acto de presencia en la provincia.

Asimismo, es posible consultar el testamento de la patriota Isabel Rubio, firmado tres días antes de morir; una revista, El Fígaro, de 1918, edición especial sobre Pinar del Río; publicaciones como El Heraldo Pinareño, El Vocero Occidental y otras revistas, además de una pequeña biblioteca especializada en historia.

Entre los fondos más destacados -cada fondo está referido al organismo o centro que los produjo- se encuentran los de Instituciones judiciales coloniales y Protocolos Notariales. El primero guarda documentos legales jurídicos, como ventas de terrenos, expedientes por juicios de muertes, por fianzas, mientras Protocolos Notariales posee papeles de ventas de casas, terrenos, matrimonios. Sobre estos últimos el archivo entrega una certificación que puede ser usada para realizar trámites legales.

En el caso del fondo del Tribunal de Urgencias, ha servido de referencia para investigaciones sobre la lucha contra la dictadura, porque allí se juzgaban varias causas políticas relacionadas con la clandestinidad. Los estudiantes acuden al centro buscando información sobre historia de alguna comunidad para sus trabajos de curso. El archivo provincial lleva 30 años colaborando con la comunidad y la preservación de la historia de Vueltabajo.

Obstáculos más allá del paso temporal

El colectivo enfrenta otros obstáculos más allá del paso irreversible del tiempo. Como explica Vivian de la Caridad Méndez, “carecemos de medios para la digitalización de los fondos y de recursos y equipamiento, como estanterías, cajuelas, para la conservación”.

La humedad característica de nuestro clima es uno de los enemigos fundamentales, teniendo en cuenta que la edificación no cuenta con climatización. Instituciones de este tipo deben poseer características únicas -deben ser ubicadas lejos del mar y de los árboles y construidos con materiales especiales- y la construcción que acoge al actual archivo no tenía ese propósito primigenio.

“La conservación de los documentos es preventiva y tomamos una serie de medidas como son mantenerlos organizados en los depósitos, pero, por ejemplo, tenemos estantes con el fondo de madera cuando deberían ser completamente de hierro, para evitar el ataque de los insectos a la madera y a los papales. Además carecemos de deshumificadores y como no tenemos climatización tratamos de controlar el clima en los depósitos procurando usar la ventilación natural, que sí es buena”, argumenta Mirta Eugenia Acosta Casanova, especialista en restauración y conservación.

Los diarios antiguos son algunos de los más afectados, pues presentan un elevado nivel de acidez que impide ser puestos a disposición del público. Ciertamente, la preservación requiere de muchos recursos que no siempre se encuentran a disposición.

“El Archivo se ha presentado a tres convocatorias ADAI -convocatoria de ayuda internacional para los archivos de Iberoamérica- las cuales fueron aprobadas. Gracias a esto hemos podido restaurar algunos mapas y planos de la colonia hasta la actualidad, el fondo Francisco Casos Luengo y el de Recursos Minerales, pero aún es insuficiente, pues son apenas tres de 37”, argumenta De la Caridad Méndez.

La ayuda internacional colabora con el pilar de sustento fundamental del centro: la voluntad y el conocimiento de los trabajadores, quienes realizan una fuerte labor preventiva, de custodia y de restauración, dentro de sus posibilidades. En ocasiones, en días de demasiada lluvia, las puertas de la casona situada en Martí y Cuarteles permanecen cerradas para proteger los documentos.  Los conservadores viven una lucha constante contra las plagas y el polvo para proteger papeles tan delicados del enemigo silencioso, pero a pesar de las dificultades, los 24 trabajadores del Archivo Provincial de Pinar del Río cuidan sin descanso de la impronta vueltabajera, como auténticos guardianes del tiempo.