En la comunidad La Picadora, en el municipio de Yaguajay, abundan los arbustos y las mariposas, y no es extraño escuchar a algún campesino improvisar una canturía. Es ahí precisamente donde comenzará a implementarse un proyecto de desarrollo local que contempla la elaboración de materiales de construcción.
José Alexis Rodríguez Gago, especialista municipal del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) en ese territorio de la provincia de Sancti Spíritus, es optimista a la hora de hablar del tema que debe influir directamente en la vida de sus pobladores.
“Consiste en la producción artesanal de ladrillos con materiales que se encuentran en la propia comunidad y está orientado fundamentalmente a la solución de los problemas del barrio, que tiene un sistema habitacional deteriorado”, afirmó el especialista.
“Otro proyecto es sobre el rescate de tradiciones culturales, en ese sentido existen cinco talleres de niños repentistas”, puntualizó.
Para el ingeniero mecánico, estos programas parten del aprendizaje continuo de las comunidades y tienen como bases: qué necesitan, con qué cuentan y qué pueden hacer con lo que poseen.
“Es una manera de desarrollar un área determinada, no depende de aportaciones externas y casi siempre son actividades que están en la cultura del propio sitio”, subrayó.
Con esa experiencia llegaron él y muchos otros investigadores, funcionarios de gobierno y otros especialistas al III Encuentro de Desarrollo Local celebrado en La Habana, el cual propició un amplio intercambio de experiencias, con abordajes innovadores y multidisciplinarios, entre especialistas y gestores en este tema.
Ese fue el caso de Harold Castillo Naranjo, vicepresidente de la asamblea municipal en Santa Cruz del Norte, provincia de Mayabeque, quien con la didáctica del maestro que lleva en sí, habló sobre su terruño.
Precisamente, desde hace tres años, en Santa Cruz del Norte comenzó la elaboración de la estrategia de desarrollo local, que tiene cuatro líneas a partir del levantamiento hecho: una referida a la producción de alimentos, otra a la capacitación del capital humano, la del mejoramiento del hábitat y una relacionada con el rescate de la identidad.
“Existen muchos temas investigados por las universidades y centros dedicados a esos fines, que tienen un impacto en la vida económica y social de esas áreas, los cuales, hoy por hoy, no se emplean. Debemos crear espacios para que nuestros investigadores aprovechen sus ideas en el propio territorio”, subrayó.
En relación con las estrategias concebidas dijo que fueron elaborados proyectos o tipos de proyectos que se utilizan en la localidad. “Ya tenemos algunos como el programa de producción de materiales de la construcción”, acotó. Añadió que los planes todavía están en fase de aplicación y no pueden hablar de resultados finales, mas existe un seguimiento.
Desde su punto de vista, los municipios del país tienen altas potencialidades de incursionar este empeño, pues durante años Cuba ha dedica do importantes esfuerzos en la preparación de su capital humano.
Traje a la medida
Al hablar de desarrollo local, Ada Guzón afirmó que este tema “tiene muchas interpretaciones y no está a mi juicio bien debatido el asunto”. No obstante, considera que está relacionado con el desarrollo de las localidades y en este caso de los municipios, como unidades político-administrativas.
En ese sentido existen las iniciativas municipales de desarrollo local (IMDL), y el integral que realizan algunas regiones del país, establecidas con planes del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) y otros organismos nacionales.
La directora del Centro de Desarrollo Local y Comunitario (Cedel), del CITMA, afirma que es un proceso impulsado por los actores locales.
“Ese desarrollo debería estar conectado justamente con proveer a los habitantes de cada uno de los municipios de aquellos aspectos que les mejoran la vida. Hablamos de desarrollo próspero y sostenible y eso debe tener lugar en el municipio, el cual tiene mucho que aportar.
“Hasta ahora ha sido más ejecutor de políticas nacionales que diseñador e implementador de las propias, a partir de la identificación de las potencialidades que tiene la localidad, y que son las que directamente influirían en la condiciones de vida de la población, lo cual no quiere decir que se desentienda de las políticas nacionales, sino que las adecue a los territorios.
“El desarrollo de Mantua no puede ser igual al de Jagüey Grande o San Antonio del Sur, son lugares diferentes, con historias diferentes. Son trajes a la medida, no hay una fórmula mágica para hacer o planear el desarrollo del municipio, sino que cada uno tiene que ir construyéndolo a partir de determinados elementos metodológicos, pero según sus propias características”, aseguró Ada.
Tanto para ella como para otros investigadores, los Lineamientos Económicos y Sociales del VI Congreso del Partido corroboran el lugar primordial que deben tener los consejos de administración en la dirección de sus territorios.
“Uno dice, bueno, aquí está la plataforma que hacía falta, está la coyuntura. Podemos ser un referente en América Latina por las potencialidades que poseen los municipios cubanos y porque nuestro sistema es consustancial a este desarrollo que tiene en el centro a las personas.
“Es el momento de que el municipio despliegue toda su iniciativa, para lo cual debe saber qué desarrollo se quiere y se puede, y eso pasa por identificar todos sus potenciales e integrarlos.
“Por ello si vamos a hablar de desarrollo local e impulsar esos procesos que deben liderar los gobiernos, en primer lugar hay que buscar las herramientas y conocimientos prácticos para hacerlo.
“Tenemos muchos centros de investigación, de universidades y lo que hace falta es conectar todo eso con la demanda del municipio para impulsar esas propuestas y preparar a los diferentes actores locales, empezando por el gobierno.
“Si los 168 municipios del país son capaces de responder a sus habitantes pero también a la economía cubana, imagínate cuánto puede suceder y cuánto se podría lograr en materia de desarrollo en el país”, afirmó Guzón.
