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Cabalgando en el jardín

El movimiento tridimensional que el caballo ejecuta al caminar se transmite a la parte motora del cerebro del jinete. Foto: TV Camagüey
El movimiento tridimensional que el caballo ejecuta al caminar se transmite a la parte motora del cerebro del jinete. Foto: TV Camagüey

La mañana parecía tranquila. Los trabajadores estaban dispersos preparando otra faena cotidiana, y solo el niño Dayán Estrada, junto al abuelo y a un técnico, pateaban una pelota en la esquina del recinto. De pronto, un barullo perturbó el silencio y el Centro de Equinoterapia Jardín de Sueños, de Camagüey, cobró  vida con la llegada de una veintena  de adolescentes que tienen visibles  discapacidades.

La institución, única de su tipo en Cuba, está ubicada en un lugar precioso, cobijada por los enormes árboles del gran Casino Campestre, y cada espacio fue construido con un fin muy específico, aunque el inicio no fue tan espléndido.

“Comenzamos en el patio de mi casa con dos caballos y la participación de 14 alumnos de la escuela especial Nguyen Van Troi; una compañera  de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) conoció las bondades de esta terapia en La Habana y  habló con mi papá sobre la situación  de muchos niños que en nuestra ciudad  la necesitaban. La Empresa de Flora  y Fauna aportó el área, contribuyó a  su montaje, y ya llevamos 10 años con  resultados maravillosos”, afirmó Juan  Miguel Fatjó, vaquero y promotor del  proyecto Esperanza.

“Al principio lo hacíamos empíricamente, pero nos capacitamos  y fuimos incorporando licenciados  en Cultura Física, logopedas, médicos, fisioterapeutas, psicólogos,  instructores de arte, entrenadores  deportivos y de equitación; pasó de  ser un programa de terapias para  los niños de las escuelas especiales a incorporar a todos los que se  atendían en las distintas instituciones de Salud Pública; ha sido  efectivo para todas las discapacidades: Síndrome de Down, autismo, retraso mental, parálisis cerebral, limitaciones físico-motoras,  sordera y hasta cardiopatías.

“A los que están encamados los traen en sillas de ruedas y aquí les aplicamos diferentes terapias; siempre se prioriza la capacidad más aguda que tiene el niño para trabajar en  ella y cuando logran vencer la discapacidad, caminan o hablan y mejoran su calidad de vida, se incorporan a la enseñanza especial. Hemos  llegado a tener hasta 350 muchachos  en el centro, pero como los casos van  disminuyendo cada año, ahora tenemos 169”, recordó Fatjó.

El estímulo neurológico que produce el caballo

“Lo que se aprovecha en la equinoterapia es el movimiento tridimensional que el caballo ejecuta al caminar:  cuando tiene tres puntos de apoyo y  uno en el aire emite de 110 a 120 impulsos nerviosos por minuto a través  de la médula espinal a la parte motora  del cerebro”, explicó Reinaldo Alemán, licenciado en Cultura Física.

“Realiza movimientos ascendentes, descendentes,  rotación, flexión,  que  incitan  a  trabajar  la  masa  muscular del niño que en la cama  o una silla de ruedas no lo hace; le  da orientación espacial, y empieza a mejorar su calidad de vida.

“Cuando el niño está montado en la espalda del caballo esos impulsos se transmiten a su cerebro (él  no los tiene porque está encamado,  en sillas de ruedas o impedido); el animal le excita ese movimiento, se lo va proyectando a la parte motora del cerebro y con el tiempo el pequeño quiere empezar a caminar.

“Muchos padres han llegado a nosotros preocupados y también contentos, porque sus hijos ya se paran en la silla de ruedas o en la cama.  Ese es el gran aporte del caballo; da  mucho equilibrio, y una persona sin  equilibrio no camina”.

Alemán comentó, además, el beneficio de la equinoterapia para los niños  cardiópatas. Junto a un médico realizan ejercicios físicos o calentamientos  que les suben las pulsaciones a 160 por  minuto; más cuando los montan en el  caballo —por ser un animal de alta talla y tener el corazón más grande— les  baja el ritmo cardíaco a 80 pulsaciones por minuto. 5

Según fuentes especializadas, en media hora de caminata un jinete practica alrededor de 2 mil ajustes tónicos. Estos movimientos producen vibraciones que son transmitidas  por la médula, con frecuencia de 180  oscilaciones por minuto y esa información es la misma que recibe el cerebro cuando una persona camina.

El caballo es el único animal que produce este estímulo neurológico, que favorece la coordinación motora, la atención, el equilibrio, los reflejos y muchas otras respuestas autónomas; también actúa sobre las funciones cognoscitivas y especialmente  sobre las respuestas emocionales.

Preparando el futuro

Muchos niños llegan a Jardín de Sueños con severas limitaciones para los movimientos o la asimilación de habilidades; sin embargo, en  la medida en que van mejorando sus  dolencias o limitaciones se incorporan a los diferentes proyectos del  centro.

Mirna Méndez González-Pardo, licenciada en Defectología y Máster en atención al niño con discapacidad, precisó que tienen múltiples  opciones dirigidas a prepararlos  para el futuro, en dependencia de  la vocación de cada uno a través de  los círculos de interés que allí funcionan, como son deporte, danza,  pintura; también cuentan con un local para trabajar el barro, casas de  cultivo tapado y las cuadras de los  caballos.

Según señaló, estos niños pueden permanecer en la escuela hasta los 20 años; durante todo ese tiempo participan en estos programas de rehabilitación en condiciones naturales. Comentó el ejemplo de una niña que ya  trabaja en el merendero del centro.

La también coordinadora de Salud Pública, en Jardín de Sueños, explicó que tienen una consulta multidisciplinaria “donde vamos  evaluando la evolución del niño,  revisamos los casos, aconsejamos y orientamos a los padres, hacemos  pautas de tratamiento: qué han logrado y cómo modificarlo; la mayoría se desarrolla positivamente, y lo  hacen en menor grado aquellos que  no tienen la equinoterapia recomendada, como son los casos de escoliosis y epilepsia, para los cuales no es  aconsejable.

Se han constatado mejoras en el desarrollo de habilidades motoras, del control del tono muscular, la postura, la conducta y el ajuste emocional en niños con parálisis cerebral, con dificultades sensoriales y parapléjicos.

La especialista destacó la calidad humana y especialización del  personal de la institución, así como  los lazos que se crean con cada una  de las familias de los pacientes, lo  cual contribuye significativamente  a la efectividad de las terapéuticas.

Principios de la equinoterapia

La equinoterapia cumple epapel de psicoterapia o fisioterapia, según se requiera. Sus  efectos terapéuticos se basanen tres principios elementales:

1.- El calor corporal decaballo (38°C) provoca una favorable distensión musculararticular del cinturón pélvico  y los miembros inferiores.

2.- Los impulsos rítmicosdel lomo del caballo (90-110 porminuto) se transmiten al paciente por medio de la columnavertebral hasta la cabeza, favoreciendo la relajación musculary la estabilización dinámica detronco y de la cabeza.

3.- El patrón tridimensional que transmite el caballo  al cinturón pélvico del jinetees equivalente al de la marchahumana; posibilita una regulación del tono muscular, ladisminución de reflejos tónicos, la estabilización dinámicadel tronco y de la cabeza, y edesarrollo del equilibrio y lacoordinación psicomotriz.

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