La Real Academia Española (RAE) busca acabar con la polémica que la rodea, tras suprimir algunas de las acepciones más sexistas del diccionario, que verá la luz a finales del próximo año luego de cinco años de vigencia y cinco actualizaciones en ese tiempo.
En esta vigésimo tercera edición la publicación ya no contará con las definiciones machistas de algunos términos. Babosear, por ejemplo, ya no será «obsequiar a una mujer con exceso», femenino dejará de definirse como algo «débil y endeble» o lo masculino como «varonil y enérgico». No obstante tal decisión, varios académicos aseguran que no se puede prescindir de ciertas palabras “ofensivas” con la mujer.
Estos son algunos de los más relevantes ―no los únicos― pero como recoge Tereixa Constela en el diario El País, hay varios ejemplos más de acepciones que serán modificadas.
Hasta ahora se definía a un cocinillas como un «hombre que se entromete en cosas, especialmente domésticas, que no son de su incumbencia». Gozar era «conocer carnalmente a una mujer» o al huérfano se le detallaba como «dicho de una persona de menor edad: a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre». También choca el concepto periquear, definido como «dicho de una mujer: disfrutar de excesiva libertad».
Aparte de algunas acepciones de palabras que se van a suprimir, los miembros de la RAE también buscan acabar con el vacío que existía en los nombres de profesiones o actividades desarrolladas por las mujeres, pero que no estaban con lema doble, como puede ser alfarero/-ra, camillero/-ra, herrero/-ra, soldador/ra.
Hay palabras cuyo género pasará a ser común tanto en el masculino como en femenino, sin necesidad de cambiar la terminación (por ejemplo: el/la submarinista).
Esta polémica por la lentitud del organismo a la hora de eliminar acepciones machistas llega poco tiempo después de que tuvieran otra ‘bronca’ por el anuncio que conmemoraba sus 300 años de existencia. En el anuncio aprovechan el otro sentido de su lema «Limpia, fija y da esplendor» para mostrar cómo una madre se enfada con su hijo después de que este derramara mermelada en el suelo. Tras ello, la mujer le dice al niño que lo recoja antes de la llegada del padre, dando a entender que la madre es la responsable de las tareas domésticas. (Tomado de Internet)