Cuando se planteó la oportunidad de la construcción de la Fábrica de Leche en Polvo en la ciudad de Camagüey, otrora reconocida cuenca lechera, siempre hubo algún que otro detractor. Aún así comenzaron las acciones de demolición en marzo del pasado año y los escépticos dudaban de la posibilidad. Pero hoy cuando se anuncia el ya cercano cumplimiento de la construcción, a pesar de los atrasos, el panorama es otro.
Y es que la dificultad de la empresa no se ocultó nunca, pues no era tarea de unos pocos y el déficit tecnológico demoraba algunas acciones. Pero el título de ser la primera de su tipo, nadie se lo arrebata a la industria camagüeyana.
Su ejecución corre a cargo de la Empresa Constructora de Obras Industriales ECOI Ocho con una inversión de la Empresa de Productos Lácteos, que con un costo de 13 millones 154 mil pesos, prevé ahorrar importaciones de un producto que se cotiza mundialmente por encima de los 4 mil dólares.
Piedras de un camino
“El cronograma de construcción se atrasó – apunta Alexis Bejerano Castillo, director de inversiones en la planta leche en polvo –, pues debió concluir en abril, según el viejo proyecto de factibilidad”.
Pero es que, como él mismo comenta, desde el inicio hubo problemas con la elaboración de los proyectos que a su vez trajeron dificultades en la inversión y viceversa. También aportaron su grano de arena: la llegada tarde de suministros y la calidad de la fuerza de trabajo.
“Por ejemplo – explica Alexis –, el retrazo de la torre de secado dependió no solo de la elaboración de los proyectos, sino además en la tardanza de la llegada de los productos importados. Ahora el 100% de ellos están en nuestras manos, solo falta el techo que depende de una grúa, pero algo fácil de solucionar”.
Más de un año y algo llevan en esas faenas constructivas, pero ya la zona civil se acerca a un 80% de ejecución, lo que permitió que comenzara el trabajo de la empresa china, encargada del montaje tecnológico, o sea, de la instalación de los tanques de la torre de secado, de recibo de leche, los evaporadores y la nevera, el cual se encuentra a más del 30 por ciento.
Junto a estos técnicos trabajan especialistas cubanos en la ubicación de los tanques de leche de la nave de producción y mantequilla, en los del sistema de limpieza y en el montaje de tres pasteurizadoras.
Casi 90 obreros han laborado a lo largo de la edificación de esta empresa que se prevé pruebe motores para mediado del mes de enero, según apuntó Alexis.
José Antonio Sáez Menéndez, jefe de obra, señaló que ante las dificultades con algunos utensilios de trabajo, la propia empresa ha paleado la situación sacando de otros lugares y construyendo algunos instrumentos como cucharas y cubos. “Pero otro problema que nos demora – apunta – es la falta de capacitación de la fuerza laboral y dentro del poco tiempo con que contamos debemos emplear parte en eso, aunque este es un problema a nivel nacional”.
Soñar en grande
El diseño de esta fábrica anuncia el procesamiento diario de 60 mil litros de leche, de las cuales producirá 6 toneladas de leche en polvo y con 100 mil litros de crema elaborará tres toneladas de mantequilla. Todo sustituirá importaciones, sobre todo con alimentos que se pueden obtener en la isla.
Aun cuando todo marcha sobre ruedas deben velarse otras aberturas que pueden afectar su éxito: como la procedencia de los volúmenes de leche necesarios. Es ahí, cuando surgen los problemas, por ello se reparan y recuperan cerca de 300 vaquerías, de las cuales alrededor de 20 están listas, según comentó Álvaro Aguilar Soto, subdelegado de ganadería en el territorio.
También explicó el directivo que: “Se realizó un estudio de factibilidad y la ruta crítica está en la recuperación de los caminos, en el buldoseo y en la extracción, conducción y traslado del agua necesaria.
“Esas inversiones impactarán en la recuperación ganadera, en la vida laboral de los vaqueros y mejora así la cadena de acopio, producción y distribución de la leche”.
Pero, aunque la fábrica se aliste, es importante que el guajiro sepa que si no tiene calidad el líquido que entregará, no habrá eficiencia productiva, porque es allí, en la base, donde comienza el sueño.