En medio de una fuerte lucha por el retorno al programa olímpico, para lo cual integran una sola Confederación junto al béisbol, la Federación Internacional de Sóftbol celebró el pasado mes de octubre su Congreso Mundial en Colombia, donde se aprobaron 18 exaltaciones al Salón de la Fama Internacional de esta disciplina, tres de ellas de Cuba.
Luisa Medina, Jesús Echarte y Miguel Acosta integran ahora el selecto grupo de 201 nombres (atletas, entrenadores, árbitros y federativos) de 33 países que ostentan este premio, establecido desde 1981 cada dos años, previa propuesta de las federaciones nacionales y tras la evaluación de una comisión internacional de 14 miembros.
Con anterioridad, solo otro cubano había recibido este cotizado galardón: el entrenador Armando Aguiar en el 2005. Asimismo, es bueno aclarar que lo único material de esta distinción consiste en una placa con su nombre en la sede de la máxima entidad (Florida, Estados Unidos) y un anillo de oro blanco que se entrega en ceremonia solemne y pública en la nación de los elegidos.
Según establecen los estatutos para ser candidatos, los jugadores, activos o retirados, tienen que haber participado en Juegos Olímpicos —esto solo para las mujeres—, campeonatos mundiales y juegos multidisciplinarios, así como avalar actuaciones relevantes en torneos nacionales.
Para quienes imparten justicia, además de una probada calidad en sus funciones tienen que haber asistido, como mínimo, a tres campeonatos del orbe; en tanto los entrenadores y federativos para aspirar a “ser famoso” tienen que archivar 10 años o más en esas funciones, probar su gestión con resultados destacados en las principales competencias universales y ostentar algún cargo en diferentes estructuras de la Federación Internacional.
Más de nuestros exaltados
Luisa Medina vistió por 23 años el uniforme del equipo nacional, varias veces como capitana. Receptora y medallista en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos. Asistió además a campeonatos mundiales y a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 (7mo. lugar). En la actualidad labora como entrenadora en el Consejo Deportivo Rafael Conte.
Jesús Echarte, para la familia de este deporte simplemente “Chuchi”, formó parte de las selecciones élite por más de dos décadas, en muchas ocasiones como capitán. Se desempeñó como inicialista y subió al podio varias veces en certámenes regionales y continentales, así como sumó el bronce en un campeonato mundial. Trabaja hoy en la Academia de Sóftbol en Ciego de Ávila.
Miguel Acosta, otrora pelotero, preside la federación nacional de la llamada bola blanda desde 1998. Cuenta en su aval con presencia en eventos a todos los niveles en su condición de federativo y es vicetitular de la Confederación de Centroamérica y el Caribe.
“El reconocimiento es individual, pero equivale al trabajo hecho por muchas personas durante todos estos años, desde el entrenador de la base hasta el directivo de cada provincia. Vamos a seguir presentando propuestas para integrar este Salón de la Fama cada dos años, pues hay candidatos con méritos para ser valorados”, comentó Acosta.
Con estas nuevas exaltaciones, el deporte cubano continúa demostrando su amplio reconocimiento internacional, que abarca ya casi medio centenar de nombres en más de 15 disciplinas. Y lo más importante, a ninguno de ellos, como a estos tres softbolistas, se le sube la fama a la cabeza. Solo guardan con celo el aplauso agradecido y feliz de su pueblo.