Camagüey se montó a última hora en el tren de los play off en esta Liga Superior de Baloncesto (LSB), al derrotar dos veces a Guantánamo y desbancar a unos santiagueros que, por momentos, parecieron estar destinados a empeños mayores.
Los agramontinos anclaron en el cuarto escaño y a partir de este lunes tendrán como rivales en semifinales a Capitalinos, que culminó en la cima de la clasificatoria y con los cuales han chocado ya en esas rondas.
De hecho, la última vez que lo hicieron, los habaneros quedaron fuera de la discusión del título. Eso sucedió hace dos años, eran otros tiempos y Camagüey otro equipo. Ahora, por lo visto en los 28 partidos previos, la balanza se inclina por los occidentales, aunque los discípulos de Leonardo Pérez son siempre peligrosos si los Yordanis, Jaca y Ramos, están en días de gracia.
En la otra semifinal, los artemiseños guiados por el pequeño Osmel Oliva medirán fuerzas como anfitriones con el actual campeón de la LSB, Ciego de Ávila. Este joven elenco, en su segunda participación, ya consiguió incluirse entre los cuatro grandes del básquet en Cuba, jugándoles sin complejos a todos sus rivales, lo cual hace prever que ambos conjuntos brindarán un espectáculo de lujo.
Sin embargo, la historia, tradición y calidad de los avileños los señalan como favoritos para avanzar a la gran final y reeditar el clásico que, por más de una década, han sostenido contra Capitalinos. Ellos son los quintentos con más coronas en estas lides, aspecto que refuerza cualquier combinación que los señale como finalistas, convirtiéndolos en la apuesta más segura y lógica.
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