Hace mucho tiempo El Pedrero dejó de ser un punto perdido en el mapa. Los 1162 habitantes de esa comunidad disfrutan los beneficios que la Revolución llevó al lomerío y defienden hasta hoy las remembranzas que por generaciones han autentificado el paso del Comandante Ernesto Guevara por eso recónditos parajes.
“En estas tierras el Che pronunció su primer discurso después del triunfo de enero del ´59. La evolución de nuestra comunidad es su sueño materializado”, aseguró Julio Viva Ortega, presidente del mencionado Consejo Popular.
Otrora, la desolación y las miserias de una tiranía marcaban los pasos del caminante; hoy, resulta perceptible el progreso en las dos bibliotecas existentes, el consultorio médico con servicios ampliados, el tele-correo, círculo social, mini restaurant, bodegas, un punto de venta de TRD, el centro educacional mixto, edificios multifamiliares, un gimnasio biosaludable y muchas otras instalaciones que optimizan la calidad de vida de los pobladores.
“A pesar de la distancia que nos separa de la ciudad, no sentimos aislamiento alguno. Marchamos en coherencia con el contexto actual de la Isla, tanto es así que contamos con personas adheridas a la formas de trabajo no estatal, entre ellos: carpinteros, peluqueras, barberos, elaborador – vendedor de escobas, zapateros, poncheros, molineros…etc.”, argumentó Viva Ortega.
Aun cuando no cesan los afanes para conseguir mejoras en la telecomunicación y en los viales; garantías de transporte, alimentos y atención constante de las autoridades también facilitan la cotidianidad en las alturas fomentenses.
Evidentemente, El Pedrero vive un escenario distinto. Allí, donde naturaleza e historia se unen está la muestra de que en un sistema social equitativo la lejanía no implica olvido.
