Una de las muestras más fehacientes de democracia en el ejercicio gubernamental en nuestro país lo constituyen las asambleas de rendición de cuenta del delegado del Poder Popular a sus electores, cuyo segundo proceso, correspondiente al XV mandato, está en marcha desde el pasado 22 de octubre y finalizará el 15 de diciembre próximo.
Esos encuentros entre vecinos son el momento ideal para plantear problemas y preocupaciones, hacer sugerencias, intercambiar ideas y consideraciones, y dar y recibir respuestas efectivas y creíbles, para que el pueblo ejerza de manera directa su derecho a gobernar, como refrenda el Artículo 3 de la Constitución de la República de Cuba.
Con la intención expresa de acercarnos periodísticamente al tema, conversamos con Lázaro Zequeira Pérez, secretario de la Asamblea Provincial del Poder Popular en Cienfuegos, quien acumula una vasta experiencia en la conducción de esos procesos.
¿Qué significación le concedes a la rendición de cuenta?
Es uno de los momentos más importantes que tiene el pueblo para el ejercicio del poder. En ella, el delegado, como su representante y parte esencial de las asambleas municipales del Poder Popular, somete su gestión a la evaluación popular. La población debe ser parte activa e involucrarse en la solución de los problemas. Eso es también gobernar.
La rendición de cuenta deviene espacio abierto y democrático, en el cual los electores, junto con las instituciones del Estado y las organizaciones en los barrios, evalúan los problemas comunitarios, para conjuntamente, resolverlos.
¿Cuáles consideras que sean las principales fortalezas y debilidades?
Como fortalezas identifico, en primer orden, la existencia de un Estado revolucionario que tiene como premisa fundamental atender al pueblo. También el elevado nivel profesional que poseen los delegados, lo que les permite desarrollar, con la mayor eficacia posible, las reuniones, y la posibilidad de intercambiar con cualquier directivo para encontrar la solución de un problema. Además, la población es capaz de discutir con extraordinaria profundidad cualquier asunto.
Pienso que la ausencia de recursos y las deficiencias administrativas que se presentan en el actuar de las entidades constituyen las principales debilidades.
¿Cómo marcha el actual proceso en Cienfuegos?
Podemos asegurar que se desarrolla bien. Ha estado y está presente una discusión abierta sobre las indisciplinas sociales y las ilegalidades, y se exhorta a las familias y a la comunidad a enfrentar y erradicar esas manifestaciones. En casi todas las asambleas los electores han propuesto medidas para participar en ese combate en el propio barrio.
También se aprecia un vínculo mayor de los cuadros fundamentales del territorio con el proceso. Aquí se ha esgrimido un concepto que me parece clave: “El jefe que no considere importante escuchar lo que el pueblo opina no puede ser jefe”.
En sentido general, ¿cuáles son los principales planteamientos de la población?
Están relacionados con la reparación de calles, aceras y caminos, las deficiencias en el servicio de agua potable, los salideros y tupiciones, la falta de alumbrado público en algunos lugares, la necesaria restauración de unidades del comercio y la gastronomía, el incumplimiento de viajes y horarios del transporte urbano e intermunicipal, la higienización y eliminación de microvertederos y el enfrentamiento a las ilegalidades e indisciplinas sociales, entre otros.
¿Cómo puede contribuir el delegado a hacer más efectivas y atrayentes las asambleas?
Con una buena atención a los electores; tramitando los asuntos a resolver, no solo los planteados en las reuniones de rendición de cuenta, sino también los que surgen en los despachos o sean identificados en la labor cotidiana; promoviendo la participación del pueblo en la solución de los problemas de la comunidad; siendo transparente y claro con los electores, y explicando con celeridad y claridad cuando una dificultad no tiene solución.