Agradecido y feliz por la entrega de un local para convertirlo en su vivienda, Nelson Batista Herrera —metodólogo de la Dirección Municipal de Educación, en el municipio de Holguín— cuenta en su misiva a Trabajadores las dificultades que ha afrontado para legalizarlo.
Buscó información en varias entidades del territorio y descubrió que “ciertamente debía realizar varios trámites”. Pero hasta la fecha no tiene la orientación de cómo hacerlo.
El 15 de julio último fue a las oficinas del gobierno municipal, donde se puso en contacto con el subdirector de la Unidad Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV) quien, luego de analizar el caso, le respondió que su problema no se resolvía allí, sino en Planificación Física de la localidad.
En este lugar lo atendió María Urbina, la directora. Ella le indicó que pasara por su oficina a finales de ese mes para sugerirle qué hacer. No obstante, el día acordado le expresó que los arquitectos de la comunidad eran los encargados de tramitar su asunto.
Estos especialistas ya habían sido informados, pero “lamentablemente no pude encontrar solución alguna, pues este tipo de procedimiento les resulta desconocido. La sugerencia fue que me pusiera en contacto con el director provincial de los arquitectos para ver si me podía orientar”.
En estos trajines para legalizar los documentos de su inmueble —un local entregado aproximadamente hace un año— Nelson retornó a Vivienda Municipal, donde consultó a Esperanza Martínez, jefa del departamento de control de fondos, quien le había remitido con anterioridad a Planificación Física. A partir de aquí no hubo más sugerencias y quien suscribe la misiva llegó a la conclusión de que “todos tienen su criterio, pero nadie se hace responsable”.