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Museo Frente de Las Villas: Restauran pieza principal de la colección

Este mulo fue uno de los dos de su raza que acompañaran al Che en la Sierra Maestra y luego lo trasladaría hasta las montañas del Escambray. Fotos: Vicente Brito.
Este mulo fue uno de los dos de su raza que acompañaran al Che en la Sierra Maestra y luego lo trasladaría hasta las montañas del Escambray. Fotos: Vicente Brito.

Dejó de ser un mulo cualquiera cuando su lomo sirvió de transporte a Ernesto Che Guevara al emprender la travesía desde oriente hasta las curvas elevadas que delinean el Escambray espirituano, junto a la Columna 8 Ciro Redondo que operaba bajo su mando.

Aquel recorrido en 1958 inscribió al cuadrúpedo en la historia; razón por la que más tarde se convertiría en pieza principal del Museo Frente de Las Villas ubicado en el poblado de Gavilanes. El pasado mes de octubre, el ejemplar recibió la mayor restauración de la última década, acciones dirigidas a no perder al testimoniante indiscutible del proceso formador de la Revolución cubana.

Un taxidermista vinculado al zoológico nacional asumió los trabajos para subsanar la dañada piel. Carlos Itusis León, director del mencionado museo, informó: “El experto selló las grietas presentes en el animal con el empleo de varios materiales, pegamentos, pinturas. Antes, fumigó el espacio donde se exhibe habitualmente para eliminar la presencia de hongos y plagas, posibles responsables  del desgaste”.

El pelo del propio cuadrúpedo sirvió para recubrir los lugares sellados y la aplicación de una capa de acrílico surte un efecto más realista en la pieza, en tanto asemeja el sudor natural de la misma.  Unos pocos días bastaron para devolver la frescura a un ente que guarda bajo su piel retazos de leyenda.

Ahora “habita” dentro una vitrina de cristal, ajustado a inviolables reglas de climatización y luminaria específica, con el valor agregado que le confiere la condición de haber sido uno, de los dos de su raza, que acompañó al Che en la Sierra Maestra. Documentos históricos hacen constar que Pinar del Río fue su destino después de enero de 1959 y allí murió de tétanos en la década de los 70.

“Luego del deceso fue disecado con la idea de llevarlo al Museo de la Revolución, allí estuvo unos años hasta que decidieron su traslado al museo municipal de Fomento, y, finalmente, se instauró en el Museo Frente de Las Villas por las semblanzas que dejara el paso del guerrillero heroico por estos lares”, manifestó Itusis.

El traslado del cuadrúpedo hacia el Museo Frente de Las Villas requirió de acciones cuidadosas y especiales.
El animal deviene pieza principal del museo y ostenta perfectas condiciones gracias a su restauración.

 

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