Resulta de extraordinaria significación histórica que las sesiones finales del XX Congreso de la CTC se realicen cuando se conmemora el Aniversario 75 de la fundación de la Confederación de Trabajadores de Cuba y el segundo de la Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba.
La historia de los trabajadores cubanos y de su movimiento sindical está fuertemente vinculada a las luchas de nuestro pueblo por su independencia e identidad nacional. La constitución de la CTC en 1939, forjada por líderes sindicales encabezados por Lázaro Peña González, constituyó un trascendental momento de unidad de nuestra clase obrera por sus reivindicaciones políticas, sociales, laborales y sindicales. Después del triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959, la batalla por el desarrollo económico y social del país ha sido una tarea permanente de la CTC.
La unidad indestructible de los trabajadores conducidos por la CTC, y de todo el pueblo en torno al Partido, a Fidel y Raúl, ha demostrado ser un arma estratégica, eficaz que garantiza la defensa, preservación y continuidad de la Revolución cubana.
El magno evento sindical se realizará en un momento en que estamos empeñados en la actualización del modelo económico mediante la implementación y puesta en práctica de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados por su VI Congreso y de los Objetivos de Trabajo emanados de su Primera Conferencia Nacional.
Tendrá lugar también en un período en que el mundo continúa bajo los efectos de la crisis económica y financiera global del capitalismo, de carácter estructural y sistémico, que impacta cada vez más y tiene un alcance mayor, afectando a todos los sectores y países, con especial fuerza sobre el empleo, la alimentación, la energía, el medio ambiente, la salud, la educación y la seguridad social y, por consiguiente, con nefastas consecuencias para cientos de millones de los habitantes más desprotegidos del planeta.
En que se mantiene el criminal bloqueo económico, comercial y financiero que por 52 años impone el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, en tanto, como evidente expresión de prepotencia e impotencia, continúan nuestros cuatro hermanos luchadores antiterroristas —Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando—, injustamente encarcelados en ese país por defender la obra de la Revolución Cubana y a su pueblo.
Este Congreso, a diferencia de los anteriores, se realizará en un contexto inédito en el escenario nacional. Contamos con la plataforma político-ideológica y económico-social ya aprobada, y desde el punto de vista laboral, con el examen del Anteproyecto de Ley de Código del Trabajo por todos los colectivos laborales, lo que nos posibilita centrar nuestro debate en aquellos asuntos que directamente nos atañen y en el papel protagónico que corresponde desempeñar al movimiento sindical y los trabajadores en las actuales condiciones.
Todo cuanto hagamos va dirigido a asegurar el desarrollo de una sociedad socialista próspera y sostenible en Cuba, única garantía de la independencia y soberanía nacional. Pero tenemos que ser conscientes de que la materialización de lo acordado requerirá superar limitaciones y dificultades acumuladas, que tiene que ser aplicado con un orden de prioridades y de forma integral.
El debate que desarrollaremos, desde el análisis del Documento Base hasta las sesiones finales se enmarca en una etapa de intensas transformaciones en todos los ámbitos de la vida del país que, como cualquier proceso de cambio, está acompañada de situaciones complejas en el quehacer cotidiano de la población en general, y de los trabajadores en particular, aquejados de disímiles problemas, a los que no somos ajenos, ni los cuadros del movimiento sindical, ni la dirección de la Revolución, y sobre los que, aunque mayoritariamente hay comprensión, también existen inconformidades que no podemos soslayar. En tal sentido debemos, podemos y tenemos que accionar en dos direcciones: el contacto, intercambio y esclarecimiento personal y el enfrentamiento enérgico contra las actitudes burocráticas e insensibles que en no pocos lugares multiplican las quejas e insatisfacciones del pueblo.
En nuestra sociedad socialista los sindicatos tienen dos funciones principales: una, sindicalizar a los trabajadores, prepararlos para el cumplimiento de sus deberes laborales y sociales en la construcción socialista; y otra, la de representar y defender sus legítimos derechos ante la administración, en una relación constructiva y exigente por ambas partes.
El objetivo principal y deber ineludible de la CTC y los sindicatos es organizar y movilizar a los trabajadores, promover su comprensión y apoyo para que puedan desempeñar su papel decisivo en la materialización de la actualización del modelo económico y social aprobado.
Los Objetivos de Trabajo de la Primera Conferencia Nacional del Partido constituyen un referente para que los cuadros modifiquemos viejos hábitos, métodos y estilo en el trabajo del movimiento sindical, que ya no se corresponden con las actuales condiciones y necesidades de las tareas que debemos cumplir.
Estamos convocados a aplicar consecuentemente el concepto de Revolución, formulado por nuestro Comandante en Jefe, para que sirva siempre de guía a las generaciones de patriotas y revolucionarios cubanos. Por lo tanto, cada uno de sus enunciados tenemos que estudiarlos y aplicarlos de forma creativa en general, pero de manera especial en la labor sindical. “Revolución es cambiar todo lo que debe ser cambiado”, es sin duda el precepto que más utilizamos y escuchamos. ¿Qué debemos hacer para convertirlo en acción cotidiana en nuestra sociedad?
La CTC y los sindicatos tienen que perfeccionar su funcionamiento, reforzar su participación en la batalla económica. Concentrarse en el cumplimiento de su contenido de trabajo. Examinar su labor sindical, política e ideológica. Profundizar en la aplicación de la política de cuadros y buscar una mayor eficacia en lo que hacen, solo así podrán enfrentar los cambios económicos y sociales que ya se producen en Cuba.
Entre todos debemos meditar: ¿Cómo hacer efectiva la participación de los trabajadores en la gestión económica y cómo despojar a la asamblea de afiliados de los formalismos que la lastran? Profundizando en el debate de los asuntos que permitan que el accionar del sindicato tenga efecto en el incremento de la producción, la productividad del trabajo, escuchar los planteamientos que ellos formulan sobre lo que les preocupa, afecta e interesa y viabilizar una solución o respuesta oportuna.
En este sentido es preciso tener presente lo planteado por el compañero Raúl en la clausura del XIX Congreso de la CTC: “La labor sindical debe materializarse en el centro de trabajo. Es algo que no puede convertirse en una consigna. Lograrlo exige que cada dirigente actúe cotidianamente en correspondencia con ese principio medular.
“Concentrarse en el centro de trabajo implica conversar con la gente, pero de verdad, para conocer qué piensa. No contentarse con hablar sino también oír, aunque no agrade lo que nos digan; reconocer cuando nos equivocamos y si es el caso, decirle al otro que no tiene razón, o criticar siempre, cara a cara, las actitudes incorrectas…”
Este Documento Base constituye el momento más importante de la celebración del XX Congreso de la CTC, su discusión con los trabajadores deviene una significativa oportunidad para enriquecer los temas que en él se plantean con el aporte de opiniones, iniciativas, ideas y propuestas. Finalmente corresponderá a las sesiones del Congreso aprobar los Estatutos, el contenido de trabajo y los objetivos del movimiento sindical para los próximos años; su implementación y cumplimiento será responsabilidad del Consejo Nacional de la CTC y del Secretariado Nacional que resulten electos.
Los convocamos a analizar y debatir con profundidad los temas que se abordan a continuación para hacer de esta asamblea la sesión de participación del colectivo laboral en los trabajos del XX Congreso.
CAPÍTULO I.
FUNCIONAMIENTO SINDICAL
1.- La Sección Sindical y el Buró Sindical constituyen la estructura básica del sindicato; hoy se necesita de una organización de base más racional, funcional y efectiva en correspondencia con las características de su empresa, unidad presupuestada y otras formas de gestión económica.
2.- El proceso de elección de los dirigentes de base exige una atención priorizada, como garantía de su funcionamiento, para lograr que los trabajadores se sientan representados por el sindicato y ejerzan sus derechos democráticos dentro de él. Hay que alcanzar una mayor estabilidad y preparación de esos compañeros en sus cargos.
3.- La política de cuadros tiene en los dirigentes de base su fuente primaria y la garantía de la continuidad del trabajo; hay que identificar a los mejores, prepararlos y promoverlos oportunamente, facilitando la presencia de jóvenes capaces en las tareas de dirección sindical.
4.- El dirigente sindical de base tiene que ser ejemplo en el trabajo, tener conocimientos sobre el objeto social de su centro, prestigio, reconocimiento de sus compañeros, de la administración, el Partido y demás factores del lugar. Poseer disposición, capacidad y liderazgo necesarios para el trabajo sindical. Dada la importancia que tiene la realización de los procesos de renovación y/o ratificación de mandatos en su organización de base, debemos lograr que los trabajadores le presten una mayor atención.
5.- El trabajo del dirigente sindical de base adquiere mayor relevancia en las circunstancias actuales y futuras; el escenario del centro de trabajo cobra mayor complejidad a partir del fortalecimiento de la empresa estatal socialista, que dispondrá cada vez más de una mayor autonomía y será más diversa su gestión empresarial. En estas condiciones los trabajadores continúan desempeñando un papel decisivo como actores protagónicos en la gestión económica y productiva.
6.- El perfeccionamiento que lleva adelante el país en los Organismos de la Administración Central del Estado implica que actualicemos, donde sea necesario, nuestras estructuras desde el nivel central hasta la base, en correspondencia con los cambios que se produzcan.
7.- La sindicalización es la razón de ser del sindicato, existen tres fuentes: los trabajadores estatales, los no estatales y los jubilados y pensionados; recabar el ingreso voluntario de estos a la organización, afiliarlos, formarlos, educarlos en sus deberes y derechos, comprometerlos con su participación en las actividades sindicales, son tareas que concretan el trabajo de la sección sindical. ¿Cómo lograr que estos principios se cumplan en las organizaciones sindicales de base?
8.- Existe una política definida para la sindicalización, organización y atención de los trabajadores no estatales vinculados a las nuevas formas de gestión económica. Su organización en secciones sindicales, comités o delegados adscritos a los sindicatos en cada territorio, facilitan esa atención. Es algo nuevo en el movimiento sindical que cobra fuerza y que debemos seguir de cerca con el mayor esmero.
9.- La reunión del secretariado ejecutivo de la sección sindical cumple un importante papel, tanto en lo organizativo como en lo funcional; se realiza de forma periódica en correspondencia con las características del colectivo laboral. Su preparación, el seguimiento de los acuerdos y su sistema de control estarán estrechamente relacionados con la evaluación sistemática de la labor sindical y el cumplimiento del plan y el presupuesto.
10.- Para su mejor funcionamiento, la dirección del ejecutivo de la sección sindical o buró debe promover el activismo y apoyarse en los afiliados para cumplir las tareas sindicales.
11.- La asamblea de afiliados es un espacio donde los trabajadores ejercen sus derechos constitucionales, laborales, sindicales y asumen compromisos para cumplir con sus obligaciones. Su objetivo cardinal es alcanzar la participación consciente de ellos y perfeccionarla para que cumpla su papel.
12.- La asamblea de afiliados se ha venido celebrando con mayor regularidad en los últimos años, pero presenta problemas en su preparación y desarrollo. Hay que evaluar con rigor su contenido, despojarla de todo formalismo, adecuarla a las características de cada centro de trabajo, teniendo en cuenta los elementos que deben y pueden interesar a los participantes. Igual atención requiere a la asamblea de representantes, por el papel que le corresponde en el desarrollo de la labor sindical y en la evaluación del seguimiento de los planes económicos. No son pocos los trabajadores que simplemente “asisten”, sin interpretarlas como el escenario en que se convierten en “protagonistas” de la gestión económica y sindical. ¿Cómo modificar esta percepción?
13.- Lograr el cambio de mentalidad es un reto importante para el cuadro sindical, por lo que cambiar y perfeccionar el estilo y los métodos de dirección mediante la vinculación cualitativa con los colectivos laborales constituirán instrumentos valiosos en la labor educativa para movilizarlos en la construcción del socialismo.
14.- La actualización del modelo económico impone cambios y transformaciones en la economía, que demandan de los cuadros y dirigentes sindicales de base, con énfasis en los secretarios generales de las secciones sindicales, mayor y mejor preparación para el desempeño de su labor, por lo que es necesario actualizar e integrar los programas de capacitación de nuestro sistema de escuelas y aulas elementales para que den respuesta elevando la superación sindical, laboral, económica y político-ideológica. Para ello hay que aproximarla más a la empresa, unidad productiva o presupuestada y a la sección sindical.
15.- La Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), como parte integrante del sindicato, ha desarrollado una importante labor para encauzar la creatividad e inventiva de los trabajadores. En cumplimiento de lo acordado en su Congreso precedente se modificó su estructura y reglamento interno y se fortaleció la atención del sindicato desde la sección sindical hasta las estructuras superiores.
16.- Le corresponde al sindicato y la ANIR asegurar que se incorporen, permanezcan y se respeten los derechos que les confiere la legislación a los trabajadores que realmente aporten, tengan condiciones y cualidades y manifiesten su interés por integrar esta Asociación.
17.- Hacer bien nuestro trabajo, no dejar brechas a la chapucería, evitar el desaliento, la pérdida de confianza de los afiliados en su organización, son retos permanentes para la CTC y los sindicatos.
CAPÍTULO II.
EL TRABAJO SINDICAL Y LA PARTICIPACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LA ECONOMÍA
18.- Los sindicatos tienen que favorecer la participación activa y consciente de los trabajadores en la gestión económica, objetivo estratégico para materializar los acuerdos del VI Congreso y de la Primera Conferencia Nacional del Partido. Hay que incentivar y fortalecer los espacios de participación para que puedan ejercer su derecho y cumplir sus deberes como dueños colectivos de los medios de producción que pertenecen a toda la sociedad. En esta etapa se avanza en ese propósito, sin embargo, tenemos insatisfacción con lo logrado. ¿Cómo consideran los trabajadores que pudiera alcanzarse este objetivo con mayor efectividad?
19.- Los planteamientos que formulen los trabajadores y los acuerdos que de la asamblea de afiliados se deriven requieren de especial atención por parte del sindicato que debe darles un seguimiento efectivo para que contribuyan a la solución de las dificultades o problemas que afectan el buen funcionamiento del colectivo laboral.
20.- En el ahorro tiene el país la mayor fuente de recursos de todo tipo al alcance de nuestras manos. Hay que fomentar acciones mediante planes de medidas –medibles y viables en su cumplimiento-, donde el sindicato logre la más amplia participación de los trabajadores y apoye a la administración, en que se conozcan las normas e índices de consumo, les exija su cumplimiento, garantice el control y la evaluación colectiva y sistemática de los resultados.
21.- El movimiento sindical comparte la política sobre las transformaciones que en el orden estructural y funcional se aplican en la economía con el objetivo de lograr un sistema empresarial y presupuestario más eficiente y competitivo, que responda a las necesidades y posibilidades de nuestra sociedad; promueva y favorezca la más amplia información al respecto y atiende las opiniones de los trabajadores.
22.- La organización hace suya la necesidad de adoptar las medidas para el desarrollo de las nuevas formas de gestión económica que se irán extendiendo a otros sectores; siempre formándonos nuestro propio criterio para contribuir a los análisis que se efectúen.
23.- Apoyaremos y daremos seguimiento, en particular, a las transformaciones que se vienen realizando en las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) para que funcionen con mayor autonomía en su gestión productiva. Estas formas productivas están llamadas a contribuir significativamente a la soberanía alimentaria del país, por lo que debemos priorizar en ellas la labor sindical.
24.- En una sociedad socialista como la nuestra el trabajo es un deber, un derecho, un motivo de honor y de satisfacción de cada ciudadano, constituye la vía principal para mejorar el bienestar personal, familiar y aportar bienes y servicios al país.
25.- Corresponde al sindicato continuar favoreciendo el uso más eficiente y racional de la fuerza de trabajo, según el principio de idoneidad demostrada, y velar porque no quede ningún trabajador desamparado que requiera de la asistencia social.
26.- Defendemos la política de no perjudicar el salario de los trabajadores por medidas organizativas como fusión, traspasos, extinción o cambios de subordinación, siempre y cuando estos permanezcan realizando las mismas funciones.
27.- Tenemos que contribuir a la revitalización del principio de distribución socialista: “De cada cual según su capacidad a cada cual según su trabajo”, mediante la aplicación de adecuados sistemas de pago por resultados.
28.- En los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, en los capítulos I, II y VI; Modelo de Gestión Económica, Política Macroeconómica y Política Social, están tratados el salario, los ingresos y la estimulación. Su solución dependerá del incremento de la productividad del trabajo, de la producción, de la reducción de los gastos, del ahorro, de un desempeño económico eficiente, de desinflar las plantillas de manera que permitan avanzar y tomar decisiones sobre otros complejos problemas, vinculados a la dualidad monetaria, la tasa cambiaria y la transformación de los precios, que como se ha expresado, el país se adentra en la toma de medidas de mayor alcance, complejidad y profundidad, como los experimentos en las organizaciones empresariales para aumentar su autonomía en la gestión económica y financiera, la creación de cooperativas no agropecuarias, el reordenamiento y fomento del mercado mayorista, entre otros.
29.- Para el incremento del salario o los ingresos deben cumplirse las premisas expresadas anteriormente; el sindicato está en capacidad de trabajar, explicar y razonar con los trabajadores para que eso se entienda. Donde ellas se vayan alcanzando se podrán mejorar sus ingresos mediante la aplicación del principio de distribución socialista a través de los sistemas de pago por los resultados del trabajo.
30.- Los actuales sistemas de estímulos en CUC se mantendrán vigentes por el momento, sin embargo, hay que explicar a los trabajadores que no es posible ni aconsejable crecer con la aprobación de nuevos sistemas en esta moneda, que, por un lado, complican las futuras soluciones salariales, y por otro, estos ingresos no son salario y no tributan a la seguridad social para la futura jubilación, de ahí la necesidad de potenciar los ingresos en CUP mediante los sistemas de pago por los resultados.
31.- También promovemos que se trabaje con mayor intencionalidad en la revitalización de la organización del trabajo y la normación, elementos básicos e imprescindibles para lograr una mejor planificación y uso eficiente de los recursos laborales y como forma de medir el cumplimiento del deber social, tanto en el orden individual como colectivo.
32.- El movimiento sindical ha trabajado porque el salario y demás ingresos se efectúen en la fecha convenida entre la administración y el sindicato. Nada justifica que el trabajador no reciba sus haberes en tiempo, lo que en no pocas ocasiones se viola. Este es un derecho que tiene que ser respetado y la organización sindical debe actuar de forma más enérgica ante las administraciones para asegurar su cumplimiento en la fecha pactada.
33.- El convenio colectivo de trabajo es el instrumento legal que poseen los trabajadores, el sindicato y la administración para establecer un conjunto de acuerdos que contengan compromisos, concilien y diriman intereses entre las partes. Su aplicación en las circunstancias actuales adquiere cada vez más importancia.
34.- Cuando se adopte la decisión de cerrar un comedor, el sindicato debe dar prioridad al examen con la administración de esa disposición en virtud de preservar la salud de los trabajadores, con énfasis en los sectores de la esfera de la producción material, donde el gasto de energía física y mental es superior.
35.- Crear las condiciones para desarrollar la actividad laboral en un ambiente sano y seguro es responsabilidad de la administración. Los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales son evitables si se exige y se controla que se cumplan las normas de protección, seguridad e higiene del trabajo.
36.- La CTC y los sindicatos ratifican que la superación cultural y técnica de los trabajadores es premisa para la elevación de la eficiencia económica, su preservación y fomento en las nuevas condiciones debe constituir una preocupación de la administración.
37.- Constituye un derecho de cada trabajador y dirigente sindical exigir por el cumplimiento de las leyes, las normas y regulaciones laborales aprobadas, este asunto hay que suscribirlo en el convenio colectivo de trabajo y velar por su cumplimiento.
38.- La presencia del sindicato como invitado permanente en el consejo de dirección a cualquier nivel no puede ser pasiva y formal. Este es el escenario para exponer los asuntos, expresar sus puntos de vista sobre cualquier tema sometido a debate y para ejercer su función de representante de los trabajadores.
CAPÍTULO III.
LOS VALORES MORALES DE NUESTRO SOCIALISMO. LA EMULACIÓN EN LAS NUEVAS CONDICIONES
39.- El movimiento sindical cubano no escapa a las acciones subversivas de los enemigos de la Revolución, los que se ponen al servicio de la política del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba. En este sentido es fundamental la unidad de los trabajadores, su afiliación y participación consciente a cada llamado de su organización.
40.- La CTC y los sindicatos reconocen y fomentan la educación de sus afiliados en el valor del trabajo, la responsabilidad, la honestidad, el patriotismo, el antiimperialismo y el internacionalismo como virtudes que caracterizan al trabajador en nuestra sociedad.
41.- La educación y consolidación de cualidades éticas y morales contribuyen a la formación de conciencia del trabajador y a la defensa de la Revolución Cubana. En este esfuerzo, la comunicación y la labor personal con los afiliados son las herramientas principales para la movilización en torno a la actualización del modelo económico.
42.- El trabajo sindical en los espacios de debate de la organización: asambleas de afiliados, de representantes, reuniones de estudio e intercambios, tiene que contribuir a la información y la comunicación entre la organización y los afiliados, lo cual servirá para lograr efectividad en su representación y mayor conocimiento, dominio y conciencia sobre la realidad que construimos y su papel activo en ella.
43.- Las jóvenes generaciones de trabajadores, como continuadores de la obra de la Revolución Cubana, tienen una enorme responsabilidad en la consecución de los cambios y transformaciones que se proyectan y requiere la economía y nuestra sociedad. Corresponde a los sindicatos encauzar, en el seno del colectivo, su inagotable energía y contribuir a su educación laboral y patriótica, para que puedan enfrentar esos retos.
44.- La preservación de la historia, las tradiciones, el conocimiento de estas por las nuevas generaciones de trabajadores constituyen una dirección de trabajo a la que cada colectivo y sus ejecutivos sindicales, en todos los niveles, deben prestar atención particular. También la divulgación de la vida y obra de los líderes sindicales de diferentes sectores deviene acción permanente de los cuadros y dirigentes sindicales.
45.- La divulgación del papel de los trabajadores en el socialismo cubano, sus resultados, aciertos y limitaciones deben formar parte sistemática del contenido de los programas y trabajos divulgativos en los medios de comunicación masiva, labor que le corresponde favorecer al movimiento sindical, por la importancia de ellos en el perfeccionamiento de nuestra sociedad.
46.- La Emulación Socialista en nuestro país se fundamenta en la idea originaria del Che, de movilizar a los trabajadores en función de producir más y mejor, aumentar la producción, la productividad y la calidad de los productos, ahorrar energía, materias primas y materiales, y propiciar el reconocimiento social al esfuerzo individual y colectivo. Su desarrollo no evolucionó en correspondencia con las transformaciones económicas y laborales que se produjeron en el país, se asoció a categorías emulativas y se condicionó a la entrega de estímulos materiales, disminuyendo el rigor en la evaluación y deformándose así su esencia movilizadora.
47.- Organizar la emulación en los colectivos laborales donde existan condiciones, ajustándola a las características de cada lugar, constituye una necesidad, aplicarla de manera creadora donde verdaderamente sea útil, cambiar hábitos, conceptos y esquemas con los que hemos trabajado es imprescindible en el momento actual. Sabemos que este es un tema del que hay disímiles criterios. ¿Cómo organizarla entonces para que cumpla sus premisas originales en las condiciones actuales?
48.- El procesamiento de trabajadores y colectivos laborales para el otorgamiento de Condecoraciones, Títulos Honoríficos de Héroe y Heroína del Trabajo de la República de Cuba y otros, por alcanzar altos y sostenidos resultados requiere de mayor profundización en el orden cualitativo y de agilidad y rigor en su tramitación.
49.- El movimiento sindical apoya y reconoce el trabajo voluntario siempre que sea útil y necesario, despojado de toda formalidad. La movilización de trabajadores voluntarios para realizar tareas productivas debe efectuarse esencialmente cuando se creen situaciones excepcionales como desastres naturales, tecnológicos, sanitarios o una emergencia de la economía.
50.- El periódico Trabajadores, órgano oficial de la Central de Trabajadores de Cuba, con carácter nacional, prioriza el tratamiento a los temas laborales y sindicales que interesan a los afiliados. Sus secciones, reportajes y artículos informan, orientan e invitan a la reflexión y análisis, convirtiéndose en un instrumento que contribuye a la educación y movilización. Su lectura y uso en las secciones sindicales deberá reafirmarse como una práctica permanente. La versión digital diaria de este órgano de prensa es una vía económica y actualizada para los colectivos que poseen estas facilidades informáticas.
51.- En nuestra sociedad socialista el robo, la apropiación indebida de medios y recursos no son conductas consustanciales a un colectivo laboral. El enfrentamiento al delito, a las indisciplinas y a la corrupción fortalece al colectivo, lo prestigia e identifica con la actuación histórica de la Revolución y con el proyecto estratégico de construir el socialismo. En ese objetivo no hemos logrado la combatividad necesaria que permita alertar y ganar conciencia en los trabajadores acerca de la gravedad del fenómeno a que ahora nos enfrentamos.
52.- Si no hay una toma de conciencia y una participación de los trabajadores, de enfrentamiento a estas actitudes, desde el seno del colectivo laboral, este problema no se resolverá, tiene que ser una labor de la organización sindical. ¿Cómo las organizaciones sindicales de base podrían contribuir eficazmente a este enfrentamiento contra las manifestaciones delictivas, de corrupción, las indisciplinas y las ilegalidades?
53.- En este combate la información económica a los trabajadores en la asamblea de afiliados facilita el apoyo al control interno, al seguimiento de los resultados de las auditorías y juega un papel fundamental para exigirles a las administraciones que cumplan con las funciones y el papel que les corresponde.
54.- La realización de la guardia obrera es voluntaria, tiene que ser efectiva y debe complementar los sistemas profesionales de protección. El sindicato brinda su apoyo, moviliza a los trabajadores y favorece su realización a partir del compromiso contraído por cada afiliado de forma individual. Mientras que a la administración corresponde crear las condiciones para su mejor cumplimiento.
55.- El movimiento obrero cubano consciente de que el gobierno imperialista de los Estados Unidos no renuncia a su pretensión de destruir la Revolución utilizando diferentes vías, incluida la amenaza de agresión militar, por lo que la defensa de la Patria Socialista continuará siendo una de sus misiones principales, para contribuir por todos los medios a su alcance en la incorporación y participación activa de los trabajadores en su preparación.
56.- La contribución voluntaria a la defensa con el aporte al Día de la Patria es una expresión del grado de compromiso del trabajador con la defensa de su país.
CAPÍTULO IV.
EL TRABAJO SINDICAL Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES
57.- La CTC y los sindicatos tienen la responsabilidad de fortalecer las relaciones con el movimiento sindical internacional; movilizar a la opinión pública a favor de nuestro país en función de contrarrestar las campañas mediáticas que se gestan contra Cuba. También ratifican los principios y valores en los que creemos y defendemos.
58.- Los sindicatos nacionales deberán atender por diferentes vías a los trabajadores que cumplen misiones en numerosos países, como expresión de solidaridad e internacionalismo proletario y en especial a sus familiares. Ellos constituyen una fuerza laboral y política prestigiosa que con su actuación contribuyen a la defensa de la Revolución cubana.
59.- Favorecer la política de que los dirigentes sindicales de otros países visiten los colectivos laborales y darles a conocer nuestra realidad, las afectaciones del bloqueo y cómo inciden en el centro de trabajo. También ratificarles el compromiso firme de continuar la lucha para lograr el regreso a la Patria de los cuatro héroes encarcelados injustamente en los Estados Unidos por más de 15 años, actualizarlos sobre su situación y socializar las acciones que realizamos desde las organizaciones de base para su liberación.
60.- La región de América Latina y el Caribe atraviesa por una etapa de impulso a la integración que se afirma con la efectividad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y que se avizora en perspectiva con la existencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En este sentido ratificamos nuestro apoyo a esa política de integración.
CTC NACIONAL 25 de junio de 2013