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Trabajadoras y Trabajadores

Resulta de extraordinaria significación  histórica que las sesiones  finales del XX Congreso  de la CTC se realicen cuando se  conmemora el Aniversario 75 de  la fundación de la Confederación  de Trabajadores de Cuba y el segundo  de la Primera Conferencia  Nacional del Partido Comunista  de Cuba.

La historia de los trabajadores  cubanos y de su movimiento sindical  está fuertemente vinculada  a las luchas de nuestro pueblo  por su independencia e identidad  nacional. La constitución de la  CTC en 1939, forjada por líderes  sindicales encabezados por Lázaro Peña González, constituyó un  trascendental momento de unidad  de nuestra clase obrera por  sus reivindicaciones políticas, sociales,  laborales y sindicales. Después  del triunfo de la Revolución  el Primero de Enero de 1959, la  batalla por el desarrollo económico  y social del país ha sido una  tarea permanente de la CTC.

La unidad indestructible de  los trabajadores conducidos por la  CTC, y de todo el pueblo en torno  al Partido, a Fidel y Raúl, ha demostrado  ser un arma estratégica,  eficaz que garantiza la defensa,  preservación y continuidad de la  Revolución cubana.

El magno evento sindical se  realizará en un momento en que  estamos empeñados en la actualización  del modelo económico mediante  la implementación y puesta  en práctica de los Lineamientos  de la Política Económica y Social  del Partido y la Revolución, aprobados  por su VI Congreso y de los  Objetivos de Trabajo emanados  de su Primera Conferencia Nacional.

Tendrá lugar también en un  período en que el mundo continúa  bajo los efectos de la crisis  económica y financiera global del  capitalismo, de carácter estructural  y sistémico, que impacta  cada vez más y tiene un alcance  mayor, afectando a todos los sectores  y países, con especial fuerza  sobre el empleo, la alimentación,  la energía, el medio ambiente, la  salud, la educación y la seguridad  social y, por consiguiente, con nefastas  consecuencias para cientos  de millones de los habitantes más  desprotegidos del planeta.

En que se mantiene el criminal  bloqueo económico, comercial  y financiero que por 52 años impone  el gobierno de los Estados  Unidos contra Cuba, en tanto,  como evidente expresión de prepotencia  e impotencia, continúan  nuestros cuatro hermanos luchadores  antiterroristas —Gerardo,  Ramón, Antonio y Fernando—,  injustamente encarcelados en ese  país por defender la obra de la Revolución  Cubana y a su pueblo.

Este Congreso, a diferencia  de los anteriores, se realizará en  un contexto inédito en el escenario  nacional. Contamos con la  plataforma político-ideológica y  económico-social ya aprobada, y  desde el punto de vista laboral,  con el examen del Anteproyecto  de Ley de Código del Trabajo por  todos los colectivos laborales, lo  que nos posibilita centrar nuestro  debate en aquellos asuntos  que directamente nos atañen y en  el papel protagónico que corresponde  desempeñar al movimiento  sindical y los trabajadores en  las actuales condiciones.

Todo cuanto hagamos va dirigido  a asegurar el desarrollo de  una sociedad socialista próspera  y sostenible en Cuba, única garantía  de la independencia y soberanía  nacional. Pero tenemos que  ser conscientes de que la materialización  de lo acordado requerirá  superar limitaciones y dificultades  acumuladas, que tiene que ser  aplicado con un orden de prioridades  y de forma integral.

El debate que desarrollaremos,  desde el análisis del Documento  Base hasta las sesiones finales se  enmarca en una etapa de intensas  transformaciones en todos los ámbitos  de la vida del país que, como  cualquier proceso de cambio, está  acompañada de situaciones complejas  en el quehacer cotidiano de  la población en general, y de los  trabajadores en particular, aquejados  de disímiles problemas, a  los que no somos ajenos, ni los  cuadros del movimiento sindical,  ni la dirección de la Revolución,  y sobre los que, aunque mayoritariamente  hay comprensión, también  existen inconformidades que  no podemos soslayar. En tal sentido  debemos, podemos y tenemos  que accionar en dos direcciones: el contacto, intercambio y esclarecimiento  personal y el enfrentamiento  enérgico contra las actitudes  burocráticas e insensibles  que en no pocos lugares multiplican  las quejas e insatisfacciones  del pueblo.

En nuestra sociedad socialista  los sindicatos tienen dos funciones  principales: una, sindicalizar  a los trabajadores, prepararlos  para el cumplimiento de sus deberes  laborales y sociales en la  construcción socialista; y otra, la  de representar y defender sus legítimos  derechos ante la administración,  en una relación constructiva  y exigente por ambas partes.

El objetivo principal y deber  ineludible de la CTC y los sindicatos  es organizar y movilizar a los  trabajadores, promover su comprensión  y apoyo para que puedan  desempeñar su papel decisivo en  la materialización de la actualización  del modelo económico y  social aprobado.

Los Objetivos de Trabajo de la  Primera Conferencia Nacional del  Partido constituyen un referente  para que los cuadros modifiquemos  viejos hábitos, métodos y estilo  en el trabajo del movimiento sindical, que ya no se corresponden  con las actuales condiciones y  necesidades de las tareas que debemos  cumplir.

Estamos convocados a aplicar  consecuentemente el concepto de  Revolución, formulado por nuestro  Comandante en Jefe, para que  sirva siempre de guía a las generaciones  de patriotas y revolucionarios  cubanos. Por lo tanto, cada  uno de sus enunciados tenemos  que estudiarlos y aplicarlos de  forma creativa en general, pero de  manera especial en la labor sindical.  “Revolución es cambiar todo  lo que debe ser cambiado”, es sin  duda el precepto que más utilizamos  y escuchamos. ¿Qué debemos  hacer para convertirlo en acción  cotidiana en nuestra sociedad?

La CTC y los sindicatos tienen  que perfeccionar su funcionamiento,  reforzar su participación  en la batalla económica. Concentrarse  en el cumplimiento de su  contenido de trabajo. Examinar  su labor sindical, política e ideológica.  Profundizar en la aplicación  de la política de cuadros y buscar  una mayor eficacia en lo que  hacen, solo así podrán enfrentar  los cambios económicos y sociales  que ya se producen en Cuba.

Entre todos debemos meditar:  ¿Cómo hacer efectiva la participación  de los trabajadores en la  gestión económica y cómo despojar  a la asamblea de afiliados de  los formalismos que la lastran?  Profundizando en el debate de los  asuntos que permitan que el accionar  del sindicato tenga efecto  en el incremento de la producción,  la productividad del trabajo,  escuchar los planteamientos que  ellos formulan sobre lo que les  preocupa, afecta e interesa y viabilizar  una solución o respuesta  oportuna.

En este sentido es preciso tener  presente lo planteado por el  compañero Raúl en la clausura  del XIX Congreso de la CTC:  “La labor sindical debe materializarse  en el centro de trabajo. Es  algo que no puede convertirse en  una consigna. Lograrlo exige que  cada dirigente actúe cotidianamente  en correspondencia con ese  principio medular.

“Concentrarse en el centro de  trabajo implica conversar con la  gente, pero de verdad, para conocer  qué piensa. No contentarse  con hablar sino también oír,  aunque no agrade lo que nos digan;  reconocer cuando nos equivocamos  y si es el caso, decirle al  otro que no tiene razón, o criticar  siempre, cara a cara, las actitudes  incorrectas…”

Este Documento Base constituye  el momento más importante  de la celebración del XX Congreso  de la CTC, su discusión con los  trabajadores deviene una significativa  oportunidad para enriquecer  los temas que en él se plantean  con el aporte de opiniones,  iniciativas, ideas y propuestas.  Finalmente corresponderá a las  sesiones del Congreso aprobar los  Estatutos, el contenido de trabajo  y los objetivos del movimiento  sindical para los próximos años;  su implementación y cumplimiento  será responsabilidad del Consejo  Nacional de la CTC y del Secretariado  Nacional que resulten  electos.

Los convocamos a analizar y  debatir con profundidad los temas  que se abordan a continuación  para hacer de esta asamblea  la sesión de participación del colectivo  laboral en los trabajos del  XX Congreso.

CAPÍTULO I. 

FUNCIONAMIENTO SINDICAL 

1.- La Sección Sindical y el  Buró Sindical constituyen la estructura  básica del sindicato; hoy  se necesita de una organización  de base más racional, funcional y  efectiva en correspondencia con  las características de su empresa,  unidad presupuestada y otras formas  de gestión económica.

2.- El proceso de elección de  los dirigentes de base exige una  atención priorizada, como garantía  de su funcionamiento, para  lograr que los trabajadores se  sientan representados por el sindicato  y ejerzan sus derechos democráticos  dentro de él. Hay que  alcanzar una mayor estabilidad y  preparación de esos compañeros  en sus cargos.

3.- La política de cuadros tiene  en los dirigentes de base su  fuente primaria y la garantía de  la continuidad del trabajo; hay  que identificar a los mejores, prepararlos  y promoverlos oportunamente,  facilitando la presencia de  jóvenes capaces en las tareas de  dirección sindical.

4.- El dirigente sindical de  base tiene que ser ejemplo en el  trabajo, tener conocimientos sobre  el objeto social de su centro,  prestigio, reconocimiento de sus  compañeros, de la administración,  el Partido y demás factores  del lugar. Poseer disposición, capacidad  y liderazgo necesarios  para el trabajo sindical. Dada la  importancia que tiene la realización  de los procesos de renovación  y/o ratificación de mandatos en su  organización de base, debemos lograr  que los trabajadores le presten  una mayor atención.

5.- El trabajo del dirigente  sindical de base adquiere mayor  relevancia en las circunstancias  actuales y futuras; el escenario  del centro de trabajo cobra mayor  complejidad a partir del fortalecimiento  de la empresa estatal socialista,  que dispondrá cada vez  más de una mayor autonomía y  será más diversa su gestión empresarial.  En estas condiciones los  trabajadores continúan desempeñando  un papel decisivo como actores  protagónicos en la gestión  económica y productiva.

6.- El perfeccionamiento que  lleva adelante el país en los Organismos  de la Administración  Central del Estado implica que  actualicemos, donde sea necesario,  nuestras estructuras desde  el nivel central hasta la base, en  correspondencia con los cambios  que se produzcan.

7.- La sindicalización es la  razón de ser del sindicato, existen  tres fuentes: los trabajadores  estatales, los no estatales y  los jubilados y pensionados; recabar  el ingreso voluntario de  estos a la organización, afiliarlos,  formarlos, educarlos en sus  deberes y derechos, comprometerlos  con su participación en  las actividades sindicales, son  tareas que concretan el trabajo  de la sección sindical. ¿Cómo  lograr que estos principios se  cumplan en las organizaciones  sindicales de base?

8.- Existe una política definida  para la sindicalización, organización  y atención de los trabajadores  no estatales vinculados  a las nuevas formas de gestión  económica. Su organización en  secciones sindicales, comités o  delegados adscritos a los sindicatos  en cada territorio, facilitan  esa atención. Es algo nuevo  en el movimiento sindical que  cobra fuerza y que debemos seguir  de cerca con el mayor esmero.

9.- La reunión del secretariado  ejecutivo de la sección  sindical cumple un importante  papel, tanto en lo organizativo  como en lo funcional; se  realiza de forma periódica en  correspondencia con las características  del colectivo laboral.  Su preparación, el seguimiento  de los acuerdos y su sistema de  control estarán estrechamente  relacionados con la evaluación  sistemática de la labor sindical  y el cumplimiento del plan y el  presupuesto.

10.- Para su mejor funcionamiento,  la dirección del ejecutivo  de la sección sindical o buró  debe promover el activismo y  apoyarse en los afiliados para  cumplir las tareas sindicales.

11.- La asamblea de afiliados  es un espacio donde los trabajadores  ejercen sus derechos constitucionales,  laborales, sindicales  y asumen compromisos para  cumplir con sus obligaciones. Su  objetivo cardinal es alcanzar la  participación consciente de ellos  y perfeccionarla para que cumpla  su papel.

12.- La asamblea de afiliados  se ha venido celebrando con mayor  regularidad en los últimos  años, pero presenta problemas en  su preparación y desarrollo. Hay  que evaluar con rigor su contenido,  despojarla de todo formalismo,  adecuarla a las características de  cada centro de trabajo, teniendo  en cuenta los elementos que deben  y pueden interesar a los participantes.  Igual atención requiere  a la asamblea de representantes,  por el papel que le corresponde en  el desarrollo de la labor sindical y  en la evaluación del seguimiento  de los planes económicos.  No son pocos los trabajadores  que simplemente “asisten”, sin  interpretarlas como el escenario  en que se convierten en “protagonistas”  de la gestión económica  y sindical. ¿Cómo modificar esta  percepción?

13.- Lograr el cambio de mentalidad  es un reto importante  para el cuadro sindical, por lo que  cambiar y perfeccionar el estilo y  los métodos de dirección mediante  la vinculación cualitativa con los  colectivos laborales constituirán  instrumentos valiosos en la labor  educativa para movilizarlos en la  construcción del socialismo.

14.- La actualización del modelo  económico impone cambios y  transformaciones en la economía,  que demandan de los cuadros y  dirigentes sindicales de base, con  énfasis en los secretarios generales  de las secciones sindicales,  mayor y mejor preparación para  el desempeño de su labor, por lo  que es necesario actualizar e integrar  los programas de capacitación  de nuestro sistema de escuelas  y aulas elementales para que  den respuesta elevando la superación  sindical, laboral, económica  y político-ideológica. Para ello  hay que aproximarla más a la empresa,  unidad productiva o presupuestada  y a la sección sindical.

15.- La Asociación Nacional de  Innovadores y Racionalizadores  (ANIR), como parte integrante  del sindicato, ha desarrollado una  importante labor para encauzar  la creatividad e inventiva de los  trabajadores. En cumplimiento de  lo acordado en su Congreso precedente  se modificó su estructura y  reglamento interno y se fortaleció  la atención del sindicato desde la  sección sindical hasta las estructuras  superiores.

16.- Le corresponde al sindicato  y la ANIR asegurar que  se incorporen, permanezcan y  se respeten los derechos que les  confiere la legislación a los trabajadores  que realmente aporten,  tengan condiciones y cualidades  y manifiesten su interés por integrar  esta Asociación.

17.- Hacer bien nuestro trabajo,  no dejar brechas a la chapucería,  evitar el desaliento, la pérdida de  confianza de los afiliados en su organización,  son retos permanentes  para la CTC y los sindicatos.

CAPÍTULO II.

EL  TRABAJO SINDICAL Y LA  PARTICIPACIÓN DE LOS  TRABAJADORES EN LA  ECONOMÍA 

18.- Los sindicatos tienen que  favorecer la participación activa  y consciente de los trabajadores  en la gestión económica, objetivo  estratégico para materializar los  acuerdos del VI Congreso y de la  Primera Conferencia Nacional  del Partido. Hay que incentivar  y fortalecer los espacios de participación para que puedan ejercer  su derecho y cumplir sus deberes  como dueños colectivos de los medios  de producción que pertenecen  a toda la sociedad. En esta etapa  se avanza en ese propósito, sin  embargo, tenemos insatisfacción  con lo logrado. ¿Cómo consideran  los trabajadores que pudiera alcanzarse  este objetivo con mayor  efectividad?

19.- Los planteamientos que  formulen los trabajadores y los  acuerdos que de la asamblea de  afiliados se deriven requieren de  especial atención por parte del  sindicato que debe darles un seguimiento  efectivo para que contribuyan  a la solución de las dificultades  o problemas que afectan  el buen funcionamiento del colectivo  laboral.

20.- En el ahorro tiene el país  la mayor fuente de recursos de  todo tipo al alcance de nuestras  manos. Hay que fomentar acciones  mediante planes de medidas  –medibles y viables en su cumplimiento-,  donde el sindicato logre  la más amplia participación de los  trabajadores y apoye a la administración,  en que se conozcan las  normas e índices de consumo, les  exija su cumplimiento, garantice  el control y la evaluación colectiva  y sistemática de los resultados.

21.- El movimiento sindical  comparte la política sobre las  transformaciones que en el orden  estructural y funcional se  aplican en la economía con el  objetivo de lograr un sistema  empresarial y presupuestario  más eficiente y competitivo, que  responda a las necesidades y posibilidades  de nuestra sociedad;  promueva y favorezca la más  amplia información al respecto  y atiende las opiniones de los  trabajadores.

22.- La organización hace  suya la necesidad de adoptar las  medidas para el desarrollo de las  nuevas formas de gestión económica  que se irán extendiendo a  otros sectores; siempre formándonos  nuestro propio criterio  para contribuir a los análisis que  se efectúen.

23.- Apoyaremos y daremos  seguimiento, en particular, a las  transformaciones que se vienen  realizando en las Unidades Básicas  de Producción Cooperativa  (UBPC) para que funcionen con  mayor autonomía en su gestión  productiva. Estas formas productivas  están llamadas a contribuir  significativamente a la soberanía  alimentaria del país, por lo que  debemos priorizar en ellas la labor  sindical.

24.- En una sociedad socialista  como la nuestra el trabajo es  un deber, un derecho, un motivo  de honor y de satisfacción de cada  ciudadano, constituye la vía principal  para mejorar el bienestar  personal, familiar y aportar bienes  y servicios al país.

25.- Corresponde al sindicato  continuar favoreciendo el uso más  eficiente y racional de la fuerza de  trabajo, según el principio de idoneidad  demostrada, y velar porque  no quede ningún trabajador  desamparado que requiera de la  asistencia social.

26.- Defendemos la política  de no perjudicar el salario de los  trabajadores por medidas organizativas  como fusión, traspasos,  extinción o cambios de subordinación,  siempre y cuando estos  permanezcan realizando las mismas  funciones.

27.- Tenemos que contribuir a  la revitalización del principio de  distribución socialista: “De cada  cual según su capacidad a cada  cual según su trabajo”, mediante  la aplicación de adecuados sistemas  de pago por resultados.

28.- En los Lineamientos de  la Política Económica y Social  del Partido y la Revolución, en  los capítulos I, II y VI; Modelo de  Gestión Económica, Política Macroeconómica  y Política Social,  están tratados el salario, los ingresos  y la estimulación. Su solución  dependerá del incremento  de la productividad del trabajo,  de la producción, de la reducción  de los gastos, del ahorro, de un  desempeño económico eficiente,  de desinflar las plantillas de  manera que permitan avanzar  y tomar decisiones sobre otros  complejos problemas, vinculados  a la dualidad monetaria, la  tasa cambiaria y la transformación  de los precios, que como se  ha expresado, el país se adentra  en la toma de medidas de mayor  alcance, complejidad y profundidad,  como los experimentos en  las organizaciones empresariales  para aumentar su autonomía  en la gestión económica y financiera,  la creación de cooperativas  no agropecuarias, el reordenamiento  y fomento del mercado  mayorista, entre otros.

29.- Para el incremento del  salario o los ingresos deben  cumplirse las premisas expresadas  anteriormente; el sindicato  está en capacidad de trabajar,  explicar y razonar con los trabajadores  para que eso se entienda.  Donde ellas se vayan alcanzando  se podrán mejorar sus ingresos  mediante la aplicación del principio  de distribución socialista  a través de los sistemas de pago  por los resultados del trabajo.

30.- Los actuales sistemas de  estímulos en CUC se mantendrán  vigentes por el momento,  sin embargo, hay que explicar a  los trabajadores que no es posible  ni aconsejable crecer con la  aprobación de nuevos sistemas  en esta moneda, que, por un lado,  complican las futuras soluciones  salariales, y por otro, estos ingresos  no son salario y no tributan  a la seguridad social para la  futura jubilación, de ahí la necesidad  de potenciar los ingresos  en CUP mediante los sistemas de  pago por los resultados.

31.- También promovemos que  se trabaje con mayor intencionalidad  en la revitalización de la  organización del trabajo y la normación,  elementos básicos e imprescindibles  para lograr una mejor  planificación y uso eficiente  de los recursos laborales y como  forma de medir el cumplimiento  del deber social, tanto en el orden  individual como colectivo.

32.- El movimiento sindical  ha trabajado porque el salario y  demás ingresos se efectúen en la  fecha convenida entre la administración  y el sindicato. Nada justifica  que el trabajador no reciba  sus haberes en tiempo, lo que en  no pocas ocasiones se viola. Este es  un derecho que tiene que ser respetado  y la organización sindical  debe actuar de forma más enérgica  ante las administraciones para  asegurar su cumplimiento en la  fecha pactada.

33.- El convenio colectivo de  trabajo es el instrumento legal  que poseen los trabajadores, el  sindicato y la administración para  establecer un conjunto de acuerdos  que contengan compromisos,  concilien y diriman intereses entre  las partes. Su aplicación en las  circunstancias actuales adquiere  cada vez más importancia.

34.- Cuando se adopte la decisión  de cerrar un comedor, el sindicato  debe dar prioridad al examen  con la administración de esa  disposición en virtud de preservar  la salud de los trabajadores, con  énfasis en los sectores de la esfera  de la producción material, donde  el gasto de energía física y mental  es superior.

35.- Crear las condiciones para  desarrollar la actividad laboral  en un ambiente sano y seguro es responsabilidad de la administración.  Los accidentes de trabajo y  enfermedades profesionales son  evitables si se exige y se controla  que se cumplan las normas de  protección, seguridad e higiene  del trabajo.

36.- La CTC y los sindicatos  ratifican que la superación cultural  y técnica de los trabajadores  es premisa para la elevación  de la eficiencia económica, su  preservación y fomento en las  nuevas condiciones debe constituir  una preocupación de la administración.

37.- Constituye un derecho de  cada trabajador y dirigente sindical  exigir por el cumplimiento  de las leyes, las normas y regulaciones  laborales aprobadas, este  asunto hay que suscribirlo en el  convenio colectivo de trabajo y  velar por su cumplimiento.

38.- La presencia del sindicato  como invitado permanente en el  consejo de dirección a cualquier  nivel no puede ser pasiva y formal.  Este es el escenario para exponer  los asuntos, expresar sus puntos  de vista sobre cualquier tema sometido  a debate y para ejercer su  función de representante de los  trabajadores.

CAPÍTULO III.

LOS  VALORES MORALES DE  NUESTRO SOCIALISMO. LA  EMULACIÓN EN LAS NUEVAS  CONDICIONES

39.- El movimiento sindical  cubano no escapa a las acciones  subversivas de los enemigos de la  Revolución, los que se ponen al  servicio de la política del gobierno  de los Estados Unidos contra  Cuba. En este sentido es fundamental  la unidad de los trabajadores,  su afiliación y participación  consciente a cada llamado de  su organización.

40.- La CTC y los sindicatos  reconocen y fomentan la educación  de sus afiliados en el valor  del trabajo, la responsabilidad,  la honestidad, el patriotismo, el  antiimperialismo y el internacionalismo  como virtudes que caracterizan  al trabajador en nuestra  sociedad.

41.- La educación y consolidación  de cualidades éticas y morales  contribuyen a la formación de  conciencia del trabajador y a la  defensa de la Revolución Cubana.  En este esfuerzo, la comunicación  y la labor personal con los afiliados  son las herramientas principales  para la movilización en torno  a la actualización del modelo  económico.

42.- El trabajo sindical en los  espacios de debate de la organización:  asambleas de afiliados,  de representantes, reuniones de  estudio e intercambios, tiene que  contribuir a la información y la  comunicación entre la organización  y los afiliados, lo cual servirá  para lograr efectividad en su  representación y mayor conocimiento,  dominio y conciencia sobre  la realidad que construimos y  su papel activo en ella.

43.- Las jóvenes generaciones  de trabajadores, como continuadores  de la obra de la Revolución  Cubana, tienen una enorme responsabilidad  en la consecución  de los cambios y transformaciones  que se proyectan y requiere  la economía y nuestra sociedad.  Corresponde a los sindicatos encauzar,  en el seno del colectivo,  su inagotable energía y contribuir  a su educación laboral y  patriótica, para que puedan enfrentar  esos retos.

44.- La preservación de la  historia, las tradiciones, el conocimiento  de estas por las nuevas  generaciones de trabajadores  constituyen una dirección de trabajo  a la que cada colectivo y sus  ejecutivos sindicales, en todos los  niveles, deben prestar atención  particular. También la divulgación  de la vida y obra de los líderes  sindicales de diferentes sectores  deviene acción permanente de los  cuadros y dirigentes sindicales.

45.- La divulgación del papel  de los trabajadores en el socialismo  cubano, sus resultados, aciertos  y limitaciones deben formar  parte sistemática del contenido de  los programas y trabajos divulgativos  en los medios de comunicación  masiva, labor que le corresponde  favorecer al movimiento  sindical, por la importancia de  ellos en el perfeccionamiento de  nuestra sociedad.

46.- La Emulación Socialista  en nuestro país se fundamenta  en la idea originaria del Che,  de movilizar a los trabajadores en  función de producir más y mejor,  aumentar la producción, la productividad  y la calidad de los productos,  ahorrar energía, materias  primas y materiales, y propiciar el  reconocimiento social al esfuerzo  individual y colectivo.  Su desarrollo no evolucionó en  correspondencia con las transformaciones  económicas y laborales  que se produjeron en el país, se  asoció a categorías emulativas y  se condicionó a la entrega de estímulos  materiales, disminuyendo el  rigor en la evaluación y deformándose  así su esencia movilizadora.

47.- Organizar la emulación  en los colectivos laborales donde  existan condiciones, ajustándola a  las características de cada lugar,  constituye una necesidad, aplicarla  de manera creadora donde  verdaderamente sea útil, cambiar  hábitos, conceptos y esquemas con  los que hemos trabajado es imprescindible  en el momento actual.  Sabemos que este es un tema  del que hay disímiles criterios.  ¿Cómo organizarla entonces para  que cumpla sus premisas originales  en las condiciones actuales?

48.- El procesamiento de trabajadores  y colectivos laborales para  el otorgamiento de Condecoraciones,  Títulos Honoríficos de Héroe  y Heroína del Trabajo de la República  de Cuba y otros, por alcanzar  altos y sostenidos resultados  requiere de mayor profundización  en el orden cualitativo y de agilidad  y rigor en su tramitación.

49.- El movimiento sindical  apoya y reconoce el trabajo voluntario  siempre que sea útil y necesario,  despojado de toda formalidad.  La movilización de trabajadores  voluntarios para realizar tareas  productivas debe efectuarse  esencialmente cuando se creen  situaciones excepcionales como  desastres naturales, tecnológicos,  sanitarios o una emergencia de la  economía.

50.- El periódico Trabajadores,  órgano oficial de la Central de  Trabajadores de Cuba, con carácter  nacional, prioriza el tratamiento  a los temas laborales y  sindicales que interesan a los afiliados.  Sus secciones, reportajes  y artículos informan, orientan e  invitan a la reflexión y análisis,  convirtiéndose en un instrumento  que contribuye a la educación  y movilización. Su lectura y uso  en las secciones sindicales deberá  reafirmarse como una práctica  permanente. La versión digital  diaria de este órgano de prensa es  una vía económica y actualizada  para los colectivos que poseen estas  facilidades informáticas.

51.- En nuestra sociedad socialista  el robo, la apropiación indebida  de medios y recursos no son  conductas consustanciales a un colectivo  laboral. El enfrentamiento  al delito, a las indisciplinas y a la  corrupción fortalece al colectivo,  lo prestigia e identifica con la  actuación histórica de la Revolución  y con el proyecto estratégico  de construir el socialismo. En ese  objetivo no hemos logrado la combatividad  necesaria que permita  alertar y ganar conciencia en los  trabajadores acerca de la gravedad  del fenómeno a que ahora nos enfrentamos.

52.- Si no hay una toma de conciencia  y una participación de los  trabajadores, de enfrentamiento a  estas actitudes, desde el seno del  colectivo laboral, este problema no  se resolverá, tiene que ser una labor  de la organización sindical.  ¿Cómo las organizaciones sindicales  de base podrían contribuir  eficazmente a este enfrentamiento  contra las manifestaciones delictivas,  de corrupción, las indisciplinas  y las ilegalidades?

53.- En este combate la información  económica a los trabajadores  en la asamblea de afiliados  facilita el apoyo al control interno,  al seguimiento de los resultados  de las auditorías y juega un papel  fundamental para exigirles a  las administraciones que cumplan  con las funciones y el papel que les  corresponde.

54.- La realización de la guardia  obrera es voluntaria, tiene que  ser efectiva y debe complementar  los sistemas profesionales de protección.  El sindicato brinda su  apoyo, moviliza a los trabajadores  y favorece su realización a partir  del compromiso contraído por  cada afiliado de forma individual.  Mientras que a la administración  corresponde crear las condiciones  para su mejor cumplimiento.

55.- El movimiento obrero cubano  consciente de que el gobierno  imperialista de los Estados Unidos  no renuncia a su pretensión de  destruir la Revolución utilizando  diferentes vías, incluida la amenaza  de agresión militar, por lo que  la defensa de la Patria Socialista  continuará siendo una de sus misiones  principales, para contribuir  por todos los medios a su alcance  en la incorporación y participación  activa de los trabajadores en  su preparación.

56.- La contribución voluntaria  a la defensa con el aporte al Día de  la Patria es una expresión del grado  de compromiso del trabajador  con la defensa de su país.

CAPÍTULO IV.

EL TRABAJO  SINDICAL Y LAS RELACIONES  INTERNACIONALES 

57.- La CTC y los sindicatos  tienen la responsabilidad de fortalecer  las relaciones con el movimiento  sindical internacional; movilizar  a la opinión pública a favor  de nuestro país en función de contrarrestar  las campañas mediáticas  que se gestan contra Cuba.  También ratifican los principios  y valores en los que creemos y defendemos.

58.- Los sindicatos nacionales  deberán atender por diferentes  vías a los trabajadores que cumplen  misiones en numerosos países,  como expresión de solidaridad  e internacionalismo proletario y  en especial a sus familiares. Ellos  constituyen una fuerza laboral y  política prestigiosa que con su actuación  contribuyen a la defensa  de la Revolución cubana.

59.- Favorecer la política de que  los dirigentes sindicales de otros  países visiten los colectivos laborales  y darles a conocer nuestra  realidad, las afectaciones del bloqueo  y cómo inciden en el centro  de trabajo. También ratificarles el  compromiso firme de continuar  la lucha para lograr el regreso a  la Patria de los cuatro héroes encarcelados  injustamente en los Estados  Unidos por más de 15 años,  actualizarlos sobre su situación y  socializar las acciones que realizamos  desde las organizaciones de  base para su liberación.

60.- La región de América Latina  y el Caribe atraviesa por una  etapa de impulso a la integración  que se afirma con la efectividad  de la Alianza Bolivariana para  los Pueblos de Nuestra América  (ALBA) y que se avizora en perspectiva  con la existencia de la Comunidad  de Estados Latinoamericanos  y Caribeños (CELAC). En  este sentido ratificamos nuestro  apoyo a esa política de integración.

CTC NACIONAL  25 de junio de 2013

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