Por Vivian Bustamante
A Osmany García Luis se le dio la oportunidad de construir su vivienda, que terminó a finales del 2009, en la denominada zona de desarrollo de Surgidero de Batabanó, estrategia del gobierno para eliminar la vulnerabilidad que significan las inundaciones por penetraciones del mar.
Pero lo que hubiese constituido motivo de celebración se trocó en amargura y desesperación que dura hasta la actualidad, porque no le han instalado el servicio eléctrico. Así cuenta en carta a Buzón abierto este constructor, “después de buscar y no encontrar la salida a su problema”.
Tras infructuosas gestiones se dirigió al gobierno del municipio de Batabanó, con idéntico resultado. Entonces acudió al nivel provincial, donde le expresaron “que eso no debía pasar y que se resolvería de inmediato”, expresa en su misiva García Luis.
Todo pareció indicarlo, porque esa noche se presentó en su casa la presidenta del órgano local del Poder Popular, quien le ratificó que se solucionaría su caso.
Al cuarto día de la visita, un funcionario de esa propia instancia lo acompañó a la organización básica eléctrica, donde también le dieron esperanzas, pues manifestaron que disponían de los recursos e iban a trabajar en instalarle la corriente eléctrica.
Y ahí acabaron las alegrías de García Luis, porque en su carta fechada en septiembre, expone que hasta ese momento habían transcurrido siete meses de la promesa, sumida pensamos, en un apagón demasiado perdurable.