Si bien es cierto que el evento se juega con la clasificación segura para todos los participantes, el mismo sirve para evaluar fuera de casa las verdaderas posibilidades de nuestros balonmanistas, quienes muy poco roce internacional pueden tener en su preparación.
Entre los hombres, los cubanos hicieron presa fácil del elenco mexicano en la primera salida para llevarse la victoria 31-22, destacándose a la ofensiva J. Velázquez y Ángel David con ocho y siete goles, respectivamente.
En su segunda aparición golearon cómodamente a Puerto Rico 37-19 y ahora encabezan el evento con cuatro puntos y diferencia de goles de +27. Los próximos choques serán contra Colombia el viernes 8 de noviembre y luego frente a los anfitriones el sábado 9.
Por su parte, las damas dispusieron de las boricuas en su primer desafío de la lid con abultado marcador de 33-21 y liderato ofensivo de Livia Venares y Lisandra Espinosa, ambas con seis goles.
Las chicas jugarán este jueves 7 de noviembre ante las dominicanas y el viernes frente a Colombia.
En el sector femenino las medallas serán definidas el sábado, cuando se enfrenten el tercer y cuarto puesto por el bronce, mientras los dos primeros lucharán por el oro.
Lo que en inicio se pensó como una prueba de clasificación, al menos en teoría, se ha convertido en un mero torneo de entrenamiento, una formalidad que debe ser cumplida, la excusa para probar nuestras mejores armas fuera de casa.
Las bajas de último momento tampoco han sido la debacle del certamen, pues Haití poco —o nada— hubiese aportado a la calidad del evento; aunque Venezuela sí hubiese sido favorable para este “clasificatorio”, imprimiéndole algo de espíritu y presión competitiva.