Elena Suárez Palacio confiesa tener tres grandes razones para la felicidad: enseñar a niñas y niños de sexto grado, dar clases en el internado Abel Santamaría Cuadrado, centro de excelencia en la educación, y ser la primara delegada directa de la provincia de Santiago de Cuba al XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
La elección de Elena, quien desde hace ocho años dirige la sección sindical de su escuela, resultó sin duda sui géneris, pues fue la única propuesta en la asamblea y no hubo nadie, entre los 174 afiliados, que no levantara su mano a favor de la reconocida educadora.
“Me conmueve mucho ese gesto de mis compañeros, expresó la también Máster en Educación, creo que cosas como esas me estimulan a continuar sin descanso para mantener al sindicato como hasta ahora ha funcionado, dando prioridad a representar bien a sus miembros, y movilizarlos en función de alcanzar resultados docentes-educativos de excelencia”.
Tales presupuestos se materializan día a día en el internado Abel Santamaría, institución que acoge a mil 120 escolares y que sobresale por la labor de formación académica, ética y en valores.
Los resultados de dicho centro — que ostenta entre otros reconocimientos las banderas de Hazaña Laboral y Proeza Laboral, además de las condiciones de Vanguardia Nacional durante 18 años, y de colectivo martiano— avalaron el privilegio de ser seleccionado para que sirviera de escenario a la elección del primer delegado directo al XX Congreso de la CTC en la provincia de Santiago de Cuba.
