Foto: César Augusto Rodríguez
En casi toda Cuba el baloncesto se juega de día, en horario laboral preferiblemente, como si existiera “la intención” de volver secreta una Liga Superior que por su calidad ya sufre bastante el desinterés de la afición.
Lo que antes llegó a ser el segundo espectáculo deportivo del país, hoy no es más que su sombra: apagado torneo incapaz de repletar graderías en la mayoría de los partidos; pobre recuerdo del excelente basket que por décadas se jugó en el archipiélago.
Por supuesto que regresar a los tiempos dorados del baloncesto depende de resolver las causas profundas de su deterioro, y no exclusivamente de la hora de juego. Mas, esta influye y mucho.
Al comenzar la temporada 2013 el inicio de los partidos oscilaba entre las 2:30 y 5:00 p.m., según la sede. Solo los avileños pusieron el grito en el cielo y lograron que en la sala Giraldo Córdova Cardín se jugara de noche. En el resto de los territorios, si usted quería disfrutar de su equipo le tocaba ausentarse del trabajo.
¿Resultado?: salas vacías, mínima difusión de la competencia, ínfima recaudación por concepto de entradas, cero espectáculo y, lo más preocupante de todo, visible desinterés por resolver la situación.
Tengo entendido que la decisión de efectuar los choques de día obedece a la necesidad de aprovechar la iluminación natural para ahorrar energía eléctrica. Desde ese punto de vista resulta lógico, aunque urge recordar que esa estrategia no garantiza que el evento sea sustentable económicamente, y por el contrario afecta y bastante sus ganancias en materia social y deportiva.
Lo ideal sería que la Liga Superior de Baloncesto (LSB) gozara, de principio a fin, de un gran poder de convocatoria. Ello seguramente ayudaría a que el certamen fuera programado en las noches, ante el reclamo de la afición y como importante opción recreativa de las provincias.
Sin embargo, mientras los partidos sigan ocurriendo en horarios que no favorecen la asistencia del público, la LSB no se convertirá jamás en una opción viable para sus seguidores. Tampoco las transmisiones televisivas esporádicas y de forma diferida ayudarán demasiado.
La solución de este problema depende de la voluntad, planificación y lógica de los directivos implicados; el deporte es espectáculo, vida y divertimento. Planifíquese en los mejores horarios para volverlo accesible a los aficionados. De lo contrario, lo que tiempo atrás fue una verdadera fiesta seguirá inevitablemente condenado al olvido.
Resultados del fin de semana: (M) CAV-SSP: 85-62 y 81-58; CAP-GTM: 95-78 y 77-56; ART-SCU: 113-119 y 108-75; CMG-MTZ: 84-80 y 102-95. (F) CMG-PRI: 84-96 y 60-91; VCL-SSP: 60-73 y 84-52; ART-SCU: 41-65 y 20-55; CAP-GTM: 61-66 y 86-63.
