Hace solo horas diluvió en la sede de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en Sancti Spíritus, pero la descarga no inundó los espacios con agua, sino con ideas de las más noveles generaciones de profesionales dedicados al difícil sortilegio de reflejar la realidad de un contexto a través de la pluma certera.
La cita aglutinó a periodistas jóvenes provenientes de todos los municipios de la provincia y forma parte de la atención que deben recibir los recién graduados una vez que engrosan las filas de reporteros en los diferentes medios de comunicación masiva.
Acerca de factores inquietantes para quienes fungen como agentes de cambio dentro de un contexto en el que el descrédito circunda el ámbito reporteril versó la reunión enfocada en la pertinencia de que sean escuchadas las voces de los iniciados en la profesión.
“A un año de egresada, conozco mis deberes, pero no mis derechos. Resulta conveniente tener acceso a todo cuanto está reglamentado, sobre todo para defendernos en esta etapa de adiestramiento”, afirmó Tamara Rendón Portelles, periodista del periódico Escambray.
Acerca de ajustar las ubicaciones a las preferencias de los estudiantes, conferir la tutoría a profesionales comprometidos con enseñar el oficio y guiar el desempeño de los mismos con métodos apropiados resultaron otras cuestiones debatidas en la sesión.
“Debemos acrecentar las atenciones a las nuevas canteras porque ellas protagonizarán los giros que demanda la prensa cubana actual y no podemos permitir que los más jóvenes sientan atracción por otros sectores y, en consecuencia, ´emigren a ellos´”, acotó Humberto Concepción presidente de la Delegación Provincial de la UPEC en el territorio.
La cita pretende evadir la rigidez de las reuniones formales y sesionará cada seis meses para hacer confluir criterios frescos con el fin de dilucidar los caminos que conduzcan a la objetividad periodística, más allá de las utopías.