Sus vitrinas resguardan las remembranzas de una época que bañó en sangre los verdes del Escambray. Único de su tipo en Cuba, el Museo Nacional de la Lucha contra Bandidos revitaliza su estructura desde el pasado mes de mayo para afrontar con nuevos bríos su responsabilidad de testimoniar la historia.
La inversión concerniente a la primera etapa del mantenimiento asciende a unos 210 mil pesos y se enfoca, fundamentalmente, en la reparación de la sala Polivalente, sede tradicional de importantes eventos teóricos. Montar una nueva cabina de proyección, sustituir la carpintería en su totalidad, restaurar paredes, rehabilitar el techo y la yesería resultan acciones concebidas para conferir una nueva imagen al mencionado espacio.
Luis Ángel Ortega León, inversionista de la Dirección Municipal de Cultura informó a la prensa: “En los trabajos previstos para este período incluimos el arreglo capital de los baños, renovaciones en la redes eléctricas, la pintura de casi todo el edificio y sustituciones de la carpintería exterior, así como el remozamiento de la torre-mirador que ofrece al visitante una panorámica inigualable de la villa”.
El museo, ubicado en el corazón de Trinidad, fue fundado el 1° de junio de 1984 y proporciona evidencia contundente del impulso y apoyo financiero que dio el gobierno de los Estados Unidos a la proliferación del bandidismo en esta zona del país.
Aun cuando la cercanía del medio milenio de la ciudad sugiere pretextos para que la urbe ostente nuevos aires, la reparación del museo va más allá de la restitución de un inmueble, porque dentro de tal armazón descansan los recuerdos de quienes dominaron con su valor la brutalidad del enemigo, rival histórico que en aquellos momentos decidió asumir su verdadera personalidad:la de un bandido.