El optimismo les impide deprimirse por causa de roturas, interrupciones operativas, carencias. La actitud tiene una consistencia similar a la de los tubos de polietileno que esos trabajadores fabrican para que el agua corra hacia hogares y objetivos económicos del país.
Así la empresa Ciegoplast ganó la condición de centro de referencia de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), en la provincia de Ciego de Ávila.
“El colectivo es comparable con un grupo multidisciplinario, por el estable funcionamiento orgánico y el cumplimiento del compromiso que tienen los asociados allí para mantener de alta su fábrica”, afirma Alfredo Rodríguez Matos, presidente del comité provincial de la Anir.
“Los éxitos obedecen a la disciplina en la presentación y la evaluación de las inventivas, entre otras fortalezas”, opina Rayder Calvo, responsable de dicha asociación en la entidad, quien reconoce que “aún nos falta profundizar en la capacitación respecto al reglamento y la legislación que brinda conocimientos sobre la tramitación y remuneración de los trabajos”.
Soluciones contra averías
Quedan solo en el recuerdo las noches de desvelo. Las máquinas se paralizaban y no había una brigada de mantenimiento. “Ahora esa tropa está al pie del ‘cañón’ para defender el proceso productivo, pues algunas veces se ha roto una pieza y no ha habido repuesto, pero sí una rápida solución a la avería”, afirma Rayder.
Informó que entre julio y septiembre del presente año, antes de la celebración de la jornada de homenaje a los innovadores, fueron materializados 23 aportes que posibilitaron sustituir importaciones, evitar gastos excesivos por concepto de prestación de servicios de otras empresas especializadas del territorio, y el mejoramiento continuo del sistema integrado de gestión de la calidad.
Uno de los consagrados aniristas es Blas Castillo Rodríguez, candidato al premio anual por la integralidad en la empresa. Él fue uno de los participantes en la recuperación de la máquina enfriadora de 60 toneladas GWK, cuya acción garantizó la continuidad de la producción por el aumento de la capacidad del flujo de agua a baja temperatura.
Otra contribución resultó la adaptación de un sistema de protección a los controles automáticos de la extrusora, en la línea de fabricación de tuberías de diámetros pequeños.
De relevancia se considera también la reanimación del banco de capacitores. “Antes la empresa era penalizada, hoy disminuye el índice de consumo de energía eléctrica porque se usa nada más la necesaria”, destaca Hiorvany Espinosa Pérez, director técnico productivo.
Una de las cuestiones que los motiva a innovar es la responsabilidad de los miembros de la comisión evaluadora. Según Cándido San Gil, económico, “nos reunimos la última semana de cada mes, valoramos los trabajos y le proponemos al consejo de dirección cuáles autores pueden ser remunerados”.
Para el ingeniero Pablo González Hevia, director general de la empresa, esta funciona gracias a la iniciativa creadora en el cambio de una tecnología, la mejora de un equipo o la recuperación de una pieza deficitaria.
“Hemos logrado que todas las áreas colaboren –subrayó el directivo–, pues además de los trabajos por parte de la dirección técnica, se han realizado sobre temas de economía, marketing, medioambiente, protección a los recursos humanos y otros. Por eso reafirmo que la fábrica funciona gracias a la ANIR, organización a la que pertenece aquí más del 50 % de los trabajadores.
“Vale resaltar que tres compañeros se hicieron másteres en nuestro centro, e igual cantidad están en la universidad actualmente, de manera que nos estamos nutriendo de profesionales y operarios muy capaces”.
Homenaje a la consagración
Recientemente, Blas Castillo, Alydeis Díaz, Pablo González y Cándido San Gil, recibieron el sello 8 de Octubre que otorga el Comité Nacional de la Anir. Mientras que Michel León, Adys Álvarez, Dianellys Sánchez, Lenz Echevarria, Blas Castillo y Miguel Danger, merecieron la condición nacional 8 de Octubre. La categoría Guerrilleros de la creatividad fue para Alexey Hernández, Cándido San Gil, José A. Terry, Sisley Badillo, Alydeis Díaz y Rayder Calvo.
El colectivo mereció también la condición nacional 8 de octubre, y fue el primero de la provincia en darle lectura a la convocatoria a la Primera Conferencia Nacional de la Anir, prevista para el 2014.
Uno de los resultados por el que alcanzaron los reconocimientos fue la reducción a menos del 1 %, de hasta 3 permisible, del índice de rechazo de las producciones de tuberías de polietileno de alta densidad de diferentes diámetros y varias presiones, con sus conexiones para redes de acueducto y alcantarillado.
González Hevia añade otra razón del agasajo merecido: “Mis trabajadores han producido, desde el año 2000 a la fecha, más de 5 mil kilómetros de tuberías que están presentes en diversas obras económicas y sociales de Cuba”.