Los daños provocados por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a la agricultura cubana en la etapa comprendida entre abril del 2012 y marzo del 2013 ascienden a 329 millones 479 mil 600 dólares, informó en conferencia de prensa Juan José León, subdirector adjunto de relaciones internacionales del Ministerio de la Agricultura (MINAG).
Esta cifra supera en 52 millones 555 mil dólares a las afectaciones del año precedente, esencialmente a causa de la reubicación de las exportaciones, la diferencia de precios para la importación en mercados lejanos, los gastos adicionales en fletes seguros y los costos que incrementan con la inmovilización de recursos, precisó.
También se cuantifican entre las afectaciones monetario-financieras, por no acceso a nuevas tecnologías que se aplican en Estados Unidos y por la incitación a la emigración y la fuga de talentos, acotó el directivo.
Entre las ramas de la agricultura más perjudicadas por el injusto y prolongado bloqueo se encuentran la del tabaco, ya que históricamente el mercado norteamericano tenía una gran demanda de estos productos antes del triunfo de la Revolución, en 1959. Se estima que los ingresos dejados de recibir por este concepto ascienden a más de 450 millones de dólares.
Si el hostigamiento cesara, Cuba podría exportar a este destino en una primera etapa unos 50 millones de tabacos, cifra que se triplicaría al rescatar la cultura de precios, gustos y sabores en esos consumidores, según explicó Jorge Luis Fernández Maique, vicepresidente comercial de la corporación Habanos S.A.
Emilio Delgado, subdirector comercial de la empresa Internacional Cubana de Tabacos (ICT S.A.), refirió que el bloqueo también afecta a esta entidad, al no poder acceder al mercado estadounidense para adquirir empaques de cartón y habilitaciones; otro tanto sucede con la compra de repuestos para las máquinas de hacer los minitabacos.
Las ventas de tabacos mecanizados realizadas por Cuba durante el pasado año totalizaron 99 millones 200 mil unidades, lo que representa el 1.0 % de la cuota mundial en los mercados seleccionados.
Por el efecto de la Ley Torricelli, numerosas compañías navieras no tocan puertos cubanos por lo que en las importaciones y exportaciones del sector agrario es obligado realizar trasbordo en Kingston, Jamaica, por lo que se incrementa el costo de flete y transbordos. Asimismo, los tiempos de tránsito de la mercancía en travesía (25 días como promedio), encarece la operación comercial debido a la duplicidad de navieras, manipulaciones de carga y descarga.
La imposibilidad de acceder al mercado norteamericano obliga a desplazar el comercio a otros más lejanos y aumentar el tiempo de transportación de los productos que se necesitan para garantizar el ciclo productivo de la industria tabacalera. Esta situación obliga a inmovilizar recursos financieros al tener que trabajar con altos niveles de inventarios de materias primas, piezas de repuesto, accesorios y otros insumos e incrementa los costos por estos conceptos.
Una producción que tanto se demanda en Cuba, como es la de carne de cerdo, está afectada en su gestión financiera. En el período analizado, el Grupo de Producción Porcina compró 119 mil 78 toneladas de alimentos para los animales a precios superiores a los del mercado norteamericano, calculándose la afectación en 5 millones 742 mil 700 dólares al adquirirlos en terceros países.
El bloqueo impide la adquisición de tecnologías de punta norteamericana, que no son exclusivas pero sí superiores a las que se emplean actualmente de procedencia china y española. Ello incide en la baja viabilidad, excesos de muertes por enfermedades prevenibles y curables, desechos de animales por enfermedades y con trastornos en su crecimiento, afirmó Juan José León.