Cuba mantiene una política de cero tolerancia a la trata de personas y otras formas de abuso sexual, y garantiza los derechos humanos de su pueblo, resaltó en esta capital María Esther Reus, ministra de Justicia.
La titular presentó este martes el informe de la nación sobre el enfrentamiento jurídico penal a estos delitos en 2012, basado en leyes que sancionan severamente la comisión de actos incompatibles con los valores éticos de la sociedad.
Destacó que el texto obedece al cumplimiento de Cuba con la suscripción y ratificación de los principales instrumentos internacionales sobre la materia, y el respeto a los principios proclamados en la Carta de las Naciones Unidas.
El documento plantea que el pasado año fueron juzgadas 241 personas por el delito de proxenetismo, de ellas, 224 condenadas; 143 recibieron sanción de privación de libertad, y 45 trabajo correccional con internamiento.
La Habana, Matanzas y Holguín fueron las provincias de mayor incidencia, y en la actualidad siete extranjeros cumplen sanción de privación de libertad por el delito de corrupción de menores, asociado al abuso sexual infantil, según señala el texto.
Por actos delictivos tipificados como proxenetismo y corrupción de menores fueron condenadas 14 personas, en cuyos casos se observaron conductas definidas como trata de personas por el protocolo Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente Mujeres y Niños, de la Convención contra el Crimen Transnacional Organizado.
Reus declaró que son mínimos los casos relacionados con el abuso de menores, y que la mayoría de los hechos enfrentados no califican como trata de personas.
Enfatizó que Cuba no es un país de origen, tránsito o destino de la trata, y nacionales y extranjeros tienen igualdad de condiciones ante la ley, por lo que no existe diferenciación al juzgar o imponer una sanción.
Respecto al tratamiento del tema en la prensa internacional, la Ministra apuntó que muchos de estos hechos pueden ser manipulados.
Insistió en que el Gobierno dedica esfuerzos y recursos en la labor de prevención, eslabón fundamental de la política de enfrentamiento, en la cual confluyen numerosas instituciones como sistema articulado.
Enfatizó que la Isla recibe y ofrece información sobre el tema a través de los mecanismos internacionalmente establecidos, y se mantiene abierta a la cooperación con otras naciones para combatir este flagelo.
(Tomada de la AIN)