Enigmas y otras conversaciones

Enigmas y otras conversaciones

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Por Fernando Rodríguez Sosa

Diez interrogantes conforman el poema titulado Enigmas que Antonio Guerrero Rodríguez escribía en una cárcel estadounidense, donde cumple injusta prisión por luchar contra el terrorismo, y que, el 28 de noviembre del año 2010, enviaba al cantautor Silvio Rodríguez como regalo de cumpleaños.

Decidió entonces el creador de Ojalá dar respuesta a esas preguntas, para así, sin siquiera imaginarlo, iniciar una singular experiencia en que han tomado parte una veintena de amigos, de media docena de países, quienes también han respondido el poema-cuestionario enviado por el aguerrido luchador antiterrorista.

He ahí la génesis del libro Enigmas y otras conversaciones (Ediciones La Memoria, Colección Homenajes, 2012, 440 pp) que, en edición al cuidado de Víctor Casaus, reproduce esos textos que –según palabras del propio Antonio Guerrero Rodríguez— son “una muestra de la inmensa solidaridad que nos acompaña y de la pureza de los principios que nos unen”.

Aunque estos enigmas despiertan, por su originalidad y riqueza, el interés de los lectores, en este volumen aparecen otros textos enviados o recibidos, durante quince años de encierro, por Antonio Guerrero Rodríguez, uno de los Cinco Héroes cubanos condenados en Estados Unidos por defender la paz del mundo.

Cartas, poemas, mensajes, crónicas, junto a dibujos y fotografías, logran presentar un rico y vasto universo, marcado no por la desesperanza, el pesimismo, la derrota, sino por la confianza, el optimismo, la fe, en la justeza de los principios defendidos para así salvaguardar el futuro de la humanidad.

En uno de esos textos, escrito en la Prisión Federal de Marianna y fechado el 29 de septiembre de 2012, Antonio Guerrero Rodríguez evoca a su amigo, el fotógrafo Liborio Noval, a propósito de su repentino deceso. He aquí este sencillo y sentido recuerdo, que el autor tituló “Liborio siempre presente”:

Desde la primera vez que conversamos telefónicamente me dijo, con voz jovial, familiar, cariñosa y firmo: «Para lo que sea cuenta conmigo, pídame la foto qua quieras».

Cuando conoció da un retrato del Che que hice basado en una de sus legendarias imágenes, no tardó en enviarme una veintena de fotos históricas, las que celosamente aun guardo.

Sus mariposas volaron por mi celda y aun vuelan, como vuela su cubanía, su hermandad y su entusiasmo para todo.

Exponer obras mían junto a sus fotos en Francia fue el honor más grande que he tenido en estos años. También conservo las fotos de él con mi hermana y otros amigos montando aquella exposición.

Al regresar hoy de una visita consular, que tanto nos acerca a la amada Patria, me enteré de la dolorosa noticia de su falle­cimiento, por los correos de mi familia y amigos de Cuba y varias partes del mundo.

Hace unas samanes intercambiamos sobre un pedido que hice. Jaraneábamos sobre los que le decían “viejo”.

Tenemos un proyecto en camino, con fotos de nuestro Após­tol José Martí. En cada trazo de cada retrato que haré estará presente nuestro eterno hermano Liborio Noval, porque «la muerte no es verdad, cuando se ha hecho bien la obra de la vida».         |j|’

Varios son los libros que, desde el año 2001, en que se publicaba el poemario Desde mi altura, ha dado a conocer Antonio Guerrero Rodríguez (Miami, 1958), entre ellos Poemas confidenciales (2004), Vida de Antonio Maceo (2004), Quién dice que la verdad no sale de la boca de un niño (2005), Soledad para mis soledades (2011) y La verdad me nombra (2013).

Tony –escribe el poeta Roberto Fernández Retamar— ha hecho de su celda un verdadero taller de donde salen nuevos poemas, cartas, comentarios, crónicas, un diario, obras plásticas. Se mantiene activo, vivaz. Como no han podido sofocarle el valor, tampoco han podido sofocarle el ansia de vida que traslucen sus constantes creaciones”.

Enigmas y otras conversaciones es inequívoca muestra de esas ansias de lucha, de entrega, de creación, de vida, que animan a Antonio Guerrero Rodríguez y a sus valerosos compañeros. Un libro que, desde la razón y la pasión, es auténtico testimonio de realidades, convicciones, sueños, esperanzas…

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