En los primeros ocho meses del presente año, los trabajadores agropecuarios de la nororiental provincia de Las Tunas elaboraron más de 18 mil toneladas de humus de lombriz sólido y compost, cantidad que supera la lograda en similar período del año pasado.
Durante esa etapa, también alcanzaron, 900 litros de humus lixiviado, un producto líquido obtenido a partir del riego de los canteros de lombrices, que ingeniosamente aportan mediante gravedad a los sembradíos aledaños a las instalaciones, lo que le brinda importantes nutrientes.
Aunque decrecieron en alrededor de un 10 % en el aporte de humus sólido a las plantaciones, ese volumen permitió beneficiar las 2 mil 450 hectáreas comprometidas en el plan para la etapa, y crecieron en la superficie cubierta con humus lixiviado y compost.
No obstante, especialistas del sector en el territorio coinciden en que todavía quedan potencialidades por explotar en una zona caracterizada por la poca fertilidad de sus suelos y un régimen de lluvia que lo sitúa como el más desfavorecido del país.
Acá hay conciencia en torno a la necesidad de continuar buscando en estos productos los recursos que permitan disminuir las importaciones de abonos inorgánicos, porque sus precios aumentan considerablemente en el mercado internacional y constituyen una amenaza al entorno y a la salud humana.
Por esas razones las autoridades continúan estimulando estas prácticas de cara a la sostenibilidad y sustentabilidad de las producciones agropecuarias, cuya incidencia es vital en el propósito de procurar en Cuba los alimentos posibles para contrarrestar sus importaciones cuando el valor crece excesivamente.