Mi vecina Haydée, una septuagenaria señora, lamenta no encontrar los mejores destinos para los envases de los medicamentos que consume. A su edad es difícil ir hasta las tiendas que los compran o las farmacias que los reciben; además, de las molestias ocasionadas por esos desechos acumulados involuntariamente en el hogar, ella sabe muy bien cuánto puede aportar a la economía del país el reciclaje.
Para lograr una recolección eficaz hacen falta, más que conocimiento y conciencia, mecanismos ágiles y mayor acercamiento a las potenciales fuentes proveedoras, las cuales tienen en el consumo social uno de sus principales e inagotables reservorios.
En plazas, solares yermos… en cualquier sitio aparecen abandonados botellas, pomos, cartón, cartulina…, los cuales, en mayoría, tienen como elemento fundamental el plástico, cuyas características biodegradables los convierten también en una amenaza real al ecosistema.
Los resultados de una tesis…
“Esa es solo una parte del problema”, afirma categórico Jorge Alfredo Rivera Barbán, especialista de la Empresa de Recuperación de Materias Primas en la provincia de Las Tunas, quien llevó a su tesis en opción al título de licenciado en Comunicación Social elementos que demuestran que esta actividad anda por caminos torcidos.
“Y lo digo, argumenta, porque la observación me permitió comprobar que diariamente se vierten como residuales toneladas de desechos sólidos que pudieran ser inmediatamente reciclables”.
La investigación parte de un estudio exploratorio realizado en febrero del 2012 en el Consejo Popular 17 del Reparto Aguilera, aquí en la ciudad capital, y sus resultados corroboran la urgencia de atender con mucho más tino esta práctica universal, porque esa situación prevalece en muchas regiones del país.
Los cálculos evidencian que como promedio, solo en ese Consejo Popular, se pierden diariamente unas 6 mil 470 toneladas de recursos reaprovechables: chatarras de acero, aluminio y cobre; y, desperdicios textiles, plásticos y de papel, que a los precios actuales de compra significan más de 19 mil pesos en moneda nacional y una cifra superior a los 2 mil 712 CUC, cuyos montos en el año sobrepasan los 6 millones 800 mil pesos (MN) y 976 mil 600 CUC.
“Además de que eso ocasiona, asegura, una peligrosa y constante agresión al medio ambiente, pues el incremento de desechos de lenta biodegradación multiplican, además, espacios idóneos para que habiten los vectores y provoca la pérdida de altos niveles de ingresos para la familia y el país por el desaprovechamiento del valor en la comercialización de materias primas”.
El estudio abarcó una muestra de 862 habitantes, cuyas opiniones revelan la contradicción entre las informaciones que reciben y el interés de las personas sobre el tema; la mayoría reconoció haber tenido ciertos volúmenes de esos recursos en su poder a los cuales no les han dado útil destino.
También reflejan escaso dominio entre la población acerca de la manipulación de esos desechos para evitar su contaminación y la necesidad de un mayor protagonismo de los Comités de Defensa de la Revolución en la recogida de estos materiales, cuyo aprovechamiento beneficiaría mucho a la economía nacional, ya por sus cualidades para la sustitución de importaciones o como rubros exportables.
Debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades
“De acuerdo con las pesquisas, explica Jorge Alfredo, las debilidades detectadas develan insuficiente divulgación de la actividad de reciclaje, por parte de la entidad, limitada por la inexistencia de un área o de personas especializadas en la actividad de comunicación; débiles mecanismos de retroalimentación, entre la empresa y sus clientes externos; y, entonces los incumplimientos, en ocasiones, del plan de producción en surtidos que se generan mayoritariamente en el sector residencial.
“Quedan definidas, sostiene, como amenazas principales, la poca cultura general del reciclaje por parte de la población; la creciente centralización de mecanismos administrativos y financieros que inciden en la comunicación; y, la contaminación en las propias fuentes generadoras de gran cantidad de materias primas reciclables.
En ese entorno no se pueden descuidar las fortalezas, definidas así: “Trabajadores con bastante experiencia en la actividad de reciclaje de materias primas; y el aseguramiento logístico de medios propicios para mejorar la comunicación, todos en una entidad incorporada al Sistema de Perfeccionamiento Empresarial”.
Mientras son consideradas fortalezas, afirma el estudioso, “la estimulación al trabajo por cuenta propia, por primera vez en el sector; la introducción del reciclaje de otros productos y atractivas condiciones de entrega; el incremento de nuevos productos para la compra en efectivo y el mejoramiento de los precios de varios de ellos; y el creciente debate sobre reciclaje y sus ventajas en el ámbito nacional e internacional”.
Sin embargo, fundamentalmente el canal Multivisión trasmite con frecuencia materiales sobre este tema, ¿cómo consideras su influencia en el público cubano?
“Efectivamente, responde, se trasmiten con bastante frecuencia documentales internacionales afines, sin embargo no puedo considerarlos suficiente para el incremento de la cultura del reciclaje de la población cubana.
“Estos se elaboran con calidad y se trasmiten con esa intención y siempre serán de mucho valor, pero no podrán sustituir un Plan de Comunicación Externa elaborado para nuestros públicos, teniendo en cuenta sus particularidades. Evidentemente el tratamiento que se da a los desechos en Holanda o Japón sería el ideal para asumirlo como nuestro, pero aquí no existen condiciones, esos medios hoy no están al alcance de los países del Tercer Mundo”.
Conclusiones
Recuerda que la empresa fue creada para recuperar, procesar y comercializar todo tipo de desechos, artículos, equipos que se generan en la esfera industrial, comercial, de los servicios y del consumo social que puedan ser reutilizados como materias primas secundarias.
“Pero esta misión no se materializa por generación espontánea”, comenta el licenciado, y enfatiza en la necesidad de implementar planes de comunicación que promuevan esta práctica por los beneficios económicos y de cuidado del medioambiente que proporciona.
Por esa razón propone promover la elaboración anual de convenios de trabajo integrales con los CDR y la Organización de Pioneros; y, capacitar adecuadamente a quienes tienen la responsabilidad de sensibilizar a los clientes con esta actividad.
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