En el partido final los estadounidenses rindieron a los locales en tres sets (25-23, 25-20, 25-14), para recuperar un título que no disfrutaban desde el año 2007, y con el cual alcanzaron también el único boleto en disputa para la Copa de Grandes Campeones, prevista en Japón del 19 al 24 de noviembre próximo.
El duelo por el bronce devino el más peleado de la fecha y quizás de todo el certamen, pues los cubanos vinieron de abajo frente a los boricuas hasta imponerse en mangas de 27-29, 25-27, 25-20, 27-25 y 15-12. Rolando Cepeda (18 puntos), David Fiel (16), Abrahan Alfonso (13), Yordan Bisset (12) y Danger Quintana (10) guiaron la obtención de un resultado a mi juicio positivo, acorde al nivel actual del equipo dirigido por Rodolfo Sánchez.
La medalla de bronce conquistada no solo mantuvo a Cuba en el podio de la región (15 oros, 4 platas, 4 bronces), hecho invariable desde el estreno del certamen en 1969, sino que ofreció pistas sobre una posible recuperación a mediano plazo.
Vale destacar el retorno de Cepeda a la posición de opuesto, la conducta de los jóvenes pasadores Alexis Lamadrid y Ricardo Calvo, la mejoría de los centrales Danger Quintana y David Fiel, así como la identificación de los auxiliares con que se trabajará en lo adelante, a decir Lázaro Fundora, Javier Jiménez, Inovel Romero y Alfonso. Otro acierto de esta formación es la posibilidad de apelar a los suplentes, sean más o menos experimentados. En varios partidos la reacción del plantel provino indudablemente de los movimientos realizados por la dirección técnica.
En cuanto a las insatisfacciones —que deben ser muchas— urge señalar los apuros vividos para vencer a dominicanos y boricuas, rivales históricamente dominados, así como la escasa resistencia ofrecida a los canadienses, los únicos oponentes de nivel mundial a quienes se midieron los muchachos. Ello indica que el camino hacia la élite será mucho más escabroso en esta oportunidad.
