En ellas está previsto participen más de 36 mil trabajadores. Dichas reuniones comenzaron en septiembre y se ha realizado el 46 % de las mismas.
“En las efectuadas, lo educadores villaclareños se refieren al margen que establece el anteproyecto para solicitar bajas. Específicamente plantean que restringirlas al final del curso influye en el proceso docente educativo y en el trabajo político e ideológico con los estudiantes porque ese maestro está a disgusto frente al aula, falta a su jornada laboral, hay que sancionarlo y abandona el sector”, precisó.
“También han debatido sobre la normalización de la jornada laboral. En este sentido, se recogen planteamientos y preocupaciones sobre la jornada de 40 y 44 horas semanales. Hay enseñanzas que la sobrepasan, como por ejemplo la secundaria básica, también la reducción de plantillas de auxiliares pedagógicas en círculos infantiles seminternado y escuelas especiales implicó que el maestro asumiera más horas frente al alumno. En el caso de los trabajadores del deporte no se incluyen eventos, topes, competencias.
“Otra particularidad en estas discusiones la marca el considerar que lo relacionado con la protección a la mujer trabajadora que se contempla en la ley 13 de higiene y seguridad del trabajo no debe derogarse”, añadió.
“A su vez, sobre el salario expresan la necesidad de encontrar una forma de mejor remuneración para prestigiar al sector, exigen el pago de nocturnidad y otras condiciones fundamentalmente en los centros internos, así como la remuneración por antigüedad a trabajadores no docentes.
“Sobre la jubilación, consideran que este personal llega con un alto desgaste físico, mental y biológico a los 60 y 65 años e, incluso, exponen que solo se considera una enfermedad profesional cuando existen otras.
Yamila Roque, doctora en ciencias de la educación, profesora de la Universidad Central de Las Villas (UCLV) expuso que el documento debió basarse en estudios del las problemáticas sociales del trabajo en Cuba, consultar líderes de opinión, instituciones, darle valor a la movilidad interna del país.
“Por ejemplo, establecer las bajas para los docentes solo al finalizar el curso no está en función con la dinámica y la vida de los cubanos. Si se divorcian, si al esposo le asignan una casa en otro lugar. No puede limitarse el movimiento laboral de esa manera porque entonces se reciente el proceso docente.
“El tema de la capacitación tratado de esa forma exclusiva puede limitar la superación, entraría en contradicción con el desarrollo actual. Hay que buscar una medida. La formación postgraduada es fuera de la jornada laboral. Ello implica planificar bien las necesidades, las ubicaciones de los estudiantes, establecer un dialogo entre gobierno, empleadores y formadores.
“Realmente la protección al trabajador hay que potenciarla más en el documento, hacerla extensiva a todos los capítulos, analizar cuales son los sectores prioritarios de la economía y explicitarlos en el anteproyecto”, puntualizó.