Cuba cedió frente a Canadá en el último partido de la fase de grupos del Campeonato Pre-Mundial de las Américas de baloncesto, rama femenina, y con esa derrota vino un “regalo” extra: enfrentar a la armada brasileña en el cruce semifinal del evento este viernes 27 de septiembre.
El resultado no sorprendió a muchos. Las cubanas habían completado sus tres encuentros frente a Jamaica, Chile y Venezuela sin demasiados contratiempos, incluso podría decirse que lo habían conseguido de manera simple; pero las canadienses pusieron el freno al avance antillano y se llevaron la victoria con bajísimo score de 53-40.
Los análisis serían amplios, baste con dos simples, las norteñas son más altas y evidentemente mucho más técnicas que las caribeñas, quienes vieron escapar frente a sus ojos la posibilidad de llevarse este viernes uno de los tres boletos que ofrece la cita azteca de Xalapa con destino al mundial de la especialidad en 2014.
Ahora las discípulas del experimentado Alberto Zabala tendrán la difícil tarea enfrentar a Brasil en semifinales. Las sudamericanas son hoy un escollo insalvable y, salvo alguna anomalía celestial, Brasil avanzará a la gran final de una lid en la que no parecen tener rivales.
Ojalá me equivocase. Ojalá las chicas cubanas me hicieran quedar mal. Ojalá, incluso, tuviese que escribir de nuevo para pedir disculpas a las cubanitas y felicitarlas —eso sí, de corazón— por lo que podría ser un hecho casi insólito. Mas es prácticamente imposible, y por eso no me hago ilusiones. Usted tampoco debería crearse falsas expectativas.
Bien lo explicó el profesor Ruperto Herrera, excepcional baloncestista y actual presidente de la Federación Cubana de Baloncesto, este es un torneo complejo, en el cual hay que evitar los cruces con los grandes y aprovechar al máximo las potencialidades de nuestras jugadoras.
Desde que se dio a conocer la estructura competitiva del certamen y la composición de los grupos, las esperanzas se centraron en el tercer puesto, y con un poco de suerte, en la plata. Hoy la plata está fuera de alcance: Brasil es demasiado equipo para nosotros. Sin embargo, nos queda un cabo al cual asirnos.
Puerto rico era el rival más deseable para las semifinales, sobre todo porque permitiría luchar por el cetro con la tranquilidad de la clasificación segura ya. Esa posibilidad se esfumó al perder con Canadá. Más pareciera que el destino nos sonríe y nos mostrara un segundo chance en el bronce, que también debe ponernos frente a las boricuas, si no sucede una sorpresa en un torneo que se ha mostrado predecible hasta la saciedad.
El otro choque semifinal correrá a cargo de las canadienses puertoriqueñas. Por lo visto, Canadá debe avanzar a la discusión del título, dejando a las puertorriqueñas para pelear el bronce y el tercer cupo mundialista ante Cuba.
Las cubanas ya derrotaron a Puerto Rico el año anterior en la final del Centrobasket, y con ese precedente llegan ahora. Al final, con un juego de por medio, y esta vez sin otra opción que ganar, todo se definirá contra las boricuas.
Mucho está en juego para ambos equipos, pero especialmente para Cuba que ha estado alejada de los Mundiales de Baloncesto, rama femenina, desde la cita de Sao Paolo en 2006, cuando el conjunto de la isla ancló en el onceno puesto.
