El partido de este miércoles 25 de septiembre entre Cuba y Canadá definirá mucho más que la cima del Grupo A del Campeonato Pre-Mundial de las Américas con sede en la localidad mexicana de Xalapa; podría, casi seguro, definir uno de los pasajes que otorga el evento para el Mundial de Baloncesto (F) de Turquía 2014.
Las norteñas, de manera global, se han mostrado superiores a las cubanas en casi todos los aspectos del juego, con mejores porcientos en ataque y defensa, con llegadas precisas y haciendo valer el mayor promedio de estatura de la llave (1.83 metros).
Si nos guiamos por los parámetros antes mencionados, la pelea favorecería a las canadienses, máxime si recordamos que las cubanas cayeron ante ese elenco la última vez que se vieron las caras.
Canadá se antoja una selección monolítica, sin grietas, con una ofensiva repartida entre buena parte de su plantilla y una defensa sustentada en sus jugadoras más altas que le ofrecen superioridad en el desempeño bajo las tablas.
Veamos las cifras en blanco y negro. En la ofensiva ambos equipos están muy parejos. Canadá anota la misma cantidad que Cuba desde la media y corta distancia (68 aciertos), pero ha necesitado siete llegadas menos que las antillanas para conseguir tal cifra.
Desde fuera del área las norteamericanas han colgado 28 bombazos en 71 intentos (39.4%), mientras las cubanitas consiguieron 20 en 59 tiros (33.9). Mas, en los cobros de penalidades la selección cubana ha estado inmensa al promediar el 82.1% de aciertos (46 en 56 intentos), y sus rivales solo llegan al 67.3% con 37 anotados en 55 cobros.
Visto así la diferencia es poco notable, pero la situación cambia cuando vemos que todo esto se canaliza en que Canadá promedia 85.7 puntos por juego, y Cuba 80.7 cartones. Repito, las cosas cambian, porque cinco tantos no es una diferencia abismal o insalvable, pero sobran a la hora de inclinar un marcador.
Si a esto sumamos que, colectivamente, las canadienses consiguen más rebotes, completan más asistencias, pierden menos bolas y roban más, entonces el panorama toma tonalidades grises.
El partido de este miércoles definirá para ambos equipos la posibilidad de evitar a Brasil en el cruce de semifinales, y esto las pondría —a cubanas y canadienses— con un pie y medio en Turquía. Quizás sea esa el gran incentivo para ambas, mucho más interesante que llevarse el liderazgo de la llave A.
Las discípulas de Alberto Zabala, luego de estar apartadas por siete años de las citas mundialistas del baloncesto, saben perfectamente que el desafío de hoy es su mejor opción para conseguir de la manera más expedita el boleto que las regrese a la élite del orbe. Esperemos que, en consecuencia con esta convicción, desplieguen esta tarde en Xalapa todo su potencial táctico y sepan aprovechar a su favor la velocidad y el dinamismo.
Será, eso sí, un partido de excelente factura, en el cual ambos conjuntos se saben presionados y necesitados de la victoria. Un choque de la fase regular en el cual ambas selecciones se juegan muchísimo más que el liderato del Grupo A.
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