El 1ro. de diciembre del 2011, comenzó la experiencia de la venta directa al turismo, que se restringía a las unidades productoras y a renglones como el arroz, productos agrícolas sin procesar y carbón vegetal. Ahora se abre el diapasón a flores frescas y plantas ornamentales, arreglos florales, servicios de jardinería, especies y condimentos secos, y huevos de gallina y de codorniz.
Actualmente, la mayor cantidad de flores, especies y arreglos florales que se comercializan en Cuba proceden de la importación, por lo que ahora se amplían las posibilidades de los trabajadores del campo para sus ofertas, y contribuir a disminuir los gastos estatales en la adquisición de esos productos.
La Resolución 581/2013, del Ministro de la Agricultura, deja sin efecto a la anterior 122/2001. Igualmente, la Resolución 352/2013, (deroga la 9/2013), de la Ministra de Finanzas y Precios, autoriza que los precios para la venta de dichos productos se acuerde entre las partes; en ellas se aplica una compensación de nueve pesos cubanos por cada peso convertible, que los establecimientos del turismo pagan a través de su casa financiera y de los bancos. Estas últimas retendrán el cinco por ciento de las referidas compras por concepto de importe sobre los ingresos personales a que están obligados los productores.
La Resolución 137/2013, del Ministro de Turismo, deroga la 121/2011 anterior, y especifica que la comercialización continuará realizándose mediante contratos, de los cuales existían 403 entre unidades productoras e instalaciones de dicho sector, al cierre de agosto. Actualmente un total de 187 cooperativas participan en este tipo de operaciones mercantiles.
Puntualizó Omar Padrón Abreu, especialista de la dirección de comercialización del Ministerio de la Agricultura (MINAG), que durante el mes de agosto, los agricultores vendieron 713 toneladas de los productos admitidos, y que dichas entregas fluctúan entre 600 y 800 toneladas mensuales de acuerdo con la demanda.
Teresa Suárez Rey, también especialista de la propia entidad, especificó que en los meses que tiene la experiencia se han consolidado los nexos entre productores y compradores, primando la calidad de los surtidos. Argumentó que hubo una depuración de la cantidad de vendedores, pues al inicio muchos hicieron sus contratos sin saber exactamente la exigencia de este mercado.
No obstante, las ventas se han incrementado en más de 10 millones de pesos, tomando el tiempo transcurrido de enero a julio del 2012 y comparándolo con igual etapa del año actual. En La Habana y Matanzas es donde mejor se ha desarrollado la experiencia de la entrega directa de productos a las instalaciones turísticas, que debe consolidarse en el resto del país.
Los surtidos que entran en este tipo de mercado sustituyen importaciones; tienen que cumplir estrictas normas de calidad (primera y selecto) y ajustarse a la demanda del consumo en la red hotelera y de la gastronomía del Mintur, que difiere según la temporada de alza del turismo internacional o nacional, puntualizó.