Por Aliurka Milán Morejón
Este malestar, asociado al equilibrio, surge cuando no se corresponden las sensaciones de movimiento, aceleración y posición del cuerpo que provienen de la vista, el oído y de los huesos y músculos, respectivamente.
Artículos científicos precisan que el mareo cinético se desata cuando no coinciden las señales provenientes del oído interno, los ojos, los músculos y las articulaciones que provocan la sensación de movimiento. Los síntomas que acompañan este trastorno pueden variar, desde palidez, fatigas y salivación, hasta náuseas, vómitos e incluso bostezos.
La cinetosis afecta generalmente a los niños de entre dos y doce años de edad, aunque muchos siguen sufriendo este malestar a lo largo de sus vidas. Incluso hay factores emocionales, como el miedo o la ansiedad, que interfieren en este trastorno. Por ejemplo, si una persona sabe que es propensa al mareo puede sufrir ansiedad cinetósica anticipatoria.
Los síntomas suelen desaparecer en un lapso de cuatro horas después de que el movimiento haya dejado de ocurrir, pues en la mayoría de los casos queda un leve aturdimiento.
¿Cómo evitar la cinetosis?
El mareo cinético es involuntario, por tanto, la profilaxis es el mejor tratamiento. Muchos especialistas sugieren dormir durante el viaje.
Si el paseo es en auto, se recomienda mirar por el parabrisas hacia el horizonte, manteniendo el eje de visión en un ángulo de 45 grados, pues de esta manera desaparece la sensación visual de velocidad.
A su vez, no es aconsejable ir leyendo o fijando la vista en pantallas portátiles, pues eso acentuaría la descoordinación entre las informaciones que recibe el cerebro. Por eso tampoco se debe mirar por la ventanillas laterales, aunque es recomendable mantenerlas abiertas para que circule el aire fresco.
Además, es bueno comer poco antes de emprender viaje, y si es posible tomar algún medicamento (bajo prescripción facultativa) para prevenir el mareo o algún sedante que amortigüe el sistema de equilibrio del oído. Los antihistamínicos, a su vez, bloquean las transmisiones nerviosas que producen los síntomas del mareo.
Más allá de las recomendaciones generales, cada persona desarrolla sus propias estrategias para lidiar con la cinetosis, pues este incómodo padecimiento se manifiesta de manera diferente en cada individuo. Y como hasta ahora la comunidad científica no le ha descubierto una cura, solo queda tener paciencia y aprender a convivir con este malestar.
(Con información de Prensa Latina)