Como parte de la preparación para la próxima Serie Nacional de la pelota cubana, las preselecciones de la oriental provincia de Santiago de Cuba y de la centro meridional Cienfuegos toparon en el estadio 5 de Septiembre.
El propósito, según aseguraron los especialistas, fue poner en práctica nuevas estrategias de juego y probar a las figuras nuevas que deben integrar las selecciones que intervendrán en la campaña.
Quienes apreciaron los tres topes realizados martes, miércoles y viernes pasados han mostrado optimismo por el desempeño del plantel cienfueguero, a “pesar de los pesares” que explicaremos más adelante.
Los santiagueros, por su parte, deben sentirse muy estimulados por la incorporación de Héctor Olivera, el estelar segunda base del conjunto de las Avispas y de equipos Cuba, quien jugó en dos partidos y manifestó sentirse en forma y listo para la venidera Serie.
El mentor de los orientales, Luís Danilo Larduet, señaló que entre sus pretensiones y la del resto del colectivo está la de clasificar para los play off.
Elefantes y Avispas intervendrán en la Copa Antillana de Acero.
Sobre los Elefantes
La manada de Iday Abreu, el mentor del equipo sureño, está diezmada; de esos no hay dudas. No obstante, en directivos, técnicos, peloteros y aficionados prima el optimismo, porque, como algunos aseguran, “no todo está perdido”.
Hay ausencias claves y que pesarán indudablemente en el desempeño de la selección cienfueguera. Incógnitas sin respuestas seguras dejan las ya conocidas ausencias de José Dariel Abreu y Osvaldo Arias, tradicionales primera base y cuarto bate y receptor y notable impulsador, respectivamente.
A ellas se suman el retiro del olímpico Norberto González y de Alexander Quintero. Este último, según se ha anunciado, formará parte del equipo técnico que conducirá el picheo.
¿Qué hacer ante esas situaciones?
Las declaraciones que he escuchado de Iday Abreu son optimistas. Y es lógico. Nada se resolverá con lamentaciones estériles. Hay que jugar con los que están y tratar de hacerlo lo mejor posible.
La preselección conformada se caracteriza por una notable presencia de figuras jóvenes que tuvieron un buen desempeño en la serie provincia, recientemente finalizada.
La responsabilidad de la receptoría, uno de los puntos rojos del equipo por la no presencia en el terreno de Arias y Adir Ferrán, debe recaer de forma alternativa en Camilche Veloz, el más experimentado de los que se preparan; Pedro González, un joven con talento, pero a quien le faltan “horas de vuelo”, y Orlando Roa, integrante de la selección nacional a la Copa Mundial Sub18, en Taichung, Taipei de China.
En la primera base debe estar Edwin Vasel, un muchacho que mereció más oportunidades en series anteriores y que ha demostrado tener fuerza al bate. En el tope frente a las Avispas orientales conectó un jonrón. El las otras posiciones estarán los conocidos Erisbel Arruebarruena, Pavel Quesada, Darián González y Yoan Manuel Moncada.
El peso mayor en el box recaerá en Noelvis Entenza y Jorge Hernández, con el apoyo de Leorisbel Sánchez y Duniel Ibarra, sin descartar lo que puedan hacer Yuniel Leyva, Yasmani Fernández, Yasiel Morales, Javier Gálvez, Dennis Hernández, Carlos Ramírez y Yasmani Ínsua.
No obstante, la lomita será también un reto para quienes conduzcan los destinos de la manada.
Hay esperanzas. Y ante alguna manifestació de pesimismo aparece siempre la energía positiva: los Elefantes, aún diezmados, clasificarán para los play off, porque tienen garra, empuje, fuerza al bate y, sobre todo, muchos deseos de jugar un buen béisbol y darle de nuevo un espectáculo digno a los aficionados que los siguen y apoyan, en las buenas y en las malas.