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Un video divulgado este fin de semana en Internet dejó plena constancia de la sorpresa sufrida por John McCain, furibundo promotor de la guerra que prepara Estados Unidos contra Siria, durante la reunión efectuada con tal fin por ese senador republicano con vecinos de Prescott, una ciudad del estado de Arizona.
Dirigiéndose a McCain y a todas las ramas del poder en Estados Unidos, uno de los presentes les acusó de «mentir sobre el uso de armas químicas» con el propósito de justificar una guerra contra el país árabe. Dijo además que esa acción militar beneficiaría a organizaciones terroristas como Al Qaeda, «el mismo enemigo que se supone estamos combatiendo en el campo de batalla».
«Si yo tuviera la autoridad, les detendría y juzgaría a todos ustedes por traición contra mi país, a partir de las normas de la Constitución», sentencio el hombre al perplejo senador.
Incapaz de refutar la acusacion con argumentos convincentes, McCain optó por esquivar el debate: «Señor, cuando Usted dice que nosotros somos culpables de traición, eso es algo a lo que no quiero responder. Eso estaría por debajo de mi dignidad», dijo.
La «dignidad» a que se refiere el señor McCain puede inferirse de un informe del Centro para Política Responsable (un grupo estadounidense independiente y sin fines de lucro), divulgado el pasado viernes, referido al patrocinio de legisladores de Estados Unidos por parte de la industria militar de ese país, la gran beneficiaria del incremento de insumos bélicos y de las guerras.
El informe hace referencia a la aprobacion el último miércoles en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado federal, por 10 votos a favor, 7 en contra y una abstención, de una resolución (pendiente de ratificación por ambas cámara del Congreso), que autoriza al presidente Barack Obama a usar la fuerza militar contra Siria.
En este sentido, el estudio señala que tanto los senadores que votaron a favor como los que se opusieron al acuerdo han recibido contribuciones del mencionado sector industrial; pero los 10 que aprobaron el documento han sido los más beneficiados, al recibir entre enero del 2007 y diciembre del 2012 un promedio de 72 mil 850 dólares, casi el doble del promedio recibido por los opositores.
Cabe apuntar que John McCain, aquel personaje preocupado por su «dignidad» en Prescott, es el senador que ha recibido las mayores contribuciones de la industria militar: 176 mil 300 dólares.
