Con tal propósito, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció este jueves la inminente llegada a esa ciudad de su enviado especial para ese país del Medio Oriente, Lahkdar Brahimi.
El emisario ayudará al titular del organismo mundial a impulsar, de forma paralela a la cita del G20, el foro sobre Siria, precisó una información oficial en la sede de la ONU en Nueva York.
Mientras el mundo concentra su preocupación sobre el posible uso de armas químicas en aquel país, nosotros empujaremos aún más por la conferencia internacional en Ginebra, apuntó la nota del vocero de Naciones Unidas.
Y subrayó que «solución política es el único camino para acabar el baño de sangre en Siria».
Hace dos semanas, Brahimi expuso la posibilidad de realizar en septiembre el segundo encuentro en la ciudad suiza y recordó que el documento aprobado por la primera reunión en junio del año pasado «contiene los ingredientes que pueden hacer posible un arreglo».
Esas declaraciones tuvieron lugar antes de las nuevas tensiones creadas por las amenazas de Estados Unidos de emprender acciones militares contra Siria tras acusar al gobierno del presidente Bashar al Assad, sin presentar pruebas, de utilizar armas químicas.
Esa actitud de Washington provocó la cancelación de una reunión que tenían prevista en La Haya (Holanda) representantes rusos y estadounidenses con vista a la eventual cita de Ginebra-II.
La primera conferencia adoptó un documento que delineó las bases para una transición en Siria, entre ellas la creación de un cuerpo provisional con plenos poderes ejecutivos.
En el cónclave participaron los titulares de la ONU y la Liga Árabe y los responsables de la política exterior de la Unión Europea, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, Turquía, Irak, Kuwait y Catar.
(Con información de Prensa Latina)