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La muerte del joven italiano Fabio Di Celmo a causa de un atentado terrorista fue recordadaeste miércoles por los trabajadores del Hotel Copacabana, sitio donde se perpetró el hecho hace 16 años.
Cada 4 de septiembre será un motivo más para alzar nuestras voces y gritar al mundo entero que Fabio no está muerto, vive hoy más que nunca, y siempre estará entre nosotros como prueba indeleble de que Cuba solo tiene un camino a seguir: la paz, la solidaridad y contra el terrorismo, expresaron los trabajadores en un comunicado.
En el homenaje participó Justino Di Celmo, padre de la víctima, quien recordó la sensibilidad de Fabio y su interés por las causas de los desposeídos.
No es posible -comentó- que en este mundo haya tanta barbarie.
El joven italiano, de 32 años de edad, falleció a causa de una herida en el cuello provocada por una esquirla de metal de un cenicero donde el salvadoreño Raúl Ernesto Cruz León instaló una bomba.
Cruz León fue contratado por Francisco Chávez Abarca -ambos cumplen condenas en Cuba- quien a su vez trabajaba para el terrorista anticubano Luis Posada Carriles.
Posada, que actualmente goza de libertad en Estados Unidos, también es responsable del sabotaje en pleno vuelo a un avión de Cubana de Aviación que acabó con la vida de 73 personas en octubre de 1976, entre otras acciones contra la isla.
En el acto, los trabajadores del hotel reafirmaron su apoyo a los Cinco cubanos antiterroristas, calificados por ellos como luchadores por la paz.
Los Cinco, como se conoce a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, fueron detenidos en Miami en 1998 por abortar planes anticubanos organizados por grupos violentos contra la isla.
Ellos fueron condenados a largas y severas penas que incluyen varias cadenas perpetuas.
Solo René González regresó a Cuba, tras renunciar a su ciudadanía estadounidense, un requisito fijado por las autoridades norteamericanas para modificar las condiciones de libertad supervisada que debió cumplir tras su salida de la cárcel en octubre de 2011.
En alocución televisiva René pidió anoche al país que se llene de cintas amarillas el 12 de septiembre, cuando se cumplen 15 años de prisión, «como símbolo de que el pueblo cubano está esperando por cuatro de sus hijos que están presos en Estados Unidos».
(Tomada de Prensa Latina)
